El profundo suspiro con el que Lander Martínez llega a la entrevista es sintomático de una semana especialmente complicada para la confluencia de siglas a la izquierda del PSOE. Las consecuencias de la ruptura con Podemos en la Cámara baja están aún por calibrarse.

¿Le cogió por sorpresa este desmarque de Podemos, dadas las desavenencias que se habían exteriorizado en los últimos meses? 

Como sabéis, nosotros nos enteramos por los medios de comunicación. Podía suceder pero también dábamos por hecho algo que evidentemente no estaba ahí, que era la responsabilidad y el compromiso de Podemos con los tres millones de votantes de Sumar, que al final son las candidaturas por las que han sido elegidos. Aunque tampoco es algo especialmente sorprendente...

¿Por qué?

Porque los mensajes de Podemos venían siendo de impulso de las desavenencias. Tampoco quiero entrar mucho en esto pero es verdad que confiábamos mucho más en el compromiso que tenía Podemos con sus votantes, la verdad.

“Podemos Euskadi tiene que demostrar si va a poder llevar a cabo su apuesta por una coalición amplia aquí”

El partido morado acusa a Sumar de no dejarles hacer política, directamente. ¿Se les ha asfixiado, al condicionar por ejemplo sus intervenciones en los plenos?

Hombre, en la coalición hay 20 partidos, en el grupo parlamentario hay representados 9 partidos, y 31 diputados y diputadas. Si quisieran, todos podrían hablar de que se condiciona su política pero esto es una coalición y funciona así, se trata de tomar las mejores decisiones de forma colectiva en función de las mayorías que tiene el grupo. Cualquier otro podría haber reclamado lo mismo y no lo ha hecho. 

¿Se puede decir que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz expulsaron a Podemos del Consejo de Ministros?

No, se puede decir que a día de hoy tenemos un Gobierno progresista y que Sumar cuenta con los mejores ministros que podría tener.

Al mismo tiempo, Sumar reprocha al partido de Ione Belarra la ruptura del acuerdo de coalición con el que concurrieron a las pasadas elecciones generales.

Por supuesto, eso es una evidencia, está escrito en el acuerdo que se permanecerá en un solo grupo toda la legislatura. Por lo tanto, obviamente, hay una ruptura.

Podemos está en las antípodas del PNV o Junts de cara a pactar determinados temas. ¿Se ha puesto la legislatura más cuesta arriba?

Todas las fuerzas políticas han mostrado su compromiso con el Gobierno progresista y no hacerlo sería una absoluta irresponsabilidad. Al fin y al cabo, una de las cosas que consiguió Sumar cuando se presentó a estas elecciones fue precisamente frenar a la derecha y la extrema derecha. Todos debemos cumplir con ese compromiso, especialmente ahora que hay un hostigamiento de la derecha al Gobierno.

Exhibir estas diferencias supone darle argumentos a la derecha, ahora que está echada al monte.

Bueno, ellos también tienen sus cositas. No es tanto los argumentos que pueda tener la derecha sino la solidez que le queremos dar al Gobierno progresista. Las desavenencias entre fuerzas políticas siempre van a existir, lo importante es la capacidad de ser responsables con un Gobierno votado por una mayoría de ciudadanos y ciudadanas que nos dijeron que debíamos sostener una coalición progresista que trajera mejoras sociales para el país como en los últimos cuatro años.

“Sumar debe ser sostenible para el espacio progresista que necesita estabilidad para las próximas décadas”

¿Contempla que Podemos deje caer los presupuestos de 2024?

Eso se lo tienes que preguntar a ellos, lo que creo es que nadie puede ser irresponsable con el Gobierno progresista a día de hoy.

Podemos se arroga el papel de impulsor de las medidas más valientes y ambiciosas en el Congreso. ¿Carece Sumar de esa capacidad de presionar al PSOE para llevar a cabo estas iniciativas?

Sumar está liderada por Yolanda Díaz, la ministra de la reforma laboral, de la subida del salario mínimo interprofesional, de los ERTE... Los elementos de transformación más profundos de la legislatura anterior. Por lo tanto, es evidente que Sumar tiene la fuerza necesaria para llevar a cabo estas transformaciones, muchas de ellas reflejadas además en el acuerdo de gobierno que hemos alcanzado con el PSOE.

Este desgaje de Podemos, ¿le ha supuesto una decepción a nivel personal?

Lo personal me lo guardo para mí, tengo una opinión política que es que supone romper un compromiso con sus votantes y eso no me gusta. En lo personal no son situaciones fáciles, creo que siempre podemos cuidarnos más en política.

Mirando a Euskadi, Podemos ha encarecido la posibilidad de establecer candidaturas conjuntas con Sumar de cara a las elecciones autonómicas del año que viene. ¿Cómo está la negociación?

Nosotros no hemos cambiado de opinión, seguimos tratando de construir una alianza lo más amplia posible para las elecciones vascas. Segundo, evidentemente las condiciones no son las mismas, hasta ahora había una iniciativa compactada en el Congreso en la que una parte, Podemos, ha cambiado de opinión. Lo que tienen que mostrar en Podemos Euskadi es si ellos también han cambiado de opinión o si siguen apostando por construir una coalición amplia aquí, y no solo eso, sino si van a poder llevarla a cabo.

