En marzo de 2021, el Gobierno Vasco aprobó la Estrategia de Transformación Digital para Euskadi 2025, que recoge la Inteligencia Artificial como una de las palancas tecnológicas clave para enfrentarse a los retos que plantean las empresas y la sociedad. Fruto de ese interés nació el Centro Vasco de Inteligencia Artificial (BAIC) en julio de 2021, para ser un espacio de colaboración público-privada que impulse la inteligencia artificial en nuestro entorno, de manera especial entre las empresas. A ello hay que sumar el apoyo de sus socios y colaboradores, casi una treintena de empresas, organizaciones, centros de formación y centros de investigación referentes a nivel de Euskadi, cuyo número sigue aumentando a medida que el ecosistema se va concienciando del potencial de la IA. Todo ello alineado con la estrategia de la Comisión Europea para impulsar la transformación digital y la estrategia europea de datos.

¿Cuáles son los principales retos tecnológicos a los que se enfrentan las empresas vascas en la actualidad?

-El reto principal se centra en la digitalización y la transformación digital. La digitalización está transformando la forma en que se hacen los negocios. Las empresas tienen que ser conscientes de la importancia de digitalizar su información y de aplicar herramientas de analítica de datos e inteligencia artificial para dar valor a esos datos. La base de cualquier herramienta de IA está en los datos, por lo que lo primero que debemos hacer es digitalizar la información de nuestros negocios. 

Otro desafío importante es la competencia global, lo que requiere una mayor innovación, adaptabilidad y eficiencia. En un mundo cada vez más tecnológico, la formación de talento es fundamental para el éxito de las empresas vascas. La sostenibilidad y la incertidumbre económica están también dentro de los principales desafíos.

¿Cuál es el estado actual del desarrollo y la implantación de la IA en las empresas vascas?

-Según el último estudio del ONTSI, el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, Euskadi es una de las comunidades autónomas en las que existe mayor porcentaje de empresas que emplean la IA, un 9 %. Uno de los objetivos de BAIC, en el que ya estamos trabajando, es la puesta en marcha de un Observatorio para conocer cuáles son las capacidades de Euskadi respecto a la IA. Estamos realizando un mapeo de los agentes y trabajando en el desarrollo de indicadores que nos servirá como punto de partida.

¿Cuánta inversión podría ser necesaria para ser punteros en el desarrollo e implantación de la IA en la empresa?

-Es difícil determinar una cantidad exacta, ya que depende de muchos factores, como el tamaño y sector de la compañía, el nivel de desarrollo tecnológico previo, los objetivos de negocio y la estrategia de innovación. Se espera que la inversión en IA sea cada vez más relevante para la competitividad de las empresas y la economía en general, y que tanto la inversión pública como privada jueguen un papel importante en su desarrollo e implantación en las empresas.

¿Existen ya ayudas para incorporar la IA a nivel empresarial?

-Sí. El Gobierno Vasco, a través de SPRI, tiene distintos programas para ayudar a las empresas que quieran implementar soluciones relacionadas con la IA. Es el caso de ‘Inteligencia Artificial Aplicada’, dotado con 3 millones de euros, para apoyar proyectos comerciales de inteligencia artificial aplicada a servicios y procesos. Hay otras ayudas impulsadas por SPRI que también impactan en el posible uso de herramientas de IA como ‘Renove Smart Industry 4.0’, ‘Smart Industry’, ‘Programa Industria Digitala’ o ‘MikroenpresaDigitalaInplantariak’.Además hay que mencionar otro tipo de apoyos que también se están impulsando desde BAIC, como mecanismos de aceleración empresarial que permitan hacer pruebas de concepto de IA rápidas a las empresas y fomenten la colaboración entre proveedores tecnológicos y empresas industriales.

¿Cuáles son los posibles beneficios de incorporar la IA en los procesos productivos?

-Hay ventajas cuantitativas, basadas en mejoras de resultados económicos, pero también cualitativas, ya que la IA permite mejorar condiciones de trabajo, las relaciones con los clientes, optimizar el consumo energético o ser más sostenibles.Tenemos ejemplos de soluciones de IA para mejorar la producción, el mantenimiento predictivo de máquinas, los análisis predictivos orientados a los clientes, la gestión de rutas de transporte y logística, la simulación y gemelos digitales, la visión artificial para el análisis de imágenes médicas, las tecnologías para evitar problemas de salud, para la asistencia a personas mayores, la inteligencia artificial para mejorar el rendimiento deportivo, los análisis predictivos orientados al consumo energético, la visión artificial para la asistencia en la conducción o la creación de asistentes virtuales.

Uno de los principales temores ante la irrupción de la IA es la destrucción de puestos de empleo. ¿Debemos tener miedo al desarrollo de esta tecnología?

-Es comprensible que surja este miedo. La realidad es que la automatización de tareas mediante la inteligencia artificial puede llevar a la eliminación de ciertos puestos de trabajo, especialmente aquellos que implican tareas repetitivas y predecibles. Sin embargo, a través de la IA podemos crear nuevos empleos y oportunidades en áreas como la ingeniería de la IA, la programación, la investigación y el desarrollo, y la gestión de datos.

