Para que el año que viene haya presupuestos en la CAV el Gobierno de PNV y PSE tiene que recabar al menos el apoyo de un grupo que con su voto positivo o su abstención dé vía libre a las Cuentas. EH Bildu ya ha dicho que si no salen los socialistas de Lakua no entrará a negociar, y Elkarrekin Podemos señalaba ayer que ve “difícil” el pacto, y por lo tanto, solo queda la opción de la prórroga o el apoyo del PP. Conocedor de esta circunstancia, ayer el presidente de los populares en Euskadi, Alfonso Alonso, mantuvo la presión que está ejerciendo sobre el lehendakari para que la reforma fiscal pendiente lleve el sello del PP, con una bajada de tipos y bonificaciones en el Impuesto de Sociedades. Iñigo Urkullu le respondió que está “implicado y con esperanza”, aunque también le recordó que los tributos son competencia de las Juntas Generales.

La pregunta de Alonso versaba sobre el balance del primer año de Gobierno, pero al margen de las inversiones y actuaciones que detallaba el lehendakari, y las que echaba de menos el político conservador, el asunto de fondo estaba en la reiteración de la oferta popular: impuestos a cambio de Presupuestos. “Tenemos el compromiso para el dialogo y la colaboración para arreglar el desaguisado de la reforma fiscal”, dijo Alonso, quien considera que “el año que viene puede ser un año de estabilidad política, pero para que eso pueda ser así, se lo voy a decir con claridad, necesitamos que usted se implique y ejerza su liderazgo”, advirtió el presidente del PP vasco, que señaló directamente al lehendakari como responsable último de la cuestión. “Depende de usted que tenga su Gobierno capacidad de abordar las reformas pendientes y que no han sido capaces de encauzar en un primer año”.

Queda claro, por tanto, un mensaje ante el que Urkullu recogió el guante, pese a las dificultades que entraña. La primera, ya advertida ayer y en otras ocasiones por el lehendakari, se refiere a la competencia en materia tributaria. El pacto que persigue Alonso se acordará en las sedes de los partidos, pero se deberá materializar en las Juntas Generales alavesas, pues en Gipuzkoa y Bizkaia PNV y PSE tienen mayoría suficiente para sacar adelante la reforma fiscal que pactaron. En Álava se ha completado la primera fase de la legislatura con el apoyo presupuestario de EH Bildu al diputado general Ramiro González, que ahora tendrá que mirar a otra bancada, forzados tanto PNV como EH Bildu más allá de sus querencias por el devenir de la política en Euskadi.

Ayer González ya explicaba que PNV y PSE tendrán que sentarse para negociar qué aspectos pueden incorporar a sus Cuentas o no, para aprobar la modificación en Álava y luego extenderla a Gipuzkoa y Bizkaia y cumplir así con las exigencias del PP, o de otras formaciones si se da un vuelco a la situación que hoy por hoy parece imposible. Se hablará, afirmó, “con quien quiera negociar, con quien quiera acordar, con quien esté en disposición”. En todo caso, el PNV acordó la modificación tributaria “sabiendo que tenía que ampliarse” y el PSE “sabe que es así”, afirmó González en una entrevista concedida a Radio Vitoria, recogida por Europa Press.

Efectivamente, otro de los escollos, al margen del competencial, son las reticencias de los socialistas a incorporar medidas que van en la dirección opuesta a la reforma fiscal que ellos plantean y que ya han negociado con el PNV como socios de gobierno que son en Lakua, en los tres territorios y en varios ayuntamientos.

En todo caso, al diputado general alavés no le parece que la postura del PP sea coherente. “Para pactar los Presupuestos del año 2018, quiere antes pactar la fiscalidad de 2019; es una posición política y yo la respeto, aunque no la comparto, creo que la ciudadanía no la entiende, supone que, por encima de sus intereses, se pone el interés político”. En su opinión, además, decidir sobre los impuestos en el Parlamento Vasco “es absolutamente incompatible con algo de lo que suele hacer gala públicamente el PP, que es su foralismo”.

También se pronunció ayer sobre la negociación presupuestaria el portavoz de Elkarrekin Podemos, Lander Martínez, tras reunirse en el Parlamento con representantes de CCOO, sindicato que el jueves apuntaba a la necesidad de llegar a un pacto presupuestario en Euskadi. Por un lado, el PNV les dejó claro que las posiciones políticas y económicas entre ambos “son muy distantes”. Por otro, la presencia en el Gobierno del PSE, partido que “ha avalado todas las políticas del PP” de Rajoy, dificulta la relación de la coalición con el Ejecutivo.