La actualización y renovación del autogobierno se presenta como marco apropiado para “preservar la identidad vasca”. Fue la reflexión que lanzó Iñigo Urkullu, amén de destacar la trascendencia de desarrollar esta autenticidad dentro de Europa. Esta herramienta contribuye, a juicio del lehendakari, a una manera de “avanzar en el bienestar y la convivencia, y a construir una comunidad política diferenciada y singular”. “La identidad basada en nuestro autogobierno es una idea nuclear en nuestra historia, en nuestro presente y en nuestro futuro. No solo es una idea. Es una realidad que avanza, que nos representa y proyecta nuestra determinación”, indicó el jefe del Ejecutivo vasco, para evocar que la experiencia del camino emprendido “hace casi nueve décadas, mantenido en el exilio y retomado en la democracia, muestra el camino a seguir en estos tiempos de gran dificultad”.
“El autogobierno es el instrumento de nuestro ser, de nuestro vivir y de nuestro convivir. Defender, proteger, desarrollar, renovar, avanzar y proyectarlo es nuestro compromiso”, insistió, poniendo en valor que Euskadi está actuando en todos los ámbitos internacionales, en la ONU, con la Agenda 2030 y su nueva sede mundial en Bilbao, en el marco de la UE, participando en 72 redes y liderando la Comisión Arco Atlántico y la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, “codo con codo con Nafarroa e Iparralde, también en la Eurorregión”, o liderando, en cinco países, una propuesta de macrorregión Atlántica que mantenga su centralidad en la agenda europea.
“Impulsamos la participación en las instituciones europeas con 16 regiones europeas con capacidad legislativa, reivindicando la gobernanza multinivel basada en el principio de subsidiaridad. Vamos a seguir avanzando para un nuevo tiempo para Euskadi”, destacó Urkullu, con la intención se sumar a diferentes agentes, incluyendo a Nafarroa e Iparralde, tejiendo un lugar inclusivo, abierto y que tenga por bandera el respeto al diferente. Por todo ello, remarcó que Euskadi está preparada para los retos actuales y venideros desde todos los órdenes de la acción política institucional “defendiendo un proyecto de país compartido”. Estamos comprometidos con el deseo de prosperar aunando sentimiento de pertenencia, teniendo claro cuál es nuestro lugar en el mundo, para tratar de que sea más justo socialmente e integrador desde el respeto con nuestro ser”, argumentó el lehendakari.
Una Euskadi social
El líder jeltzale enumeró varios asuntos a velar, entre ellos el envejecimiento activo y una salud de vanguardia personalizada, por un Pacto social de cuidados, un Pacto por los derechos de la infancia, un Pacto “con y por la juventud” y un Pacto estratégico de Servicios Sociales, lo que resumió en una Euskadi “social” a la que se debe seguir aportando “identidad social”. Aludió así a la “empatía intergeneracional” y a que “Euskadi ha de ser joven”. Consolidar una base sobre la que “los jóvenes puedan crecer y mejorar, a través de un Pacto Educativo que ofrezca una educación puntera”; y defendió sus políticas de apoyo a la emancipación y sin brecha de género.
EL DATO
Urkullu reseñó aspectos que retratan la prosperidad de Euskadi. Entre ellos, que el PIB ha aumentado un 30% en diez años; el hecho de haber superado, por primera vez, los 32.000 millones de euros en exportaciones; o el de estar cerca del millón de personas afiliadas a la Seguridad Social, el máximo en la historia de la CAV. “Toda una carta de presentación para seguir construyendo un nuevo tiempo para Euskadi”, subrayó el lehendakari en el Aberri Eguna.
