- La Asamblea Nacional Popular (ANP), el órgano legislativo chino, aprobó ayer por una mayoría arrolladora la controvertida ley de seguridad nacional para Hong Kong, que desató las protestas en la ciudad y que amenaza con enturbiar todavía más las malas relaciones entre Pekín y Washington.
Al término de su inusual reunión de este año, aplazada y más corta a causa del coronavirus, 2.878 delegados de entre los presentes en el Gran Salón del Pueblo respaldaron la nueva ley, frente a uno solo que se mostró en contra y seis que se abstuvieron. Un comité legal redactará ahora una versión definitiva que tiene que ser ratificada posteriormente por el Comité Permanente de la ANP, lo que podría prolongarse cerca de dos meses, hasta que la ley entre plenamente en vigor.
La fecha de vigencia será clave ya que uno de los objetivos de Pekín con la ley es desactivar las protestas más radicales y violentas en la excolonia británica, que se podrían seguir produciendo hasta que no entre en efecto. Además, el próximo septiembre están convocadas elecciones al Consejo Legislativo hongkonés, en las que el movimiento prodemocrático de la ciudad espera revalidar la victoria que obtuvo en los comicios de distrito del pasado año.
El texto aprobado prohíbe “cualquier acto de traición, secesión, sedición, subversión contra el Gobierno Popular Central” o “el robo de secretos de Estado”, así como la “organización de actividades en Hong Kong por parte de organizaciones políticas extranjeras y “el establecimiento de lazos con ellas” a las organizaciones políticas” de la ciudad semiautónoma.
El primer ministro de China, Li Keqiang, afirmó hoy que su país seguirá “insistiendo en el principio de una sola China” y perseguirá una “reunificación pacífica” con Taiwán, en la que se opone a “cualquier intervención extranjera”.
China pide reducir la tensión. El primer ministro de China, Li Keqiang, aseguró ayer que la “supuesta” guerra fría a la que EEUU está llevando al gigante asiático, según Pekín, “no beneficia a ninguna de las partes” y “perjudicaría al mundo entero”. En un mensaje centrado en reducir la creciente tensión de las últimas semanas con Estados Unidos, Li dijo que las relaciones entre ambos países se enfrentan “a nuevos problemas y desafíos” pero que mantienen una “amplia comunicación” en sectores como la economía, el comercio y la cultura.