Las monedas nacieron con el evidente propósito de ser un instrumento de cambio y de valor para los bienes materiales. Las primeras monedas de la historia fueron acuñadas de forma oficial en Lidia, en la península de Anatolia (actual Turquía), hacia el siglo VII antes de Cristo aunque hay referencias anteriores. El nombre proviene del latín ‘moneta’, apodo de la diosa Juno cuyo templo en Roma era usado para acuñar monedas.

Hasta entonces el trueque era elemento básico para la compraventa de mercancías. Con la llegada de las monedas se intensifica el comercio a todos los niveles y florecen las sociedades modernas debido a su facilidad para crear un capital sólido y de acumular liquidez inmediata debido a su inalterabilidad, fácil manejo y conservación así como su aceptación en el mercado.

La moneda más valiosa, un Centén de oro de 1609 puede alcanzar los dos millones de euros.

Con el tiempo y para agrupar grandes cantidades de unidades dan origen al papel moneda o billetes, que se popularizan en Occidente con el desarrollo de la imprenta, pese a que en la antigua China ya había elementos similares a los billetes realizados con plantas.

Hoy en día el matiz económico de las monedas y billetes está perdiendo fuerza debido al empuje del dinero de plástico o tarjetas y a las transacciones on line a través de las nuevas tecnologías.

Por contra está notándose un auge del coleccionismo de monedas y billetes antiguas como forma de revivir otros tiempos y otras culturas económicas. Sin descartar el factor de inversión, ya que algunas piezas se revalorizan considerablemente con el tiempo y alcanzan precios superlativos en las subastas presenciales y por internet que periódicamente realizan las firmas especializadas.    

Las primeras acuñaciones oficiales de moneda datan del siglo VII antes de Cristo en Anatolia.

La numismática es una afición que va ganando cada día más adeptos, pero también es el arte de atesorar monedas y billetes de distintas valores, épocas y culturas. Y tiene un componente histórico indudable, ya que los motivos acuñados en las monedas o impresos en los billetes permiten conocer hechos históricos relevantes; guerras que han marcado el devenir de los pueblos; la importancia de personajes célebres por distintas causas; la evolución del arte, la arquitectura, las costumbres o la política; y en definitiva cómo era la época en la que las piezas o billetes fueron acuñados.

Coleccionar es apasionarte por estas piezas singulares y seguir tus instintos y tus intereses. La economía es un factor clave, por eso es conveniente adquirir al principio piezas más comunes, las más baratas, para ir ampliando el campo y poder acceder a alguna rareza numismática de la que sentirse orgulloso. 

Anverso y reverso del Centén de Felipe III, de oro y acuñado en 1609, que puede llegar a valer dos millones de euros. F.R.

Un vez lanzado puedes acotar el sentido de tu colección atendiendo a multitud de criterios como época, motivos, personales, metales, tamaños, años, etc. Iniciarse en el coleccionismo de billetes o monedas solo es cuestión de tener un criterio de selección, comenzar a buscar y dedicarle mucho tiempo, cariño e inversión.

Seguro que en tu localidad hay grupos de coleccionistas experimentados que te ayudarán a desarrollar esta afición. Y en las ciudades más grandes tiendas especializadas y mercadillos periódicos para trastear con piezas y papeles.

Además, siempre te quedan las nuevas tecnologías y las plataformas profesionales en internet que te servirán para cualquier consulta como aficionado o como inversor.

Las 10 monedas más valiosas

El portal especializado Coleccionistas de Monedas, recoge las 10 monedas de España más valiosas. Su precio máximo depende de que estén en estado óptimo de conservación.

  1. Centén de Felipe III. Estas monedas se acuñaron durante el reinado de Felipe III, en 1609. Su valor ronda los dos millones de euros.
  2. Veinte excelentes de los Reyes Católicos. Su precio en el mercado numismático oscila entre los 300.000 y los 600.000 euros.
  3. Onza de oro española del siglo XVII. Conocidas como galanas, tienen una valor medio de 300.000 euros, pero algunas llegan a cotizarse a 475.000.
  4. Onza de Segovia del siglo XVII. Datadas en 1611 se pagan hasta 300.000 euros por ellas.  
  5. Cien pesetas de 1870. Sólo hay acuñadas 12 piezas y siete de ellas están en poder del Estado. Se pagan a 250.000 euros.  
  6. Onza de oro de Luis I. Son del siglo XVIII y han alcanzado los 200.000 euros, aunque su cotización habitual es entre 40.000 y 60.000 euro.
  7. Onzas de Guatemala (1794-1801). Pueden llegar a los 200.000 euros.
  8. Cincuentines de plata. Las primeras monedas datan de 1609 en Segovia. Han llegado a alcanzar los 200.000 euros en subastas, aunque e normal rondan los 50.000.
  9. Ocho reales de México del siglo XVIII. También conocida como duro de plata su valor puede llegar a 60.000 euros.
  10. Moneda de Carlos V Pretendiente. Pieza de cobre datada en 1852 que puede valer hasta 5.000 euros.

Billetes con mucho valor 

Los 200 Reales de Vellón de 1856 tienen valor de hasta 2.500 euros en el mercado de segunda mano.

El de 1.000 pesetas de 1895 ronda también ese precio, aunque se han llegado a los 30.000 euros en una subasta. 

El de mil pesetas de 1885 también puede alcanzar entre 15.000 y 20.000 euros en una subasta.

El billete de 100 pesetas de 1979 con la imagen de Manuel de Falla se cotiza a unos 1.500 euros.