Veinticinco años no son baladí. Es el tiempo que lleva en activo Neila, la banda santurtziarra de postmetal que está cerca de cumplir sus bodas de plata. ¿Su intención? Celebrarlo, como todos los logros, sobre el escenario mientras se preparan para sacar nuevo disco. Y logros cosechan varios, pues en 2019, justo antes de la pandemia, llegaron incluso a tocar en el archiconocido Resurrection Fest.
¿Van a celebrar de alguna forma las bodas de plata?
-Cuper: Creo que no (risas). La verdad es que no somos muy dados a ese tipo de celebraciones, me hacen sentir un poco viejo. Hacer un concierto de veinticinco años me suena....
Alberto: A dinosaurio (risas).
Poder celebrarlo sobre el escenario es más que suficiente, ¿no?
-Cuper: Sí, la verdad es que no nos agobiamos ni con ensayos ni con discos, y no se nos han hecho largos los veinticinco años.
¿Cómo empezó este proyecto?
-Alberto: Estábamos en Santurtzi cuatro amigos un poco aburridos, nos gustaba la música, nos juntamos un día en casa de uno... Y así fue. Al principio éramos Cuper y yo a la guitarra, Txape el bajista y Guru el batería original. Txape, Cuper y yo nos conocemos del colegio desde hace muchos años, y otro conocido de Santurtzi se sumó como cantante, Jon Koldo. Escogimos el nombre y empezamos a dar conciertos; empezamos en 1999 y el primer concierto creo que sería al principio del año 2000.
El nombre de Neila es muy especial, es Alien al revés. ¿Cómo surgió la idea de nombrarse así?
-Cuper: Yo creo que fue Txape, y fue poquito antes del primer concierto. No teníamos nombre, habíamos barajado varios, pero ninguno nos convencía. Y un día, después de ensayar, Txape sugirió el nombre. Nos gustaban los juegos de palabras y la película de Alien, y nos pareció que estaba guay. Luego nos enteramos de que había un pueblo en Burgos, pero Google no existía por aquellas fechas, por lo que googlear si el nombre estaba cogido no se podía hacer (risas).
Con los años, su música y su estilo ha ido evolucionando. Si tuvieran que definir su música ahora, ¿cómo lo harían?
-Cuper: Yo elegiría postmetal, que es un término que está un poco sobreusado, pero yo creo que para alguien que no nos ha escuchado, creo que diría eso.
Alberto: Sí, no es puro postmetal, tiene otras cosas. Hay quien habla de doom, pero yo no soy muy de etiquetas. Solo consigues que la gente se haga ideas preconcebidas, que a veces está bien. Como genérico, me quedaría con metal, pero igual es demasiado genérico.
Muchas veces los que les escuchan son también los que les catalogan en un género u otro, ¿no?
-Cuper: Sí, al principio igual nos decían que era hardcore metal, pero yo creo que con el tiempo nos hemos vuelto más lentos.
Alberto: Y más viejos (risas).
¿Qué creen que tiene el metal vasco que lo hace único y diferente?
-Cuper: Yo creo que históricamente sí que ha tenido algo distinto al resto de España. No sé si por el uso del euskera o por la mezcla de géneros que se ha dado mucho... Yo personalmente no soy un gran seguidor de grupos de metal en euskera.
Alberto: Sobre todo en la época de los 90 había grupos como Su Ta Gar que siempre fueron muy en la vanguardia de lo que creo que había que hacer en cada momento.
Javi: Yo creo que todas las bandas de aquí han tenido una identidad especial, pero te diría que, a nivel euskaldún, de las bandas que más me gustan ninguna es de metal. Salvando Su Ta Gar y Berri Txarrak hay un montón de grupos que igual veo que tienen más personalidad para mí, que son grupos euskaldunes de otros estilos.
"Todas las bandas de aquí han tenido una identidad especial"
Antes, además, la venta de discos era importante, ahora todo funciona con regalías en función de las escuchas. ¿Han notado mucho la diferencia?
-Cuper: Si te digo la verdad, en Spotify creo que todavía no hemos llegado a cobrar nada. De ahí no recibimos nada, pero tampoco es algo que nos preocupe.
Alberto: Yo creo que estamos en Spotify porque no nos cuesta dinero; la música para nosotros es un hobby.
Cuper: A través de Band Camp, una tienda virtual, hemos vendido camisetas y discos, y somos más partidarios de Band Camp porque el usuario te compra el disco directamente.
Es un hobby compartido, ¿pero es fácil compaginarlo con el día a día?
-Javi: Precisamente, como es un hobby y lo tenemos muy claro, podemos estar un año tocando diez veces y otro año no tocar. Todo va surgiendo según fluye y seguimos contentos.
Alberto: Cuando éramos más jóvenes y teníamos más tiempo, ensayábamos hasta dos veces por semana, y teníamos igual 10-15 bolos al año. Ahora ensayamos una vez a la semana e igual salimos 4-5 veces. Y discos, desde 2016 no hemos sacado nada, pero no hemos parado ni un momento.
Cuper: Sí, porque además muchos grupos se van al garete cuando metes ese componente de presión. Como nosotros hacemos todo cuando podemos y nos apetece, no hay nadie que nos esté metiendo presión. Y los cinco pensamos igual, así que fluye.
Hasta el punto de que en 2019 se subieron al escenario del Resurrection. ¿Cómo fue esa experiencia?
-Cuper: Nos llamaron para tocar, y encantados, porque es un festival al que como público ya habíamos ido en unas cuantas ocasiones, y que te llamen para tocar es increíble. Lo disfrutamos sin agobiarnos. Y la verdad es que salimos muy contentos. Fue todo bien y a la gente le gustó.
Javi: Para ser además una hora temprana hubo muchísima gente, pero yo creo que el 80% de los que nos estaban viendo ya conocían a Neila. Era gente que había ido expresamente para vernos.
También fue un conciertazo el de la final del Villa de Bilbao. ¿Cómo se sienten cuando se suben a un escenario?
-Alberto: Depende del día. Yo el día del Resurrection estaba como un flan. Personalmente, no me gusta tocar en escenarios grandes en exteriores; dependes mucho del técnico de sonido. Muchas veces me siento más a gusto tocando en un sitio pequeñito.
¿Y si les invitan al Wacken?
-Alberto: Iríamos (risas).
Cuper: Es que tenemos muy claro, que si hacemos un cálculo y vamos a perder cincuenta euros por ir a tocar a un sitio, vamos a hacerlo.
En todos estos años, ¿hay alguna anécdota que se pueda contar?
-Cuper: A mí siempre me gusta decir que nos telonearon Gojira. Hace mil años tocamos en Burdeos, en una especie de festival, y nosotros tocamos los últimos y antes de nosotros tocaron ellos. Con los años, han crecido y se han convertido en un grupo de referencia, pero podemos decir que nos telonearon (risas).
Ahora estarán ensayando para el concierto de julio en el festival Kanekas en Galicia.
-Cuper: Sí, se hace en Cangas do Morrazo, al lado de Vigo. Lo que más nos interesa es pasarlo bien, ir allí, hacer un concierto que a la gente le guste, pero lo principal para nosotros es disfrutar el viaje. Tocar es una excusa para disfrutar del festi (risas).
Además de este concierto, ¿tienen algún proyecto a la vista?
-Cuper: Aparte del concierto, grabar el disco. Estamos ahora componiendo los temas nuevos, tenemos tres o cuatro, y con un par de ellos más la idea es meternos a grabar este año o a principios del que viene.
Javi: Que ya toca.
Cuper: Creo que es el periodo más largo que hemos estado sin sacar.