Existen estudios que hablan de que la IA ofrecerá nuevas oportunidades a los trabajadores que va a sustituir para que desempeñen otras tareas de mayor valor añadido. Por otra parte, el ecosistema de la IA va a generar millones de euros en todo el mundo y va a impulsar miles de contrataciones. Según estimaciones del Foro Económico Mundial, la IA generará para el año 2025, 58 millones de puestos de trabajo. Si miramos a nuestro entorno más cercano, según un reciente informe de IndesIA, en los próximos tres años las empresas españolas del sector necesitarán más de 90.000 profesionales cualificados en los ámbitos del análisis de datos y la IA para poder llevar a cabo sus proyectos y de esta forma impulsar la economía. 

“La IA generará 58 millones de puestos de trabajo para el año 2025, según estimaciones del Foro Económico Mundial”

¿Qué tipo de empleos y de qué sectores serán los más perjudicados?

-La IA permite la automatización de determinados procesos que implican tareas repetitivas y predecibles. Podríamos hablar de la visión artificial para el reconocimiento de piezas, los asistentes virtuales para ofrecernos información o atender llamadas, o soluciones que permiten reconocer textos escritos e información y digitalizarla de forma automática sin implicación humana. Se trata de trabajos de menor valor añadido y que pueden ser sustituidos por sistemas automatizados.

En cuanto a los sectores, es probable que la IA tenga un mayor impacto en aquellos que dependen más de la mano de obra intensiva y de los procesos repetitivos, como la fabricación, el transporte y la logística. Sin embargo, la IA también puede transformar otros sectores como el comercio electrónico, la atención sanitaria y la banca, mediante la mejora de la eficiencia y la personalización de los servicios.

¿Su irrupción daría paso a la necesidad de formar y contratar mano de obra cada vez más especializada?

-Está claro que uno de los grandes retos a los que se enfrenta Euskadi es la generación, atracción y retención del talento. Según un informe de IBM, el 23% de las empresas españolas tienen dificultades para encontrar talento con conocimientos centrados en IA. Este estudio recalca que los avances en este campo se están viendo ralentizados por la escasez de profesionales con habilidades y experiencia en áreas como el deeplearning, el procesamiento de lenguaje natural o la automatización de procesos.

Los centros de educación tienen que adaptar sus enseñanzas y hay que trabajar para fomentar las vocaciones STEM, especialmente entre las chicas, desde muy jóvenes. El de la formación y el talento es otro de los retos que tenemos claramente priorizado en la hoja de ruta de BAIC.

Uno de los principales contras para adoptar la IA puede ser el coste que requiere su desarrollo. ¿En cuánto tiempo podría amortizarse esa inversión inicial?

-Existen diferentes tipos de tecnologías vinculadas con la IA: procesamiento del lenguaje natural, visión artificial, robótica, machine learning, data intelligence... Cada una de ellas en diferentes estados de madurez y cada una de ellas con aplicaciones diferentes. No se puede generalizar en los costes de una solución de inteligencia artificial ni en su tiempo de amortización. Depende de cada caso concreto. Hay soluciones relativamente baratas y maduras que pueden aportar beneficios a las empresas en muy poco tiempo.

“Los avances en el campo de la IA se están viendo ralentizados por la escasez de profesionales con habilidades y experiencia”

¿Puede incorporarse la IA en todos los procesos empresariales, en todo tipo de empresas y en todos los sectores empresariales?

-Hoy en día la IA está presente en todos los ámbitos empresariales, aunque su impacto es más visible en sectores que tradicionalmente han apostado por la implantación de nuevas tecnologías, como la automoción, el aeronáutico, la generación de energía, Oil&Gas o el agroalimentario. También está muy presente en la salud, la logística o el transporte.

A la hora de hablar de soluciones concretas, la IA tiene unas posibilidades enormes para cualquier empresa, pero puede que no en todas ellas sea necesario su aplicación. Dependerá de las necesidades de cada compañía. Lo que está claro es que las empresas necesitan abordar cuanto antes los procesos de digitalización y transformación digital; sus competidores en otros países ya lo están haciendo. Deben aprovechar todas las herramientas posibles para fabricar mejor y con más calidad, con menos costes, de forma más segura y de manera más sostenible. En definitiva, la IA puede ser una herramienta valiosa para cualquier empresa que busque mejorar la eficiencia, aumentar la productividad y tomar decisiones más precisas y fundamentadas.

“Se espera que la inversión en IA sea cada vez más relevante para la competitividad de las empresas y la economía en general”

¿La incorporación de la IA en la empresa vasca hará que el tejido industrial evolucione hacia un tejido híbrido? 

-La incorporación de la IA en la empresa vasca puede tener un impacto significativo en el tejido industrial, y es posible que se vea una evolución hacia empresas orientadas a servicios o un tejido híbrido, dependiendo del enfoque y la estrategia que adopten las empresas. Lo importante es que las empresas estén preparadas para aprovechar las oportunidades que ofrece la IA para mejorar su competitividad y adaptarse a un entorno empresarial cada vez más digitalizado y automatizado.