- El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, tomó ayer posesión de su escaño atizando al PSOE de Pedro Sánchez. Aseguró que su partido está abierto a llegar a acuerdos con el presidente español, como es el caso de la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pero apostilló que “no lo pone fácil” cuando, por ejemplo, aprovecha sus intervenciones públicas para llamar “mangantes” a los cargos del PP. “Somos la antítesis al actual sanchismo. Tuvimos coincidencias con el PSOE, pero este partido ha mutado, ya no es el de la Transición y de la democracia en España”, aseveró en una rueda de prensa en la Cámara Alta.

Preguntado expresamente por si en la actual situación el PP está dispuesto a renovar el Poder Judicial, cuyo mandado lleva más de tres años caducado, el jefe de la oposición siguió a la defensiva y dijo que “me sorprende que quiera hablar con un partido de mangantes, pero parece ser que es lo que pretende”. Añadió que el PP va a intentar “ser respetuoso con los intereses de los españoles, no con los del Gobierno”.

En el terreno de lo práctico, Feijóo confirmó que retomará las conversaciones sobre el CGPJ tras las elecciones a la Junta de Andalucía del 19 de junio. Reconoció además que se sorprendió con los “insultos” de Sánchez contra su partido porque, según dijo, pensaba que esos calificativos ya no tenían cabida tras la entrevista que los dos dirigentes mantuvieron en Moncloa. “Me desagradó profundamente”, lamentó.

En su comparecencia ante los medios en el Salón de Pasos Perdidos del Senado, Feijóo aseguró que el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos “ya no defiende al Estado” sino que “ha decidido desprestigiar buena parte de las instituciones del Estado a cambio simplemente de mantenerse”.

Denunció que Sánchez ha realizado “muchas concesiones al independentismo”, no solo en el “pago inicial” de su investidura sino en los “pagos parciales y periódicos para mantenerse” en la Presidencia. Feijóo enumeró la concesión de los indultos a los condenados por el procés, los acuerdos con los grupos soberanistas mientras les espiaba a través del CNI y el pacto en el Parlament sobre la ley del catalán.

El guante de Feijóo fue recogido por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, auténtico verso suelto del PSOE, que planteó crear un “grupo de trabajo” formado por el PSOE y el PP para avanzar en “acuerdos concretos”, entre ellos la situación del español en Catalunya. “Sánchez está teniendo demasiada paciencia con Podemos”, apostilló.