- Peio Etxeleku (1974), nuevo presidente del Ipar Buru Batzar de EAJ-PNB y empresario de 46 años que sustituye a Pako Arizmendi, dirige varias empresas ubicadas en Lapurdi, Baja Navarra y Gipuzkoa, que emplean a 240 trabajadores en los sectores de agroalimentación y construcción. Es concejal en la localidad labortana de Kanbo, representante de la Mancomunidad de Iparralde en la comarca de Errobi, miembro de la dirección de la Cámara de Comercio e Industria de Baiona y vicepresidente del consorcio del jamón de Baiona.
Comienza una nueva etapa. ¿Cuáles son sus objetivos?
—Queremos dinamizar el partido y aumentar el numero de afiliados. Vamos a tratar de abrir el partido todavía más a la sociedad de Iparralde y que al mismo tiempo los habitantes de este territorio nos digan lo que necesitan. Planteamos una nueva relación en ambos sentidos. En Iparralde, el empleo, la vivienda o la movilidad son algunas de las preocupaciones diarias. Desde hace unos años, el territorio está cambiando a gran velocidad en numerosos ámbitos y nuestro partido puede realizar sus aportaciones. También tenemos que fomentar reflexiones con agentes políticos, sociales, económicos y culturales para encontrar más respuestas adaptadas a la realidad.
¿Es factible con la representación actual?
—Contamos con dos alcaldes y una decena de concejales. Si tenemos en cuenta la sociología de Iparralde, EAJ debería ser la mayor fuerza política dado que somos de tradición centrista y demócrata cristiana. El partido corresponde perfectamente al sentir de la sociedad por lo que ahora tenemos que traducir esto electoralmente. Aportar respuestas concretas y originales nos puede permitir aumentar nuestro peso electoral para participar de forma más activa en la toma de decisiones que pueden mejorar la vida cotidiana de las personas. Debemos ocupar una posición central y actuar como un conector que permita crear más vínculos. Hay que fomentar más relaciones entre las personas que no se sienten abertzales y las distintas familias abertzales, entre ambos lados de la muga y entre el mundo económico y las personas que se sienten alejadas de este ámbito.
En las últimas elecciones municipales, el PNB se presentó en listas de izquierda en Hendaia y Biarritz pero en los demás municipios casi siempre va de la mano del centro derecha. ¿Dónde se ubica?
—Somos el partido que está al servicio de nuestra nación. Vamos más allá que el tradicional debate izquierda-derecha. Somos centristas y al mismo tiempo partidarios de la construcción europea. No vemos nuestro pueblo fuera de Europa. Aspiramos a una Euskadi unificada dentro de una Europa fuerte.
En 2021 se renovarán los consejos de la región Nueva Aquitania y del departamento de Pirineos Atlánticos.
—Dentro de unos días se va a reunir la nueva ejecutiva y vamos a arrancar con este tema encima de la mesa. Vamos a reflexionar sobre la estrategia electoral que vamos a adoptar.
Por cierto, la pandemia podría aplazar los comicios previstos para la primavera.
—El coronavirus ha provocado una crisis impresionante cuyas consecuencias son todavía difíciles de medir. Todos tenemos que estar preparados para responder de forma adecuada pero tengo dudas porque, a menudo, los responsables políticos desconocen cómo funciona el mundo económico y sé de que hablo porque personalmente estoy en ambos lados. Nuestras empresas tienen que hacer frente a grandes retos y adaptarse a la digitalización.
Tras el despido de 132 trabajadores en una empresa aeronáutica de Hazparne, los sindicatos reclaman una profunda reflexión.
—Me comprometo a participar en este proceso, por supuesto. Entre todos tenemos que dar una respuesta a un problema que afecta a todo el mundo. Además, la transición ecológica es otro de nuestros retos, y me parece que el desarrollo de nuestras empresas solo será posible si se tiene en cuenta esta cuestión. Es una gran oportunidad colaborar entre Ipar y Hegoalde, y fomentar la creación de grupos de empresas distintas. Es lo que hago y podemos duplicar este modelo creando más puentes para salvarnos.
Pero el desconocimiento es alto y a menudo ambos lados del Bidasoa viven de espaldas.
—El primer paso es dominar más idiomas. El euskara tiene que ocupar más espacio en Iparralde y el francés debe recuperar el sitio que ocupaba en Hegoalde hace unas décadas. Y más allá de grandes anuncios, me parece más eficaz la colaboración cotidiana en ámbitos muy concretos como la economía o la agricultura. Tenemos que fijar objetivos en cada sector. Y en cuanto a la cultura, las instituciones deben aportar más apoyo cuando se trata de proyectos transfronterizos. Únicamente de esta forma conseguiremos borrar la muga que existe sobre todo en nuestra mente.
La Mancomunidad única de Iparralde cumplirá en breve cuatro años. ¿Responde a las necesidades de Iparralde?
—Es un primer paso. Los jeltzales valoramos positivamente que por primera vez colaboren los 158 municipios de Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa. Las grandes ciudades de la costa labortana, Larraine, Behorlegi o Biriatu... cada una tiene una voz y un peso. Es interesante porque aquí históricamente siempre se ha optado por la colaboración, fue el papel del Biltzar, por ejemplo. Hay que poner en valor que la legislación francesa permita dar pasos. Con todo, todavía hay demasiada centralización. La nueva institución carece de rapidez y de proximidad y hay que corregir cuanto antes. En caso contrario pondríamos en riesgo su futuro. Es lo que reclaman muchos vecinos y cargos electos.
La mayoría reclamaba un departamento propio o una Colectividad Territorial Específica. ¿Su partido defenderá ir más allá?
—Tenemos que profundizar nuestras reflexiones en este sentido ya que la Mancomunidad apenas tiene autonomía fiscal. Gestiona ya 21 política públicas pero hay que conseguir más competencias. Y para ello existen formulas dentro de la constitución francesa.
Nada más conocer su nombramiento, decenas de personas de ámbitos muy distintos no han dudado en felicitarle de forma pública, algunos en euskara.
—Es positivo. Numerosas personas están entusiasmadas por mi implicación ya que esperan nuevas ideas y respuestas concretas. Empiezo una nueva misión, para un tiempo concreto, para servir de otra forma a este territorio que tanto me ha dado. Mi experiencia profesional puede servir para intentar impulsar cambios en la manera de gestionar algunas cuestiones. Conozco muy bien el sur de nuestro país, la parte económica sobre todo, y pese a ser de Iparralde me considero también de Hegoalde. No me limitaré a abordar los temas de Iparralde sino que también daré mi opinión sobre las cuestiones que conciernen únicamente a Hegoalde.
“El partido corresponde al sentir de la sociedad de Iparralde y ahora debemos traducirlo electoralmente”
“Tenemos que fomentar más relaciones entre los que no se sienten abertzales y las distintas familias abertzales”
“No me limitaré a abordar los temas de Iparralde, también opinaré sobre las cuestiones de Hegoalde”