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Movilidad eléctrica

¿Es posible conseguir la cifra de autonomía que declara el fabricante?

El último modelo eléctrico que probamos anunciaba una autonomía (distancia teórica que puede recorrer con una recarga completa) de algo más de 500 km. Sin embargo, el resultado real no alcanzó los 400 km. ¿A qué se debe esa diferencia? ¿Se pueden lograr los datos que proclaman los fabricantes? ¿Quieres tener una estimación de la autonomía que tendrá ese vehículo eléctrico que te interesa?

¿Es posible conseguir la cifra de autonomía que declara el fabricante?Pixabay

Los vehículos eléctricos han experimentado grandes progresos en todos los aspectos. Pero hay dos en especial que son los que conseguirán acercar, cada vez “más rápido”, la movilidad cero emisiones a los usuarios: la autonomía y los tiempos de carga de la batería.

La autonomía y los tiempos de carga de la batería son los dos factores que lograrán aproximar el vehículo eléctrico a la sociedad

Si nos centramos en la autonomía, bastaría con fijarse en un modelo eléctrico que ya ha cumplido 15 años en el mercado (repartidos en dos generaciones) y que representa de forma palpable esa mejora en lo que tiene que ver con el rango o alcance de un coche eléctrico. 

Allá por el año 2010, el Nissan Leaf anunciaba en torno a 170 km de autonomía, con un ciclo de homologación más ‘amable’ que los actuales (el conocido como NEDC). La tercera generación, que acaba de ser anunciada y que llegará el próximo año, promete alcanzar los 604 km, según el ciclo de homologación WLTP. 

La tercera generación de Nissan Leaf, que acaba de ser anunciada y que llegará el próximo año, promete alcanzar los 604 km, según el ciclo de homologación WLTP

Independientemente de las cifras, parece que hay algo que no ha cambiado con el paso del tiempo: lo complicado que resulta para el conductor ‘normal’ conseguir las cifras que homologan las marcas para sus eléctricos. Sin embargo, todo tiene su explicación y existen varios factores que sirven para explicar esas diferencias del 15 al 25% que existen entre un dato oficial que facilita el fabricante y lo que logra un usuario medio en su día a día.

1. Las homologaciones: Poco realistas y muy consideradas

Cualquier modelo que quiere ponerse a la venta en un país, región o mercado no puede hacerlo hasta que es homologado. Una de las cosas que debe acreditar es su consumo medio, ya sea en forma de litros de carburante o de kWh por cada 100 km en el caso de los vehículos eléctricos. 

En Europa todos los fabricantes deben superar la misma prueba, lo cual supone un criterio igualador a la hora de homologar un dato

Para hacerlo, en Europa, desde el año 2017, se aplica el código de homologación WLTP (World Harmonized Light-duty Vehicle Test Procedure). Al final, su validez se la otorga el hecho de que todos los fabricantes deben superar la misma prueba, lo cual supone un criterio igualador a la hora de homologar un dato. Sin embargo, en ‘el mundo real’, las condiciones son mucho menos favorables que en la prueba de homologación… y ahí que sólo en circunstancias concretas, sea posible igualar lo que declara un fabricante.

2. Las bajas temperaturas: un enemigo ‘invisible’

Los vehículos completamente eléctricos (pero también los que cuentan con algún tipo de electrificación, como los híbridos auto-recargables) tienen un claro enemigo: el frío. Básicamente, la autonomía disminuye con las temperaturas bajas porque se reduce la capacidad de la batería para almacenar y liberar energía, así como por el hecho de que en invierno y para mantener tanto el calor del habitáculo como el de la propia batería, el vehículo eléctrico debe hacer un mayor esfuerzo (y eso incrementa el consumo). 

La autonomía disminuye con las temperaturas bajas porque se reduce la capacidad de la batería para almacenar y liberar energía

El resultado de todo lo anterior es que en los meses más fríos del año, un eléctrico puede ver reducida su autonomía entre un 15 y un 30%. Como curiosidad, el aire acondicionado también incrementa el consumo, pero en menor medida que la calefacción.

Hay asociaciones de consumidores que mostraron, de forma práctica, cómo la variación de temperatura ambiente afectaba a algunos de los eléctricos más populares.

3. Por supuesto, el factor humano y el estilo de conducción

Aunque igualar las cifras homologadas de autonomía en un eléctrico es complicado, intentar lograrlo depende, en buena parte, del estilo de conducción de la persona al volante. Si en cualquier modelo ‘clásico’ de combustión, aspectos como la conducción preventiva y la anticipación son importantes, en los eléctricos resultan fundamentales. 

