El procedimiento del autor confeso de los atentados terroristas de Oslo y la isla de Utoya, Anders Behring Breivik, está cada vez más claro. La prensa noruega reconstruía ayer los pasos de este ultraderechista islamófobo que el pasado 22 de julio sembró el pánico en la pacífica Noruega. Según esta reconstrucción, varios atascos en el tráfico de la capital noruega retrasaron los planes de Breivik, una circunstancia que podría haber salvado la vida de muchas personas en el distrito gubernamental de Oslo. Poco más de una semana después de los ataques, y tras la confusión inicial, con diferentes versiones de las propias autoridades, el diario Aftenposten publicaba ayer con detalle la actuación del atacante, citando fuentes policiales y otros datos de las autoridades que intentan reconstruir los hechos.

11.45 horas

Comienzan la operación

Breivik conduce un coche de alquiler Fiat Doblò por una estación de peaje hacia el centro de Oslo. Aparca el vehículo junto a la calle Hammersborg Torg y después se dirige hacia el barrio de Skoyen, en el oeste de la capital. Allí vive su madre. Más de una hora después, a las 12.51 horas, Breivik escribe la última entrada de su manifiesto de 1.500 páginas. A las 14.08 horas, el documento es enviado por e-mail a 1.003 personas. Después de eso, el atacante de 32 años se disfraza de policía para iniciar la peor matanza que ha sufrido Noruega desde la Segunda Guerra Mundial, en palabras del primer ministro, Jens Stoltenberg.

15.26 horas

Estalla la bomba en Oslo

A las 15.00 horas, Breivik conduce un VW lleno de explosivos por una estación de peaje automática hacia el centro. Aparca el vehículo, también alquilado, directamente delante del alto edificio del Gobierno y se dirige caminando hacia el Fiat que dejó en Hammersborg Torg. En el interrogatorio policial, el atacante señaló que cometió un error de cálculo al considerar que tardaría menos en llegar. La bomba explota a las 15.26 horas, y gracias a que son vacaciones, muchos empleados están fuera de la oficina, lo que evita que la masacre sea mayor. En su camino hacia la isla de Utoya, a 40 kilómetros de Oslo, Breivik se topa con un atasco de tráfico provocado por un accidente. A las 16.40 horas, el atacante llega, vestido de policía, a la pequeña estación de ferry que conecta con la isla. Deja su coche de alquiler y monta en una embarcación. Como equipaje, lleva una ametralladora, una pistola y mucha munición.

17.08 horas

Desembarco en Utoya

A las 17.08 horas llega a la isla de Utoya, que desde hace cuatro días acoge el campamento de verano de las juventudes socialdemócratas, como todos los años. Para ese momento, los alrededor de 530 jóvenes de la isla ya conocen lo ocurrido en Oslo y muchos se encuentran reunidos comentando lo sucedido. Poco después de llegar a Utoya, Breivik abre fuego contra Monica Bosei, de 45 años, la encargada de organizar, en los últimos diez años, el campamento de verano socialdemócrata y a la que Stoltenberg se refirió, emocionado, en la misa de Estado en honor a las víctimas. Se la conocía como la madre de Utoya.

El atacante también mata al único policía del lugar, Trond Berntsen, de 51 años y hermanastro de la princesa Mette-Marit. Tras cobrarse las primeras víctimas, Breivik se dirige hacia la zona donde se encuentran reunidos la gran mayoría de los jóvenes socialdemócratas. En ese primer momento de confusión consigue salvarse el presidente de las juventudes, Eskil Pedersen, en un barco que logra salir de la isla. En su camino hacia el centro de la isla, Breivik dispara a discreción contra todos los que se encuentra en su camino.

Llega entonces al edificio principal de la isla, donde los jóvenes reunidos ignoran aún lo que está pasando. Muchos han reconocido que, tras oír los disparos iniciales, pensaron que se trataba de fuegos artificiales; nada, en todo caso, serio. "Acercaos, que tengo información importante sobre el atentado de Oslo", les dice el atacante vestido de policía. Los jóvenes confían y en cuanto se reúnen en torno a él, comienza a disparar, uno a uno, a los de la primera fila. El resto huye aterrorizado, tratando de encontrar un refugio. Entonces, han pasado casi 20 minutos desde el desembarco de Breivik en Utoya.

17.27 horas

La Policía es alertada

La primera alerta que recibe la Policía es a las 17.27 horas. A las 17.42 horas, Julie Bremnes envía un mensaje de texto a su madre, Marianne: "Mamá, dile a la Policía que se den prisa, la gente está muriendo aquí". El intercambio de SMS ha sido divulgado esta semana por la prensa y dura una hora, hasta que la madre le informa de que la Policía ha arrestado al atacante. Durante el tiempo que Breivik campó a sus anchas por Utoya, los jóvenes trataron de escapar escondiéndose en el bosque o tratando de nadar hasta la otra orilla, pero el atacante les seguía allí donde iban.

18.25 horas

La Policía llega a Utoya

Según la primera información oficial de la Policía, el atacante mató a las 69 víctimas en hora y media. La reconstrucción de los hechos apunta, en concreto, 79 minutos. Cuando la Policía comienza a recibir las primeras llamadas, la mayoría de los efectivos están concentrados en Oslo, donde acaba de estallar la potente bomba. En el momento de partir hacia Utoya, los agentes sólo tienen un helicóptero, en el que apenas entran dos pares de agentes y su equipo. A las 18.09 horas, la unidad de elite Delta llega junto con la Policía local a la estación del ferry a Utoya, donde tienen que esperar otros 15 minutos a un bote.

En ese momento, un helicóptero de la televisión noruega ya está sobrevolando la isla. De hecho, algunos jóvenes piensan que se trata de la Policía. A las 18:25 horas, el grupo de intervención alcanza la isla y busca al atacante. Se dividen en dos equipos, uno se dirige hacia el norte de la isla, mientras que el otro va al sur. Este último ve a Breivik. Entonces, los agentes le gritan para que deponga las dos armas que lleva. Tienen orden de disparar si se resiste o lleva explosivos, pero el atacante se entrega de inmediato: levanta los brazos y arroja las armas al suelo. No dice nada. Esto ocurre a las 18.27 horas. Los agentes lo retienen entonces varias horas en una casa de madera en la isla, y por la noche es trasladado a Oslo.