- Las conversaciones parecen abocadas al acuerdo después de que el Gobierno español haya señalado al PNV como su socio preferente y, en consecuencia, haya apostado por dar marcha atrás en medidas rechazadas por los jeltzales como el impuesto al diésel, pero no está siendo sencilla la negociación presupuestaria con el partido de Sabin Etxea, que no quiere dar su respaldo a cambio de nada y pretende profundizar en las inversiones vascas. El PNV comparte que la situación es crítica por la pandemia del coronavirus, pero no quiere que ese argumento sirva para correr un tupido velo y que a las inversiones comprometidas con Euskadi se las lleve el viento en una negociación a la baja o con un cheque en blanco. Precisamente hoy a las 14.00 horas expira el plazo para que los grupos registren en el Congreso de los Diputados sus enmiendas parciales a los Presupuestos estatales del próximo año, y el PNV estrechará su marcaje sobre el presidente Sánchez formulando una pregunta en el pleno tan solo un día después, mañana miércoles, para conocer su actitud ante los compromisos adquiridos con las inversiones vascas. La pregunta llega también en puertas de que las enmiendas se debatan y voten en comisión, los días 24, 25 y 26 de noviembre.
El portavoz jeltzale, Aitor Esteban, preguntará en la sesión de control “con qué espíritu” afronta el presidente español “los compromisos presupuestarios con el grupo vasco”. Esta pregunta llega después de que el PNV haya considerado insuficientes las inversiones vascas que contempla el proyecto, especialmente laxo en los plazos sobre el Tren de Alta Velocidad. Quiere que se cumplan las inversiones plurianuales pactadas con el expresidente Rajoy y que siga el impulso. También quiere hilar más fino e influir en los fondos europeos, y rechaza igualmente el impuesto al diésel, que puede penalizar a un perfil de usuario poco boyante, y a la industria del automóvil, como sucede con la planta de furgonetas que utilizan este combustible y que se fabrican en la Mercedes Benz de Gasteiz. Sánchez plantea a una subida impositiva desde los actuales 30,7 céntimos por litro hasta 34,5, pero la ministra Montero está dispuesta a rectificar.
La negociación se mantiene aún en el habitual tira y afloja con el Gobierno español, que hubiera deseado ceder lo mínimo con el argumento de la crisis del coronavirus. No obstante, se va a encontrar con un esquema muy distinto al de EH Bildu, que sí le ha dado su respaldo gratis o, al menos, sin que trascienda en público ninguna contrapartida. El Gobierno español ha declarado que el PNV es su socio prioritario y quiere dar continuidad a la relación durante toda la legislatura, lo que hace impensable, en principio, que pueda prescindir de los seis escaños jeltzales e intentar otras fórmulas en las que no sean necesarios, aprovechando que ya tiene también los cinco votos de EH Bildu.
El PNV fue uno de los partidos que votó en contra de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos estatales de 2021 con el objetivo de dar margen a la tramitación y un voto de confianza al diálogo con el Gobierno español.
Las enmiendas, hoy. Hoy a las 14.00 horas expira el plazo para registrar las enmiendas parciales a los Presupuestos estatales de 2021. Estas enmiendas tienen que pasar una primera criba más técnica del Gobierno español, que puede rechazar la tramitación de algunas si cree que se exceden y entran a definir la política económica del Ejecutivo. En cuanto al PNV, la ministra Montero ya ha dicho que ve margen para eliminar el impuesto al diésel y que esos 500 millones de ingresos se pueden mover de otras partidas.