Lo que supongo que las dos partes tienen claro es que concurrir por separado iría en detrimento de los intereses de ambos.

Eso no importa, lo que importa son los intereses de la ciudadanía vasca. Y claramente, en términos de los intereses de la ciudadanía progresista en Euskadi, ir por separado es un problema.

Que Podemos Euskadi presentara a Miren Gorrotxategi como candidata a lehendakari, ¿es un buen punto de partida?

Cada uno tiene sus estrategias y la posibilidad de presentar a quien considere como candidato. La cuestión es si Podemos Euskadi es capaz de abstraerse del ruido de Madrid y plantear una posición de lealtad con la ciudadanía progresista vasca que exige un proyecto amplio. 

Podemos estatal exigió celebrar primarias sin vetos, como el que sufrió Irene Montero en las pasadas elecciones generales, para aceptar estas alianzas.

Lo que se puso sobre la mesa antes de lo que ha sucedido tiene poca validez. Todas las condiciones cambian. 

“En muchos sitios la extrema derecha condiciona los mensajes de las supuestas derechas democráticas”

¿Qué papel asumirá usted en la marca de Sumar en Euskadi, Sumar Mugimendua? ¿La liderará de manera formal?

Sumar Mugimendua debe tomar la forma de un espacio colectivo con varios liderazgos, portavocías nuevas… Yo, como diputado vizcaino, tengo un papel que desarrollar aquí pero también es importante que sean otras personas las que empiecen a dar la cara en primera línea del proyecto. Siempre voy a estar aquí, respondo ante el proyecto y nunca voy a ser ajeno a él, pero hay que dar pie a otras personas. 

En el proceso asambleario constituyente de Sumar en el Estado está al cargo de la ponencia organizativa. ¿Cómo será la organización interna del futuro partido?

Se trata de diseñar una herramienta que responda a los objetivos de Sumar: obviamente, el sostenimiento del Gobierno progresista y el desarrollo de políticas transformadoras que vayan mucho más allá. Pero por otro lado integrar a personas sin adscripción política que a día de hoy no se identifican con ningún partido pero que han decidido participar en Sumar porque les genera ilusión y esperanza; y articular en torno a ello a quienes ya están organizados en partidos políticos y quieren seguir participando de esta iniciativa. 

Barajan conceptos como el modelo federal, confederal en el plano autonómico, la doble militancia…

Esas son las discusiones que debemos tener y que tienen que terminar en un diseño que sea sostenible para todos los implicados: para las personas, para los partidos, pero sobre todo para el espacio progresista que necesita de una opción estable para las próximas décadas.

¿Cuándo y dónde se celebrará el congreso de Sumar?

Eso se anunciará en su debido momento.

¿Qué supondrá este proceso para su formación?

Es el primero de varios pasos que tenemos que dar para conformar ese espacio progresista estable que conglomere a personas y partidos. 

Rosa Martínez tuvo un papel destacado en Podemos Euskadi cuando usted lideraba el partido. ¿Cómo valora su nombramiento como número dos del Ministerio de Derechos Sociales?

Lo valoro de una manera extremadamente positiva. Tiene el conocimiento y la disposición para sacar el mayor provecho posible de ese Ministerio, junto con Pablo Bustinduy, que es un excelente ministro. Su elección como número dos permite que haya un anclaje vasco en el Gobierno y poner a una persona con una clara visión ecosocial de la ciudadanía y la sociedad para poder llevar a cabo las principales transformaciones que necesita el país. 

¿Qué le parece la estrategia del PP de sacar su labor de oposición a la calle en forma de protestas?

Que al PP lo que le molesta no es la amnistía, lo que le molesta es no gobernar, y que su oposición no es a las medidas y decisiones que se toman sino a la propia existencia de este Gobierno. Y eso tiene un fundamento poco democrático. 

¿Cómo ve los movimientos de los partidos vascos de cara a elegir a sus candidatos a lehendakari, sobre todo que no concurran Iñigo Urkullu y Arnaldo Otegi?

Es una muestra clara de que estamos ante un cambio de ciclo, que además exige grandes transformaciones en Euskadi: el Gobierno vasco dando síntomas de agotamiento, cambios de caras... 

¿Qué lugar ocupan las elecciones europeas del año próximo en la lista de prioridades de Sumar?

Un lugar altísimo, nos jugamos mucho por el empuje que la extrema derecha está teniendo en toda Europa. Aquí hemos conseguido frenar su ascenso al Gobierno pero sigue teniendo presencia, y en otros muchos sitios condiciona los mensajes de lo que se supone que eran derechas democráticas.

¿Qué opina de la fórmula del PSOE y Junts de negociar en Ginebra con un verificador internacional?

Que es la fórmula acordada, por lo que la respeto. Lo que me importa es que haya diálogo y que sea una cuestión bilateral. Han decidido que sea así y ahí no me meto.