- El secretario general de CCOO, Unai Sordo, y el de UGT, Pepe Álvarez, resaltaron ayer la necesidad de reducir el tiempo de trabajo, y opinaron que la postura de la patronal española de considerar electoralista la semana de cuatro días laborales es “retrógrada” y debería mirar más “al siglo XXI”. El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, dijo horas antes que la implantación de la jornada laboral de 4 días semanales se enmarca en “los debates para ganar elecciones”, y afirmó que “en estos momentos son necesarios cinco días”.

Antes de participar en la cumbre internacional en Valencia sobre la Semana laboral de cuatro días, el dirigente de CCOO señaló que la reducción del tiempo de trabajo es una reivindicación “plenamente vigente” y una forma de “disputarle la productividad de las empresas”, y en ese marco la semana de 4 días laborales “es una opción viable en muchos sectores y muchas empresas”. Para Sordo, tiene ventajas como evitar desplazamientos excesivos y puede ser más útil para conciliar la vida laboral y la vida personal, pero destacó que es un debate asociado a la reducción del tiempo total de trabajo, más en estos momentos en que la digitalización permite estar a disposición de las empresas “prácticamente todo el día”.

Consideró así que en algunos sectores y empresas es “perfectamente viable” la semana laboral de 4 días, y ha defendido que, siempre que no se opte por modelos como en algún país de Europa que concentra el mismo volumen de trabajo en cuatro días y alarga las jornadas, es “un debate absolutamente inteligente”.

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, por su parte manifestó que no abordar la reducción de la jornada de trabajo es “negar el progreso”, pues existe una “necesidad imperiosa” en los trabajadores, las organizaciones sindicales, la sociedad y la economía de abordar el fenómeno de la “hiperproductividad” que se está produciendo en el mundo.

Sobre la afirmación de Garamendi, dijo que es “muy retrógrada, pensada exclusivamente para aquellos empresarios que en lugar de estar pensando en la economía del mañana y en la economía de todos, piensan en la cuenta de resultados a corto plazo sin hacer ningún tipo de cambio de sus empresas”.

Para Álvarez, hablar de las 32 horas “es un debate muy oportuno que va a dar mucho de sí“ y se va a implantar “mucho más rápido” de lo que se pueda imaginar.