Baiona. La Gendarmería francesa detuvo ayer en Iparralde a la exdirigente de Batasuna Aurore Martin, de nacionalidad francesa y reclamada por España, según anunciaron fuentes de la investigación.
Martin, que había vuelto a tener vida pública desde hace casi un año después de pasar un tiempo en la clandestinidad, fue arrestada en un control de carretera en Maule, la localidad de la que es originaria, precisaron las fuentes.
La detención se produce cuatro días después de que la Policía gala también detuviera en suelo francés a los presuntos miembros de ETA Izaskun Lesaka y Joseba Iturbide, quienes iban armados en el momento de su arresto.
En el caso de Martin, la joven exdirigente abertzale pasó a la clandestinidad cuando el Tribunal Supremo de Francia dictaminó, el 16 de diciembre de 2010, que debía quedar en manos de la Audiencia Nacional española, que la reclama por su implicación en actos públicos en España con la ilegaliza Batasuna, organización legal en Francia.
La policía gala intentó detenerla el 21 de junio de 2011 en Baiona, pero las fuerzas del orden desistieron ante la presencia de un nutrido grupo de personas que se oponían al arresto.
A partir de entonces, la exdirigente de Batasuna dio entrevistas y participó en diversos actos públicos, como una manifestación el 10 de diciembre de ese año con el presunto miembro de Ekin, Josu Esparza, quien fue detenido y entregado pocos días después a España, donde fue condenado en mayo.
Desde entonces ha vivido sin esconderse y en los últimos tiempos se ha mostrado particularmente activa en la organización Bake Bidea (el camino de la paz, en euskera) en Baiona.
huidos de eta Una agencia de noticias divulgó ayer una información en la que detallaba cómo el Gobierno de España, a través del Ministerio del Interior, tiene constancia de que ETA ya no pondrá obstáculos a los militantes sin causas pendientes o con sus delitos prescritos que de manera voluntaria decidan abandonar sus escondites en distintas partes del mundo para regresar a Francia o España.
La banda terrorista estudia usarlos como medida de presión contra el Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy y forzar una negociación sobre lo que los terroristas denominan "consecuencias del conflicto" tal y como se recogía en la Declaración de Aiete, según informan a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.