“Reino Unido es ahora más fuerte”

londres - David Cameron se despidió ayer defendiendo cómo “el gran honor de mi vida” fue ejercer su puesto como primer ministro de Reino Unido durante los últimos seis años. Lo hizo a las puertas de la que fue su residencia en Downing Street, en compañía de su esposa, Samantha, y de sus tres hijos, a los que rindió un homenaje.

“A los políticos nos gusta hablar de política, pero al final se trata de la vida de las personas”, dijo Cameron, apuntando a la buena gestión de su Gobierno en materia económica, donde habló de la reducción del déficit, la creación de empleos que llevó el Reino Unido a alcanzar una baja tasa de desempleo y la recuperación del mercado inmobiliario, entre otros.

Así, Cameron defendió cómo Reino Unido es ahora “mucho más fuerte” que cuando tomó posesión. Su salida levantó una gran expectación ciudadana en las proximidades de Westminster, unos para agradecerle su trabajo y otros para pitarle por su legado, que estará siempre unido a la convocatoria del referéndum que supuso el Brexit. “No he conseguido que cada decisión fuese la correcta”, reconoció un Cameron crítico con su trabajo, pero enfatizó de nuevo como desea “el éxito continuo de este gran país al que amo mucho”.

Fueron apenas unos minutos de comparecencia antes de acudir al palacio de Buckingham para presentarle a la Reina su renuncia de manera formal y que Theresa May pudiese ejercer como primera ministra de manera oficial. De hecho, Cameron se muestra seguro de que ella proporcionará un “liderazgo fuerte y estable”.

gran ovación Horas antes, en su 182ª y última sesión como primer ministro en la Sala de los Comunes del Parlamento británico, los diputados conservadores, laboristas y liberaldemócratas se levantaron y aplaudieron al unísono al que fue primer ministro los últimos seis años.

Cameron anunció a los diputados su intención de permanecer en la vida pública, diciendo que “nada es imposible” y también repitió un comentario que le hizo al ex primer ministro laborista Tony Blair durante una de sus primeras sesiones de control al gobierno como líder de la oposición en 2005, cuando: “Yo fui el futuro una vez”.

Así, el hasta ahora primer ministro aprovechó su intervención para hacer un cálido homenaje a su sucesora, la segunda mujer primera ministra que tendrá Reino Unido en su historia y una de sus mayores apoyos desde la cartera de Interior, describiéndola como una “negociadora dura”. Y si bien el Brexit fue el fin de su trabajo como primer ministro, sí le aconsejó a May, estar “tan cerca como sea posible de la Unión Europea”.

“En lo que se refiere a las mujeres primeras ministras, pronto será dos a uno”, dijo Cameron al referirse a dos mujeres conservadoras como primeras ministras, Margaret Thatcher y May, frente a ninguna en la oposición laborista.

Haciendo gala de su buen humor y estilo elocuente, Cameron bromeó cómo en once años como líder del partido conservador recibió más 5.500 preguntas, si bien anunció que dejaba en manos de otros comprobar cuántas había contestado. Cameron no se olvidó de profesar su amor por Larry, el famoso y mediático gato de Downing Street que finalmente no se irá con su familia y se quedará en el número 10 para supervisar el trabajo de Theresa May.

Tampoco faltó la despedida al jefe de la oposición, Jeremy Corbyn, de quien le dijo que admiraba “su tenacidad” en aferrarse a su puesto como líder laborista y no dimitir pese a las continuas peticiones que recibe mostrándole la salida. Corbyn también agradeció a Cameron por aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo, por sus políticas activas para el retiro de tropas y su pedido al gobierno de Estados Unidos de cerrar la cárcel de Guantánamo. Por ello, a pesar de sus diferencias, expuso cómo su “servicio al país” debía ser reconocido por todos.