Ayer se cumplieron 78 años desde que el 7 de octubre de 1936 el lehendakari José Antonio Aguirre juró su cargo ante el Árbol de Gernika, símbolo de las libertades vascas. Con un texto que él mismo había elaborado, pronunció unas palabras que han pasado a la historia y que han sido repetidas por el resto de lehendakaris en sus respectivas tomas de posesión salvo el socialista Patxi López: “Jainkoaren aurrean apalik, Euzko Lur gainean zutunik, asaben gomutaz, Gernikako Zuhaizpean, herri ordezkarion aintzinean nere agindua ondo betetzea zin dagit -Ante Dios humillado, en pie sobre la Tierra Vasca, en recuerdo de los antepasados, bajo el Árbol de Gernika, ante los representantes del pueblo juro desempeñar fielmente mi cargo-”.

Horas antes, en la basílica de Begoña, y en un acto de marcado carácter religioso, Aguirre había jurado fidelidad a la fe católica, a las enseñanzas de la Iglesia, a su patria y al partido.

Nacido en Bilbao el 6 de marzo de 1094, José Antonio Aguirre se graduó en Derecho en la Universidad de Deusto, unos estudios que, sin embargo, no le impidieron desarrollar otra de sus pasiones, el fútbol, hasta el punto de que debutó con la camiseta del Athletic, club con el que llegó a disputar cuatro partidos del campeonato de Copa. A la muerte de su padre se hizo cargo del negocio familiar, la por todos conocida empresa Chocolates Bilbainos Chobil.

Alcalde de getxo Militante del PNV, a los 27 años se convirtió en alcalde de Getxo, cargo desde el que demostró las dotes de liderazgo que le llevarían a tomar las riendas del Gobierno Vasco en el período convulso que sucedió al alzamiento fascista de Franco.

Desde su puesto de alcalde getxoztarra, Aguirre intervino decisivamente en los intentos fallidos de redacción de un Estatuto vasco en 1931 y 1932. El 5 de noviembre de 1933, dos semanas antes de las elecciones generales del 19 de noviembre, se celebró un referéndum en Araba, Gipuzkoa y Bizkaia, en el que se sometió a consulta un nuevo texto de Estatuto que no incluía a Nafarroa. El documento fue aprobado por abrumadora mayoría (459.000 votos a favor por solo 14.000 en contra). Sin embargo, la disolución de las Cortes para celebrar las elecciones generales y las reticencias del gobierno español llevaron al bloqueo el Estatuto hasta el 1 de octubre de 1936, ya en plena Guerra Civil.

Apenas seis días después, el 7 de octubre, en una votación en la que participaron concejales vizcainos y algunos de los ediles guipuzcoanos y alaveses (en Nafarroa ya había triunfado la sublevación franquista), José Antonio Aguirre fue elegido lehendakari.

Gobierno de concertación Fiel a su forma de ser, siempre buscando el consenso y el acuerdo, Aguirre formó un primer gobierno de concertación en el que estaban presentes nacionalistas, socialistas, comunistas y otros sectores republicanos. Con él como presidente y responsable de Defensa, otros destacados miembros de aquel primer Ejecutivo vasco fueron los miembros del PNV Telesforo Monzón y Jesús María de Leizaola, que ocuparon las carteras de Gobernación y Justicia, respectivamente; los militantes del PSOE Juan de los Toyos (Trabajo) y Santiago Aznar (Industria); o el militante de ANV Gonzalo Nárdiz, que se hizo cargo de la cartera de Agricultura.