Vitoria. La crisis abierta entre el PSC y el PSOE, después de que la formación catalana rompiera el martes la disciplina de voto en el Congreso y se abstuviera en una moción que rechazaba el derecho a decidir, concitó ayer entre destacados dirigentes socialistas opiniones a favor y en contra de la ruptura de ambas formaciones. Desde Euskadi, el secretario general del PSE, Patxi López, afirmó que "la ruptura del PSC con el PSOE no sería la respuesta a nada", sino que "agravaría la situación". Rodolfo Ares advirtió de que si PSC y PSOE no llegan a un acuerdo sobre el debate independentista, se producirá "un choque de trenes que dividirá a la ciudadanía".
En un sentido contrario, José Bono defendió que el PSOE debería "plantearse muy en serio" su situación en Catalunya, convencido de que si se presentase a unas elecciones sacaría más del 14% de los votos, que son los que obtuvo el PSC en las últimas elecciones autonómicas. "La deriva del PSC hacia el nacionalismo es tan evidente que muchos electores han pensado que suponía más votar lo nacionalista que lo socialista", opinó.