No cabe duda de que las sandalias son el calzado estrella del verano, gracias a su comodidad y frescura. Sin embargo, con ellas llega un contratiempo muy frecuente: las típicas huellas que se impregnan con el uso por culpa del sudor. Ante esta situación, nos solemos preguntar cómo limpiar las sandalias de cuero u otros materiales. 

Existen muchas soluciones pudiendo ser más eficaces de lo que imaginamos. Y es que, en lugar de prescindir de ellas, se pueden limpiar sin mucho esfuerzo aplicando los recursos más sencillos. 

Limpia el sudor de las sandalias con bicarbonato

Para empezar, lava las sandalias con agua caliente para eliminar la suciedad superficial. Luego, espolvorea bicarbonato de sodio sobre la suela. Este es excelente para limpiar diferentes materiales y ayuda a blanquear y eliminar malos olores.

Deja que actúe durante cinco minutos. Durante este tiempo, el bicarbonato absorberá el sudor y neutralizará los olores. Si no, usa un cepillo de dientes viejo para frotarlo suavemente en la superficie, prestando atención a las áreas más afectadas. 

Más tarde, retira el bicarbonato con un trapo limpio y húmedo, asegurándote de eliminarlo completamente. Deja que las sandalias se sequen completamente antes de volver a usarlas. Es recomendable secarlas al aire libre, evitando la exposición directa al sol para no dañar los materiales. 

Dos sandalias tiradas en la arena Pixabay

Limpia el interior de unas sandalias

A continuación, repasamos trucos efectivos para limpiar el interior de tus sandalias de diferentes materiales, para comprobar que se mantengan frescas y en perfecto estado.

Sandalias de gamuza

Para limpiar las sandalias de gamuza, basta con papel de lija, con el que se logran unos resultados increíbles e inmediatos, dejando las sandalias en perfecto estado.

Sandalias de cuero

El cuero es un material delicado y lo primero es identificar si nuestras sandalias son de cuero tratado. Para ello, se deja caer una gota de agua: si resbala, es cuero tratado. 

Para limpiarlas, se puede usar bicarbonato de sodio, que requiere un día para actuar, y luego retirarlo con un trapo humedecido con agua y vinagre, especialmente si es cuero tratado. 

Además, es útil colocar una bola de papel de periódico dentro de las sandalias para absorber la humedad, evitando malos olores con solo diez minutos de preparación. Otros productos útiles son el betún y el aceite para sillas, siendo este último especialmente efectivo.

Unas sandalias son ideales para el buen tiempo Pixabay

Sandalias de agua

La mayoría de estas sandalias de plástico o chancletas se pueden meter en la lavadora, cuyo único cuidado es el de aplicar un desodorante una vez secas.  Otra opción eficaz es pulverizar unas gotas de árbol del té a las sandalias de agua a modo de fungicida, pues elimina el mal olor.

Sandalias de corcho

Limpiar las sandalias de corcho es sencillo. Necesitarás agua caliente, un cepillo de púas y jabón natural para corcho, preferiblemente artesanal. Primero, aplica el jabón humedecido en agua caliente sobre las sandalias. 

Luego, moja el cepillo en agua y frota la suela de corcho suavemente para no dañarla. Enjuaga con agua fría y verifica el resultado. Si es necesario, repite el proceso para eliminar malos olores. 

Finalmente, deja secar las sandalias completamente antes de usarlas. No temas mojar el corcho, ya que es impermeable y repele el agua, lo que asegura su durabilidad y limpieza efectiva.

Otras alternativas

La lavadora puede ser una opción para lavar sandalias de corcho y otros materiales que rara vez consideramos, y no deberías descartarla. Si lavamos otros artículos de ropa o calzado en ella, ¿por qué no hacerlo con nuestras sandalias?

Solo necesitas saber cómo usarlas adecuadamente: utiliza el programa para ropa delicada con agua fría y un poco de detergente. Añadir vinagre a la lavadora ayuda a eliminar los malos olores que las sandalias de agua u otros materiales pueden adquirir con el uso. 

Sin embargo, ten cuidado con materiales como el cuero, que no responden bien a este método de lavado. En estos casos, puedes usar bicarbonato de sodio. 

Otra precaución es si las sandalias tienen adornos pegados, ya que la lavadora puede despojarlas de estos tras el movimiento del tambor.

Sandalias con plataforma. Freepik