La mal llamada batalla de Villarreal no fue solamente un enfrentamiento por la posesión de un enclave geográfico concreto, sino uno de varios enfrentamientos englobados en la primera ofensiva gubernamental de envergadura de la contienda”, mantiene el investigador Josu M. Aguirregabiria en el libro La batalla de Villarreal de Álava, ofensiva sobre Vitoria-Miranda de Ebro. Noviembre y Diciembre de 1936, publicado en la bilbaina Ediciones Beta.

A juicio del autor, con el paso del tiempo esta ofensiva quedó “eclipsada” por otros episodios de armas de magnitud superior por los medios empleados, pero que “no por eso fueron de mayor valor estratégico”. Siempre según sus palabras, el objetivo de esta lucha fue la ruptura del denominado frente del norte con los recién creados cuerpos del ejército de operaciones asturiano, santanderino y vasco, que acabaron conformando el Ejército del Norte republicano.

En su nueva publicación, Aguirregabiria abunda en cómo, “de cumplirse todos los objetivos, el plan pasaría a ser más ambicioso y se activarían también los principales frentes estabilizados, el aragonés y el central, una vez que el ejército autodenominado nacional se retirara hacia el sur, y se especulaba nada menos que con la posibilidad de ganar la guerra”.

Sin embargo, la realidad fue muy distinta, como anima a conocer en esta nueva referencia histórica, y “ese optimismo quedó interferido particularmente por una línea del mapa denominada frente de Álava, donde figuraba uno de los principales objetivos de la operación por su estratégica situación, Villarreal de Álava”, relató en declaraciones a este periódico.

Mes fatídico El libro ve la luz en la serie Monografías de la Guerra Civil en Euzkadi. Es el noveno volumen publicado sobre esta temática, impulsado por la Asociación Sancho de Beurko. Con la edición de esta nueva monografía se completa un anterior ensayo titulado El Frente de Álava. De la sublevación militar a vísperas de la batalla de Villarreal. Primera Parte.

En la reciente entrega, el autor relata los acontecimientos del frente alavés en el invierno de 1936, que pasó de ser un enclave “tranquilo” a convertirse en el protagonista de la primera ofensiva de envergadura ordenada por el Gobierno de la República. Como valora, ello puso en liza al recién creado Ejército del Norte, “formado por los cuerpos del ejército de Asturias, Santander y Euzkadi”.

El mes de diciembre de 1936 sería “fatídico”, a juicio de este investigador de Sancho de Beurko Elkartea, para el territorio alavés, en especial para las localidades situadas al norte del mismo. Poblaciones como Uzkiano, Murua, Gopegi, Etxaguen, Okoizta, Zestafe, Betolaza, Nafarrate, Elosu o Legutio (Villarreal de Álava) se vieron envueltas en un cruento enfrentamiento por la posesión de Gasteiz durante más de 20 días.

Según explican a DNA desde Ediciones Beta, el lector que se acerque a esta obra, “de nuevo, dispondrá de una aportación documental exhaustiva, como los listados de bajas de ambos bandos. Sin corsés ideológicos, solo con datos, en su mayoría inéditos, incluyendo los testimonios de algunos de sus protagonistas, que le llevarán a la primera línea de la llamada batalla de Villarreal de Álava”.

El autor del libro, Josu M. Aguirregabiria, es investigador y socio fundador de la Asociación Sancho de Beurko, agrupación cuya finalidad es el estudio de la Guerra Civil en el ámbito vasco. En 1998 comenzó un peregrinaje junto a Guillermo Tabernilla por los archivos de todo el Estado español, fruto del cual fue, en 2006, la primera parte de la presente monografía.

Objetividad Desde la editorial bilbaina valoran que la Asociación Sancho de Beurko es una entidad sin ánimo de lucro que ha obtenido “excelentes críticas” por sus publicaciones en revistas especializadas. Portavoces de Ediciones Beta agregan que, “a falta de corsés ideológicos, no comparten otra cosa que su pasión por la historia, sin ánimo victimista ni revanchista, sin servir a otra causa que no sea la de la objetividad en sus investigaciones”.

Durante los últimos años han organizado varias exposiciones, han colaborado con archivos públicos y privados, instituciones, sociedades, asociaciones, editoriales, productoras audiovisuales, autores de reconocido prestigio, etc.

Desde 2008, la asociación se ha embarcado además en la realización del inventario de fortificaciones del Cinturón de Hierro para la Dirección de Patrimonio del Gobierno Vasco, y ha colaborado en la puesta en valor de fortificaciones con municipios como Laudio, Sopelana, Gorliz o Berango.

En esta última localidad se inauguró en 2012, con la colaboración del Ayuntamiento, el Centro de Interpretación Memorial del Cinturón de Hierro. “Nos encontramos, sin duda, ante una asociación cultural de carácter histórico que se ha ganado la admiración de propios y extraños con un proyecto original e independiente, sin injerencias externas. Algo todavía muy difícil de conseguir”, concluyen los editores del libro que ya está a la venta.