ras 654 días en Abu Dhabi, ya tenemos al bonachón Juan Carlos por Galicia, donde incluso es aclamado. El fin de semana participará en una regata con una lujosa embarcación en Sanxenxo rodeado de colegas y patriotas. Como todos saben, la vela le fascina. Sí, ese deporte nada glamuroso y que practican los más humildes, gente escasamente acaudalada a la que le cuesta horrores llegar a finales de mes. Los hay que se toman su vuelta de manera seria y otros frívola. Si me lo permiten, me ubico entre los segundos. Yo si fuese él, no me privaría de nada. Total, que más da ya lo que diga la peña. Con la intachable trayectoria a sus espaldas, qué son unos eurillos más a costa del erario público. Por lo visto, el jet privado que le ha trasladado a Vigo ha costado 56.000 pavos, casi nada. Ya que van a ser cuatro días, que disfrute el pobre por si las moscas. A su edad toca hilar fino que uno no sabe cuándo le llega el final. En Galicia, sobredosis de percebes, pulpo, pescados a la brasa o marisco. Eso sí, viendo su deteriorado estado de salud debería controlarse porque el ácido úrico le jugará una mala pasada. Por cierto, si le quedan fuerzas puede organizar también alguna fiestecilla como las de antaño. Desconozco el iluminado que ha preparado esta rimbombante vuelta, pero menudo circo. ¿En qué país de pandereta vivimos? l