Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
En el Concurso de Tomates de Aretxabaleta se cataron 34 variedades.
Aitzol Zugasti
Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
El primer clasificado: Rosa de Sunbilla, de Juan Pedro Santos Amatria.
Aitzol Zugasti
Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Segundo clasificado: Rosa de Aretxabaleta, de Alejandro Ulecia García.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Tercer clasificado: Rosa de Aretxabaleta, de Txomin Beitia Beltrán de Heredia.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Idi bihotz, cultivado en Antzuola.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Peruco, cultivado en Murieta.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Mejana de Aoiz, cultivado en Lakabe.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Baztango idi bihotza, cultivado en Berriosuso.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Rojo de Lerín, cultivado en Murieta.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
'Autóctono' de Sangüesa, cultivado en Lumbier.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Pikoluze, cultivado en Beizama.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Feo de Tudela, cultivado en Beizama.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Atxondo Etxetxikiko berdea, cultivado en Atxondo.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Saint Michel, cultivado en Beizama.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Arantzadi, cultivado en Aritzkuren.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Aretxabaletako arrosa, cultivado en Beizama.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Aritzkurengo madaria, cultivado en Aritzkuren.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Pimiento de Blas, cultivado en Anotz (valle de Ollo).
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Pikoluze, cultivado en Igorre.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Sunbillako arrosa, cultivado en Sunbilla.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Aretxabaletako mozkorra, cultivado en Antzuola.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Korta, cultivado en Errezil.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Tomate de Gero, cultivado en Belzunze.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Bastidako tomata, cultivado en Bastida.
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Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.
Además del sabor, la maduración, el color según la variedad de que hablemos, el aspecto y la textura son parte básica para una cata, y eso lo saben muy bien los participantes y jurado del Concurso de Tomates de Aretxabaleta, que se celebró el pasado 10 de septiembre en la localidad guipuzcoana. En la cita, se cataron 34 variedades provenientes de los cuatro territorios de Hegoalde.