- El partido gobernante en Japón que lidera el primer ministro Fumio Kishida se aseguró ayer una nueva mayoría parlamentaria que le permitirá seguir en el poder, aunque la formación conservadora perdió fuerza respecto a los anteriores comicios.
El Partido Liberal Democrático (PLD) de Kishida se ha garantizado ya 253 escaños cuando aún faltan por asignar otros 28, con lo que retiene la mayoría absoluta en la cámara baja del Parlamento nipón, compuesta por 465 asientos, según los últimos datos disponibles de los comicios generales celebrados ayer en el país.
Pese a que el recuento apunta a que el PLD verá mermada su presencia parlamentaria respecto a la anterior legislatura, en la que tenía 276 escaños, el partido gobernante se garantiza un cuarto mandato consecutivo junto a su socio de coalición, el budista Komeito, que ya se ha garantizado 29 asientos.
El principal partido de la oposición, el social-progresista Partido Democrático Constitucional de Japón (PDCJ), ha conseguido 87 escaños (a falta de los 28 por asignar), mientras que hasta ahora controlaba 109. Destaca en cambio el conservador Partido de la Innovación de Japón-Nippon Ishin no Kai, que triplicaría su presencia en la Shugiin con hasta al menos 37 representantes, cuando antes tenía 11.
Estos resultados frustran en cualquier caso las expectativas del PDCJ, que aspiraba a romper el dominio político del PLD, que ha gobernado Japón de manera casi ininterrumpida desde 1955
Un par de horas después del cierre de la votación, Kishida afirmó que los votantes “le han dado la confianza” para seguir gobernando, dando así por hecha su victoria a falta de que concluyera el recuento de votos y se anunciaran los resultados oficiales.
Las proyecciones de los medios nacionales ya le daban entonces como claro ganador de unos comicios que llegaban rodeados de incertidumbre debido al esperado desgaste del Gobierno a raíz de la pandemia y a la unión de varias de las principales fuerzas de la oposición.
Kishida admitió que estos dos factores han lastrado a su partido y han permitido ganar terreno la alianza conformada por la principal fuerza opositora, el Partido Constitucional Democrático de Japón, y otras cuatro formaciones de centro-izquierda, entre ellas el Partido Comunista, además de a otros partidos independientes.
El líder nipón señaló que los comicios han sido “una valoración de la gestión del Gobierno durante los últimos cuatro años”, y añadió que los dos últimos han estado marcado por la pandemia de coronavirus.
“Nos responsabilizamos de gestionar una situación de desastre a nivel nacional, y hemos dejado los resultados de estas políticas”, dijo el jefe del Ejecutivo, quien lleva en el cargo desde principios de mes.
Kishida llegó al poder en sucesión de Yoshihide Suga, quien decidió no presentarse a la reelección debido a una crisis de popularidad causada precisamente por su gestión de la pandemia, y buscaba en los comicios de ayer el respaldo de los nipones para mantenerse en el cargo.
Japón registró su peor ola de contagios de covid-19 el pasado agosto, con Suga al frente del Gobierno y coincidiendo con la celebración de los impopulares Juegos Olímpicos de Tokio, aunque desde entonces las infecciones registran un continuado descenso mientras ha seguido avanzando el proceso de vacunación.
La campaña electoral se ha centrado en las medidas para mantener al virus bajo control y para revitalizar la economía, para lo cual el partido gobernante promete seguir la línea marcada hasta ahora aunque con matices como aumentar los recursos sanitarios o promover una distribución más equitativa de la riqueza.
Un hombre con un arma blanca incendia un vagón. A la hora a la que cerraban los centros de votación, un incidente en un tren de Tokio sobresaltó al país. Un hombre aparentemente disfrazado del Joker atacó con arma blanca a otros pasajeros de un tren de la línea Keio y prendió fuego a un líquido inflamable dentro del vagón, causando heridas a 17 personas, una de ellas de gravedad. El suceso provocó escenas de pánico dentro del tren y en el andén, con decenas de personas huyendo de las llamas y del atacante e incluso saltando desde las ventanas del vagón. El sospechoso, de 24 años, fue detenido por la Policía y confesó ser el autor de los hechos.