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El testigo del acuerdo

El Parlamento homenajeó al primer lehendakari con la presencia de sus sucesores en la democracia

El testigo del acuerdoEFE/ADRIAN RUIZ DE HIERRO

"Además de su mensaje humanista, debemos dar continuidad a su mensaje de unidad y de apertura al mundo", decía ayer el lehendakari, Iñigo Urkullu. El Parlamento Vasco rindió ayer un muy especial homenaje al que fuera primer lehendakari, José Antonio Aguirre, coincidiendo con el 77 aniversario del juramento de su cargo -una fórmula heredada hasta la actualidad- en la Casa de Juntas de Gernika, líder de un gobierno nacido ya durante la Guerra Civil y marcado por el exilio pero también por la transversalidad, con cuatro representantes nacionalistas, tres socialistas, dos republicanos, un comunista y un integrante de Acción Nacionalista Vasca. Iñigo Urkullu rememoraba ayer en la Cámara vasca ese legado político de Aguirre en un momento muy significativo en la escena política, apenas una hora antes de que el PP anunciara su decisión de sumarse al pacto fiscal de PSE y PNV, pero también con una actualidad marcada por la crispación vivida en la última semana en el propio Legislativo alimentada por la operación judicial contra Herrira.

El Parlamento Vasco reconoció simbólicamente al lehendakari Agirre con la insignia de parlamentario -hasta ayer era el único jefe del Gobierno Vasco que no ostentaba esta distinción-, que fue recogida por su hija Aintzane y otros familiares asistentes al acto. Asimismo, incorporó a su archivo el informe de descargo que Aguirre presentó en el I Congreso Mundial Vasco (en 1956 en París), un análisis de política general de Euskadi durante esos 20 años que sirve así de enlace entre la vida política y parlamentaria de aquel primer Ejecutivo autonómico y las instituciones nacidas del Estatuto de Gernika. La hija de Aguirre recibió de manos de la presidenta de la Cámara, Bakartxo Tejeria, la insignia -que reproduce la obra Izaro de Néstor Basterretxea que preside el salón de Plenos- con una breve intervención en la que reivindicó los valores políticos de su padre, "unión, respeto y tolerancia". "La tarea del futuro va a ser obra de todos y, restauradas la justicia y la libertad, todos debemos tener cabida en una tierra de tolerancia como debe ser la nuestra", rememoró Aintzane Aguirre citando palabras de su padre.

figura emblemática La figura de Aguirre concita un inusual y amplio consenso dentro de la clase política vasca. Como simple anécdota, y más allá de sus vínculos obvios con el PNV, es fácil recordar que precisamente la placa que recuerda en el hotel Carlton de Bilbao que allí residió durante la Guerra Civil la sede de aquel Gobierno Vasco presidido por Aguirre fue una parada de la campaña electoral de Patxi López en las autonómicas de 2009, igual que la balconada de dicho hotel fue el escenario elegido por EH Bildu como telón de fondo para la presentación de su candidata, Laura Mintegi, en las autonómicas de 2012.

Urkullu, en su discurso, pareció querer tender un puente entre el discurso de Aguirre y la actualidad. Ya la semana pasada, en la presentación del acuerdo con las tres diputaciones sobre las inversiones a las que se destinará la ampliación del margen de déficit de 2013, el lehendakari subrayaba que éste era "un ejemplo de por dónde tenemos que ir las instituciones" y advertía de que "este acuerdo nos está pidiendo más acuerdos". Ayer insistió en esa idea pactista, destacando el impulso del primer lehendakari en "la colaboración política y el acuerdo institucional como herramientas para el logro de los objetivos de la nación vasca".

"El lehendakari supo aunar y sintetizar las aspiraciones personales y colectivas del pueblo vasco, hoy hacemos nuestro su ideario reflejado en sus propias palabras: a la demanda de los hombres reclamando sus derechos individuales y sociales, se une la exigencia de los pueblos que, con características nacionales propias, necesitan la libertad y el gobierno propio para su conservación y perfeccionamiento", añadió Urkullu.

cinco lehendakaris La Mesa del Parlamento Vasco al completo recibió a la familia de José Antonio Aguirre, cuyo homenaje concitó una representación de las instituciones vascas de los últimos treinta años del más alto nivel. Todos los lehendakaris de la democracia se dieron cita en el Legislativo, en una imagen que reunió por primera vez a los cinco jefes del Ejecutivo vasco desde 1979: Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza, Juan José Ibarretxe, Patxi López y el propio Iñigo Urkullu. También se reunieron los presidentes de la Cámara autonómica, con las excepciones del socialista Jesús Eguiguren y de la popular Arantza Quiroga, que excusó su asistencia por las reuniones de última hora para cerrar el pacto fiscal con PNV y PSE.

El acto sirvió además para dejar expuestos en el Salón de Recepciones del Legislativo varios objetos significativos de la vida política de Aguirre cedidos por la Fundación Sabino Arana. Entre ellos destaca, sin duda, el pergamino manuscrito de la jura del lehendakari en Gernika el 7 de octubre de 1936 y la ikurriña de Eresoinka, que presidió el recibimiento de Aguirre al presidente Companys cerca de París en 1938. "Porque fueron, somos, y porque somos, serán. La continuidad no se ha interrumpido", cerró el acto Bakartxo Tejeria.