- La reducción de la actividad económica y la caída del Producto Interior Bruto, - que se estima para este año en un 10,5% en el caso de la Comunidad Autónoma Vasca y en un 10,6% en Nafarroa-, todo ello por efectos de la crisis generada por el coronavirus permitiría pensar que la siniestralidad laboral tanto en Euskal Herria como en el Estado español se reduciría pero la realidad es bien distinta. Según fuentes sindicales vascas ha crecido hasta el punto que en este 2020, desgraciadamente, han fallecido ya 53 trabajadores entre Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. En el Estado español, y con datos de los nueve primeros meses los muertos ascendían a 543, un 7% más.
El sindicato mayoritario vasco ELA transmitió ayer que pese a la citada reducción "drástica" de la actividad económica como consecuencia del covid-19, en el País Vasco " superamos el número de accidentes laborales mortales de 2019. La pandemia ha mostrado con mayor claridad que nunca que la salud es un daño colateral al sistema económico".
ELA, al igual que LAB, destacó ayer que pese a que el año en curso aún no ha terminado "ya han muerto al menos 53 personas en Hego Euskal Herria por un accidente laboral".
A la vista de las citadas cifras, más elevadas que las que han presentado oficialmente organismos como Osalan los sindicatos vascos citados denuncian que "los datos de siniestralidad son cada año peores y no vemos cambios funcionales ni por parte de las empresas ni de los gobiernos de turno".
Estos dos sindicatos, junto a Steilas, ESK, EHNE e HIRU, se concentraron ayer ante la sede de la patronal vasca Confebask en Bilbao, así como en Pamplona ante la sede la organización empresarial navarra.
Si en algo coinciden todos los estamentos, administraciones, organizaciones empresariales y centrales sindicales es que "los accidente de trabajo y enfermedades profesionales son inaceptables". Hay consenso en que a día de hoy existen suficientes medios técnicos y humanos para evitarlos. El problema es que sindicatos y patronales discrepan sobre el énfasis que pone unos y otros para intentar reducir dicha lacra.
Los sindicatos, al menos ELA y LAB, señalan que trabajar para reducir la siniestralidad laboral "cuesta dinero y las empresas no quieren invertir en prevención". En opinión de las citadas organizaciones sindicales, las empresas "priorizan la productividad y el beneficio económico a corto plazo frente a la seguridad y salud de la gente, también en estos tiempos de pandemia". En todo caso, los sindicatos tienen razón en un aspecto es difícilmente comprensible que con una reducción notable de la actividad económica, la siniestralidad laboral no se reduzca en similares proporciones. Por ello las centrales que configuran la actual mayoría sindical vasca opinan que los datos estadísticos "reflejan que la estrategia mantenida por los gobiernos de la CAV y de Nafarroa contra la precariedad laboral y contra el covid 19 no está sirviendo".
Los accidentes laborales han causado la muerte de 543 trabajadores en el Estado español en los nueve primeros meses del presente año, 36 más, lo que supone un aumento del 7,1%, en relación al mismo periodo del año pasado, según los datos publicados por el ministerio de Trabajo español. Y todo ello pese a la notable reducción de la actividad en una economía que está cayendo a tasas por encima del 10% por efecto de la crisis desencadenada por la pandemia de coronavirus.
Fuentes del Ministerio destacan que en los primeros meses del año sí han aumentado los accidentes laborales mortales pero el conjunto de accidentes en el trabajo sí se ha reducido. De hecho, las estadísticas reflejan un descenso del 26,4%, hasta un total de 348.862 siniestros, en el número total de accidentes laborales con efecto de baja en su puestos de trabajo por parte del operario afectados, con datos hasta fin de septiembre.