Por otro lado, hay una gran virtud de los vehículos eléctricos que (curiosamente) juega en su contra: nos referimos a su aceleración contundente, que llega a resultar ‘adictiva’. Es probable que el conductor la termine usando para todo: a la hora de afrontar un carril de aceleración, en la salida de un semáforo, para adelantar en el menor tiempo posible… Ese tipo de comportamiento al volante puede reducir (y mucho) la autonomía hasta tal punto que, de ser lo habitual, puede disminuir la autonomía más de un 30-35%.

4. No es lo mismo carretera… que ciudad

Mientras que los modelos térmicos suelen ser menos eficientes en entornos urbanos y es donde más consumen… con los eléctricos sucede lo contrario: en las ciudades o en sus vías de circunvalación, todo lo que sea circular despacio o, incluso, llegar a detenerse juega a su favor. 

Con los eléctricos, en las ciudades o en sus vías de circunvalación, todo lo que sea circular despacio o, incluso, llegar a detenerse juega a su favor

De esta forma, si en tu día a día el porcentaje de conducción por carretera y, sobre todo, autopista es el preponderante, es mucho más probable que te alejes de la cifra de autonomía media declarada por el fabricante. Pero si te mueves por la ciudad la mayor parte del tiempo, más te aproximarás al dato oficial.

5.¡Incluso el tamaño de las llantas puede influir!

Muchos compradores desean que el nuevo vehículo que adquieren sea lo más llamativo y vistoso posible. Y uno de los elementos que más contribuye a ello es contar con un buen calzado, es decir, llantas de generoso diámetro y neumáticos de cierta anchura. 

Sin embargo, más allá del impacto visual, elegir la opción más vistosa también va a alejar la cifra de autonomía real de la homologada, que normalmente se efectúa con una versión sencilla en cuanto a tipo de neumático y tamaño de llanta (cuanto más estrecho el primero y más pequeña la segunda, mejor para la autonomía). 

Según el calzado del coche la autonomía puede variar hasta en ¡50 km!

Echando un vistazo a los datos en webs como la de Cupra o la de Tesla puedes comprobar que según el calzado del coche (por ejemplo, una llanta de 18” frente a una de 20”), la autonomía puede variar hasta en… ¡50 km!

6. La carga y los remolques

No estamos descubriendo nada nuevo: un incremento en el peso que un vehículo transporte (ya sea en el maletero, en una baca o en un remolque) va a afectar de forma negativa al consumo, incluso aunque sea algo puntual. Para hacerse una idea, se estima que por cada 100 kg extra que lleve un vehículo, su consumo se incrementará entre un 3 y un 6%... y la autonomía disminuirá en una proporción similar.

Cada 100 kg extra que lleve un vehículo, su consumo se incrementará entre un 3 y un 6%

7. Un aliado para acercarte al dato oficial: la frenada regenerativa

Los vehículos 100% eléctricos -aunque también muchos híbridos auto-recargables y enchufables- dispone de este sistema que permite recuperar la energía cinética que un vehículo genera durante el frenado -cuanto más intenso sea, más energía se logra- y convertirla en energía eléctrica en vez de que se disipe como calor -y se pierda-. Si utilizas este tipo de frenada a menudo -porque el terreno es favorable, por ejemplo, descendiendo un puerto-, contarás con un buen aliado para aproximarse a las cifras de ‘rango’  que declara la marca.

BONUS TRACK: Cómo puedes comprobar tú mismo la autonomía de tu coche eléctrico

Afortunadamente, las marcas son sinceras y muchas de ellas ofrecen en sus páginas web lo que denominan ‘calculadoras de autonomía’.

-Calculadora de autonomía de Cupra

https://www.cupraofficial.es/hibridos-y-electricos/calculadora-autonomia


-Calculadora de autonomía de Ford

Autonomía de los coches eléctricos: calculadora y consejos | Ford ES


-Calculadora de autonomía de Renault

Simulador de autonomía y carga de Renault Megane eléctrico


-Calculadora de autonomía de Mercedes

⁣Vehículos eléctricos | Mercedes-Benz


-Calculadora de autonomía de Volkswagen

Simulador de autonomía de coches eléctricos| Volkswagen España

Es buena idea utilizar estos simuladores, ya que te permitirán comprobar cómo afectan determinados aspectos en la autonomía de un eléctrico: estilo de conducción, uso de la climatización, entorno por el que te mueves, tipo de neumático del modelo… El resultado son unos datos que te llegan a sorprender, por lo dispares que resultan, según las opciones que escojas.