El Cairo/Amán. Las fuerzas de seguridad sirias han matado a tiros al menos a 800 civiles durante las manifestaciones en favor de la democracia que comenzaron hace siete semanas, según informó ayer Sawasiah, una organización siria de Derechos Humanos. Sawasiah, fundada por el abogado defensor de los Derechos Humanos Mohanad al Hassani, que está en prisión, dijo en un comunicado que tiene una lista con los nombres de esas 800 personas y que 220 de ellas murieron durante el ataque con tanques que llevó a cabo el Ejército en la ciudad de Deraa, en el sur del país, desde el 25 de abril.

Y la violencia no cesa. Al menos tres mujeres murieron ayer cuando tropas y miembros de las fuerzas de seguridad sirias reprimieron una protesta en la ciudad costera de Banias, un día después de que decenas de miles de personas tomaran las calles en varias ciudades para pedir la dimisión de Bachar al Asad.

El director de la Organización Nacional Siria de los Derechos Humanos (ONSDH), Ammar Qurabi, explicó que las tres mujeres fallecieron en la aldea de Marqab, cercana a Banias, cuando las fuerzas de seguridad dispararon indiscriminadamente contra los manifestantes.

Las víctimas protestaban contra el corte de luz y agua en la zona, según Qurabi, quien indicó que se produjeron también heridos y no descartó un aumento de la cifra de muertos. También dijo que a primera hora de ayer irrumpieron en Banias militares con tanques y que francotiradores se apostaron en algunos puntos de la ciudad.

Tensión Sectaria Los miembros de las fuerzas del orden se desplegaron sólo en algunas zonas de Banias, lo que, según el presidente de la Comisión Siria de Derechos Humanos, Walid Safur, "da a esta acción un carácter sectario". Safur no especificó en sus declaraciones a Al Yazira en qué partes de la ciudad habían irrumpido las tropas, pero fuentes opositoras apuntaron que se trata de los barrios suníes.

La mayoría de la población siria es suní, pero el régimen está copado por la minoría alauí (una rama del chiísmo), a la que pertenece la familia Al Asad, y las protestas políticas han reavivado las tensiones sectarias por primera vez en décadas.

Banias se encuentra aislada, sin comunicaciones telefónicas, conexión a internet, electricidad y agua. Y no es la única. También permanecen cercadas por el Ejército las localidades de Sabka, Zabadali y Al Tel, en la provincia de Damasco, donde el viernes se produjeron arrestos.

En otro orden de cosas, la Casa Blanca afirmó que tanto Estados Unidos como sus aliados tomarán "pasos adicionales" contra el Gobierno sirio si no detiene la violencia contra los manifestantes. Por su parte, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, señaló que la reforma en Siria "todavía es posible".

"Si no se produce un cambio significativo en el enfoque actual del Gobierno sirio, incluido el fin del asesinato de manifestantes por parte de las fuerzas de seguridad (...) EEUU y sus aliados internacionales tomarán pasos adicionales para dejar clara nuestra firme oposición al tratamiento de las autoridades sirias contra su propia gente", señaló el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney.