roma. El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, destacó ayer martes que la situación que se vive en Siria es la que corresponde a un país que vive un conflicto como el que se registra en la zona, tras conocerse que un mortero había impactado en su Nunciatura en Damasco.
El padre Lombardi, que explicó que el papa Francisco había sido informado de la noticia, confirmó que "sólo se han registrado daños materiales" y que el impacto "no ha causado víctimas" por la hora en que se llevó a cabo.
Fuentes de la Nunciatura señalaron a la agencia misionera de noticias Misna que "un muro se ha hundido, pero afortunadamente todos estamos bien". El nuncio apostólico, Mario Zenari, se personó de inmediato en el lugar para comprobar los daños. "Gracias a Dios, la explosión únicamente ha provocado daños materiales y no ha causado víctimas", agregó.
"El mortero impactó en un ala de la Nunciatura que actualmente está fuera de uso", declaró a Reuters el padre Ciro Benedettini en la Ciudad del Vaticano. La Nunciatura Apostólica se encuentra en el barrio de Maliki, en el centro de Damasco y cerca de la Plaza de los Omeyas, la más extensa de la ciudad. Maliki alberga otras representaciones extranjeras y las residencias del Gobierno y de altos responsables de seguridad.
Se desconoce si la Nunciatura era el objetivo deliberado del disparo. El edificio ya ha sufrido el impacto de al menos ocho proyectiles de mortero desde el pasado mes de julio. Los rebeldes que combaten al régimen sirio de Bachar al Asad efectúan frecuentes ataques de mortero contra las zonas de Damasco controladas por el Gobierno de Al Asad.
Federico Lombardi. Foto: afp