Mantener los manteles de la cocina impecables puede ser un desafío constante, sobre todo cuando se trata de manchas difíciles de eliminar. Con el uso diario, es inevitable que estos se ensucien con restos de comida, grasa, vino o café. Si bien hay numerosos productos comerciales diseñados para combatir las manchas, no siempre son la opción más eficaz.

Aquí es donde entra en juego un truco casero simple, económico y, lo más importante, efectivo, que te ayudará a limpiar los manteles de la cocina y dejarlos impecables.

La importancia de mantener los manteles limpios

Los manteles no solo cumplen una función estética al decorar nuestra mesa, sino que también tienen una función protectora, evitando que los alimentos y las bebidas manchen la superficie de la mesa. 

Además, los manteles son fundamentales para mantener una cocina higiénica, puesto que las manchas y la suciedad acumulada pueden convertirse en un caldo de cultivo perfecto para bacterias y otros microorganismos que pueden comprometer la salud.

El truco casero para limpiar los manteles

El truco casero que proponemos se basa en ingredientes que se pueden encontrar en cualquier hogar: bicarbonato de sodio, vinagre blanco, agua oxigenada y jabón líquido. 

Estos elementos, cuando se combinan, crean una solución eficaz que puede eliminar manchas difíciles y restaurar el color original de los manteles.

Utensilios y platos encima de un mantel Pixabay

Cómo limpiar los manteles con este truco casero

Estos son los pasos a seguir para que tu mantel quede reluciente. 

Reúne los ingredientes

Dos cucharadas de bicarbonato de sodio, una taza de vinagre blanco, una cucharada de jabón líquido (preferiblemente neutro) y media taza de agua oxigenada.

Prepara la mezcla limpiadora

En un recipiente grande, mezcla el bicarbonato de sodio con el agua oxigenada hasta formar una pasta. Esta combinación es ideal para actuar como un blanqueador natural. Luego, añade el vinagre blanco y el jabón líquido. 

El vinagre no solo actúa como desinfectante, sino que también ayuda a neutralizar olores. El jabón, por su parte, facilita la eliminación de la grasa.

Aplicación en el mantel

Extiende el mantel sobre una superficie plana y aplica la mezcla en las áreas manchadas. Puedes usar un cepillo de cerdas suaves para frotar ligeramente, asegurándote de que la mezcla penetre bien en la tela. 

Si la mancha es muy persistente, deja actuar la mezcla durante unos 15-20 minutos.

Lavado del mantel

Tras dejar reposar la mezcla, lava el mantel en la lavadora como lo harías normalmente. Es recomendable usar agua caliente, ya que esto ayuda a descomponer mejor las manchas y a eliminar cualquier residuo de la mezcla limpiadora.

Secado al aire

Finalmente, seca el mantel al aire libre. Evita el uso de la secadora, ya que el calor intenso podría fijar cualquier mancha residual que no se haya eliminado por completo.

Un mantel en la mesa de un restaurante Pexels

Consejos extra para mantener los manteles limpios

Al margen de los ya mencionados, estas claves te ayudarán a dejar el mantel como nuevo. 

Tratamiento inmediato

Si derramas algo sobre el mantel, actúa rápido. Cuanto antes trates la mancha, más fácil será eliminarla. Usa una servilleta para absorber el exceso de líquido y aplica un poco de agua fría antes de usar la mezcla casera.

Evita el uso de lejía

Aunque la lejía es un blanqueador potente, puede dañar los tejidos y hacer que los colores se desvanezcan con el tiempo. Además, no es segura para todos los tipos de tela.

Lavado regular

No esperes a que los manteles estén visiblemente sucios para lavarlos. El lavado regular previene la acumulación de manchas difíciles de eliminar y mantiene el mantel en mejor estado.

Retoques finales

Si después del lavado notas que alguna mancha persiste, puedes repetir el proceso o intentar con una solución de bicarbonato y agua aplicada directamente sobre la mancha antes de otro lavado.

Los manteles acumulan muchos restos de comida y manchas Pexels