¿Las aguas vuelven a su cauce? Es pronto para saberlo y es evidente que el líder del PSE, Eneko Andueza, no tiene intención de renunciar a su apuesta por marcar perfil, por "hablar claro", como suele definirlo él mismo, aunque sea a costa de enfrentarse con sus socios del PNV. Pero este jueves, por lo pronto, ni el líder socialista ni el lehendakari han querido arrojar más leña al fuego tras el desencuentro que provocó Andueza cuando rebajó el discurso de Iñigo Urkullu sobre el modelo de Estado a la categoría de declaraciones a título personal. Ni Andueza ni el lehendakari quisieron añadir más cuando los medios de comunicación les realizaron preguntas al respecto a las puertas del Parlamento Vasco, lo que permitió que, al menos por un día, se evitara un nuevo choque en este sentido.

Que la discrepancia exista no es nada nuevo y, de hecho, PNV y PSE se dieron libertad de voto sobre el autogobierno en el acuerdo de coalición. Es una cláusula que les permite salvaguardar la estabilidad de su Gobierno aunque surjan desencuentros en ese terreno. Y por ello, en privado, desde Lehendakaritza esperan que lo sucedido "no vaya más allá". Pero el cruce de declaraciones de estos días es un episodio que da bazas a la oposición para seguir buscando las contradicciones internas a este acuerdo que, al margen de este punto, marcha sin mayores sobresaltos. A Andueza le preguntaron a las puertas del Parlamento si iba a decir algo más, pero declinó hacer declaraciones. Fuentes de su entorno explican a este periódico que "no había ninguna novedad". El lehendakari, por su parte, zanjó que "está todo dicho".

LAS TRANSFERENCIAS

El pacto de gobierno sí recoge una apuesta por que el Ejecutivo español transfiera todas las competencias que recoge el Estatuto de Gernika. Es un ámbito donde, en teoría, ambos partidos sí están unidos, aunque la presión al Gobierno español y la publicidad con la que se reclaman estos traspasos es mayor en el PNV, en la consejería de Autogobierno de Olatz Garamendi, y no tanto en las consejerías de los socialistas, que no se han sumado a la avalancha de declaraciones que ha lanzado la parte jeltzale estos días y miden su actitud ante un Ejecutivo español encabezado por su propio líder, Pedro Sánchez. Urkullu respondía el martes a las críticas de Andueza asegurando que haría bien en presionar con los traspasos.

El portavoz del Ejecutivo vasco, Bingen Zupiria, sostuvo este jueves que el nivel de entendimiento es "alto" a todos los niveles, pero hay un compromiso "muy importante" que queda por cumplir y que tiene que ver con el Estatuto de Gernika. "Por primera vez en la historia, un Gobierno (español) ha asumido que hay un autogobierno que no se ha cumplido, y ha asumido públicamente un compromiso de cumplimiento. Este es el nudo gordiano sobre el que todos deberíamos hablar menos y trabajar más, porque es importante que el Estatuto de 1979 se vea cumplido de una vez. Ahí deberíamos centrarnos todos pública y privadamente", recalcó en Onda Vasca.

¿Quiere esto decir que PNV y PSE van a cerrar filas en ese cumplimiento? Los dos partidos están unidos en la gestión del autogobierno actual, en el programa del día a día y las leyes sociales y económicas pero, en cuanto al autogobierno pendiente, su estrategia a la hora de reclamar los traspasos es diferente. La vicelehendakari segunda, la socialista Idoia Mendia, sí reclamó con claridad la transferencia íntegra del Ingreso Mínimo Vital incluso enfrentándose al criterio del Gobierno español, también porque era una materia que iba a gestionar ella misma, pero el PSE no se ha vuelto a sumar en público a la ofensiva del PNV o no pone tanto el foco en la parte negativa del atasco, y sí en lo conseguido, como el histórico traspaso de las prisiones.

DIVORCIO EN EL NUEVO ESTATUS

Donde el choque es más evidente es en la negociación de un nuevo estatus de autogobierno para Euskadi. El pacto deja libertad a ambas partes porque conocen sus discrepancias. Lo que sí hace el acuerdo es apostar por una proposición de ley, pero es un asunto que queda ya en manos de los partidos y no del Gobierno, porque el debate está depositado en el Parlamento Vasco. De nuevo, la unidad del Ejecutivo queda blindada. Idoia Mendia volvió a insistir este jueves en una rueda de prensa para presentar los datos del empleo en que el nuevo estatus quedó fuera del programa del Ejecutivo, y defendió que en estos "tiempos severos" se requiere "responsabilidad y altura de miras".

"Nosotros estamos comprometidos con más autogobierno y, sobre todo, con más empleo, que es uno de los ejes principales de nuestro programa de Gobierno", dijo, para añadir que hay que centrarse en utilizar "todas las capacidades de autogobierno".

Zupiria, por su parte, se pronunció sobre el asunto de la plurinacionalidad. Urkullu dijo en Córcega que apuesta por un nuevo modelo de Estado que reconozca la plurinacionalidad y redistribuya la soberanía, con un Concierto Político que garantice que se cumpla lo pactado. Andueza dijo que hablaba a título personal, y el PNV replicó con el acuerdo de investidura con Sánchez, que admite los sentimientos nacionales. Zupiria dijo que la plurinacionalidad no deriva de ese compromiso, sino de la propia Constitución española que habla de nacionalidades y regiones. El PNV había deslizado que Andueza es menos ambicioso que Sánchez, lo que llevó el debate a un terreno más incómodo para el PSE.