Cuando Pedro Sánchez decidió adelantar las elecciones generales tras la debacle socialista en las municipales y autonómicas de mayo, el lehendakari Urkullu se desmarcó con claridad de una decisión que consideraba que añadía inestabilidad política y que, además, salpicaba al Parlamento Vasco porque el contexto de precampaña complica la consecución de acuerdos. Iñigo Urkullu apostaba entonces por agotar la legislatura, que con toda probabilidad culminará el 9 de junio del año que viene en una convocatoria conjunta de las elecciones europeas y autonómicas. Aunque el lehendakari no se ha pronunciado oficialmente, su parecer no ha cambiado por el resultado de las elecciones generales ni por la insistencia de EH Bildu en el mensaje del cambio de ciclo político tras quedarse a mil votos del PNV. 

Fuentes del Gobierno vasco consultadas por este periódico aseguran, por un lado, que cada elección es diferente y no se pueden extrapolar los resultados de las generales. Además, destacan que el lehendakari no quiere proyectar una falta de compromiso con su calendario legislativo, sino que quiere sacar adelante leyes clave como la de Educación y la de Empleo (una ley de los propios socialistas). La mayoría absoluta que PNV y PSE tienen en el Parlamento Vasco les brinda una ocasión quizás irrepetible en el corto plazo. El propio líder del PSE, Eneko Andueza, coincidía hace unos meses en la fecha del 9 de junio. Pero, además, en las últimas horas ha surgido un factor adicional: la posibilidad de que se repitan las elecciones generales en el Estado si se produjera un bloqueo político y, por tanto, la posibilidad de que esas elecciones coincidieran con las autonómicas. 

El PNV siempre se ha opuesto a hacer coincidir ambas convocatorias para no eclipsar la agenda vasca con los debates del Estado. En estas generales se acaba de comprobar el efecto que tiene la polarización PP-PSOE en el voto al PNV, que ha perdido 100.000 papeletas por el voto útil a los socialistas para frenar un gobierno condicionado por Vox.

La decisión sobre la candidatura para las autonómicas es cosa del PNV a nivel de partido, aunque los jeltzales ya han dejado claro que, a su juicio, lo que ha sucedido en estas generales es que han sufrido el voto útil al PSE por la polarización Sánchez-Feijóo.