Salir a pasear con tu perro es una de las actividades más gratificantes que puedes compartir con tu mascota. No solo es importante para su bienestar físico y emocional, sino que también refuerza el vínculo entre los dos. No obstante, a veces cometemos errores durante los paseos que pueden afectar la salud y seguridad de tu perro.

Por lo tanto, vamos a analizar cinco aspectos que jamás debes hacer al sacar a tu perro a pasear si quieres mejorar la experiencia tanto para ti como para tu can.

Utilizar una correa inadecuada

La correa es una herramienta calve para mantener el control de tu perro durante el paseo. Usar una correa inadecuada, ya sea demasiado corta, larga, o frágil, puede poner en riesgo a tu mascota y a otras personas.

Una correa larga permite que tu perro se acerque demasiado a otros animales o personas, lo que podría resultar en situaciones incómodas o peligrosas. Por otro lado, una correa corta puede limitar demasiado el movimiento del perro, generando estrés y frustración, por lo que resulta fundamental elegir una correa de buena calida resistente y adecuada al tamaño y fuerza de tu perro.

Perro pasea junto a su dueña con una correa roja Pixabay

No dejar que tu perro explore

Los perros experimentan el mundo principalmente a través del olfato. No permitir que tu perro olisquee durante el paseo es privarlo de una parte de su naturaleza.

Aunque es importante mantener un ritmo de paseo, también lo es permitir que tu perro explore su entorno, olfateando a su ritmo. Esta actividad es mentalmente estimulante para él y lo ayuda a relajarse. Negarle esta oportunidad puede hacer que el paseo se convierta en una experiencia estresante y no en una actividad placentera.

Un perro olfatea un trozo de césped durante uno de sus paseos diarios. Freepik

Impedir que tu perro socialice

La socialización es imprescindible para el bienestar de tu perro. No permitir que tu perro interactúe con otros perros y personas durante el paseo puede afectar negativamente a sus habilidades sociales y generar comportamientos ansiosos o agresivos.

Si tu perro es sociable, permite que se acerque a otros perros de manera controlada y supervisada. Esto ayudará a desarrollar buenas habilidades sociales y que los paseos sean más variados y entretenidos para él.

Perros jugando Pixabay

Pasear siempre por el mismo lugar

La rutina es importante, pero la monotonía puede ser perjudicial para tu perro. Pasear siempre por el mismo lugar puede resultar aburrido y predecible para tu mascota, reduciendo la estimulación mental que recibe durante el paseo.

Introducir variaciones en la ruta, explorar nuevos parques, o simplemente cambiar el sentido del paseo puede marcar la diferencia. Esto no solo mantiene a tu perro más alerta y curioso, sino que también lo expone a diferentes estímulos, lo que contribuye a su desarrollo mental y emocional.

Perro pasea junto a su dueña Ekaterina Pereslavtseva

Ignorar el entorno

Pasear al perro es un momento ideal para desconectar del estrés diario, pero eso no significa que debas ignorar completamente del entorno.

Estar distraído con el móvil o con tus pensamientos puede hacer que no te des cuenta de situaciones peligrosas, como el tráfico, otros perros, o incluso peligros en el suelo, como vidrios rotos o alimentos en mal estado. Mantenerte alerta te permitirá reaccionar a tiempo ante cualquier imprevisto, asegurando un paseo seguro para tu perro.

Golden Retriever jugando con un palo Pixabay

¿Cuántas veces al día y cuánto debe durar el paseo?

La frecuencia y duración de los paseos varía según la raza, edad y nivel de energía de cada perro, pero generalmente, se aconseja sacar a tu perro a pasear al menos dos o tres veces al día. Los paseos no solo son necesarios para que tu perro haga sus necesidades, sino también para mantener su salud mental y física.

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Respecto a la duración, un paseo debería durar entre 30 minutos a una hora. Sin embargo, esto puede variar en función del perro. Razas más activas y enérgicas, como los pastores alemanes o los border collies, necesitan paseos más largos y dinámicos que les permitan quemar suficiente energía. Por el contrario, razas más pequeñas o perros mayores pueden estar satisfechos con paseos más cortos y tranquilos.

Además, no todos los paseos deben ser iguales. Es recomendable alternar paseos más cortos para que tu perro haga sus necesidades con paseos más largos, donde pueda correr, jugar, y explorar. Esta variedad en la rutina ayuda a mantener a tu perro físicamente activo y mentalmente estimulado, lo cual es clave para su bienestar.