El “hija de puta” que Javier Negre lanzó a Mertxe Aizpurua por negarse a responderle (este es otro debate que también hay que abordar, y más cuando la ahora diputada ha sido, precisamente, periodista) lo oímos todas y todos, y todas y todos sabemos, también, que es absolutamente intolerable. Era esperable un intento de victimización del propio Negre en Twitter (nadie va a encontrar en mí un colaborador para victimizar a quien nunca fue una víctima, del bando que sea), pero yo lo que espero es que el Congreso tome medidas contra el intoxicador: el insulto a una representante de la ciudadanía es inadmisible.