- La mayoría sindical del Estado compuesta por CCOO y UGT se ha conjurado en los últimos días para añadir presión a ERC para que dé el visto bueno a la reforma laboral la próxima semana. En esa línea, los secretarios generales de ambas centrales, Unai Sordo y Pepe Álvarez, reclamaron ayer a los republicanos convalidar la norma en el Congreso porque “no significa un punto y final”, y recordaron que después se podrán abrir las negociaciones que se consideren oportunas sobre los temas que aún no se han tratado. Mientras tanto, el socio de Esquerra, EH Bildu, dejó ayer claro a los sindicatos vascos que no dará de ninguna manera su beneplácito a la norma.
De esta forma, los dos sindicatos mayoritarios tanto en el Estado como en Catalunya redoblan la presión sobre Esquerra, tal y como se evidenció en una rueda de prensa que Unai Sordo y Pepe Álvarez ofrecieron en Barcelona, acompañados de los dirigentes catalanes Camis Ros (UGT) y Javier Pacheco (CCOO). En esa línea, Sordo y Álvarez consideran que no hay alternativa porque es “un gran acuerdo” que permite abordar cuestiones fundamentales que repercutirán favorablemente en las condiciones de los trabajadores.
Pepe Álvarez señaló que el apoyo de ERC debería existir, al “igual que el del resto de fuerzas políticas”, teniendo en cuenta la precariedad existente en el mercado laboral. El líder de UGT ve “injustificable” que el PP no vote a favor de la reforma, porque no entiende que un acuerdo al que han llegado empresarios y sindicatos no merezca el apoyo de un partido que quiere gobernar España, y al que reclama que vote en función de los contenidos y no alegando que no se le ha llamado a ir a votar.
Por su parte, Unai Sordo cree que “no votar a favor de la convalidación es lo mismo que votar a favor de la legislación del PP de 2012”, lo que considera un argumento contundente, tal y como reafirmó también Álvarez. Al secretario general de CCOO le parece “muy importante pensar que en este proyecto hay que ir construyendo” y que la oportunidad actual es posible que no vuelva a aparecer en el futuro. “Hasta que ha habido este acuerdo no he visto en el Congreso de los Diputados grandes propuestas de reforma”, apostilló.
Por lo tanto, para ambos sindicatos es “muy importante” aprobar la reforma laboral en el Congreso por mayoría amplia para “acabar con la precarización de los trabajadores y que sea con la misma mayoría de izquierdas” con la que se aprobaron los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022.
Mientras tanto, el diputado de EH Bildu Oskar Matute transmitió a la “mayoría sindical vasca” que la coalición independentista rechazará en el Congreso la reforma laboral si se mantiene el actual “texto cerrado”, al considerar que no modifica los aspectos “más lesivos” de la reforma de 2012 de Mariano Rajoy.
Matute se reunió en Bilbao con representantes de los sindicatos ELA, LAB y Steilas, que junto a las centrales Hiru y Etxalde han anunciado también encuentros con PNV y Podemos-Ahal Dugu para pedirles “el compromiso de derogar íntegramente” las últimas reformas laborales.
El diputado de EH Bildu remarcó a la “mayoría sindical” que si se presenta el “texto cerrado” que acordaron el Gobierno, la patronal CEOE y los sindicatos UGT y CCOO, la posición de su grupo no puede ser el voto a favor en ningún caso. “Votar sí a esta reforma laboral es votar sí al núcleo de la reforma laboral del 2012 de Mariano Rajoy”, destacó el dirigente de la coalición.
Ciudadanos, a la espera. El portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, aseguró ayer que están a la espera de que el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, les llame para dar su apoyo la reforma laboral después de que así se lo prometiera en una conversación que mantuvieron en la Cámara Baja el pasado martes. “Nosotros daremos un sí siempre y cuando no se toque una coma, ni ahora ni en el futuro”, resumió Bal.