GASTEIZ - Se intuía hace tiempo que 2019 podía alumbrar un fuerte acelerón de la negociación colectiva en Euskadi y el balance final del año del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) mejora las expectativas. Son 370.000 los trabajadores que cerraron el ejercicio con sus condiciones actualizadas, más del 61% del total, un nivel inédito desde 2008. El avance del pasado año, impulsado por el acuerdo en el Metal de Bizkaia, se puede calificar de histórico: en solo doce meses se han renovado convenios para casi 100.000 asalariados de la CAV.
La fotografía de la negociación colectiva vasca ha estado congelada muchos años. Con los dos convenios de mayor alcance bloqueados, los metales de Bizkaia y Gipuzkoa, la oscilación de la tasa de cobertura en la última década ha sido mínima. Las reformas aprobadas por los gobiernos españoles de PSOE y PP entre 2010 y 2012 añadieron tensión a las relaciones laborales en Euskadi, pero la situación ya estaba embarrada previamente.
Si se toma como referencia el porcentaje de trabajadores que tienen su convenio actualizado, es decir, dentro del periodo para el que se firma el acuerdo, hay un momento de inflexión muy claro una vez estalla la crisis en 2008: si ese año terminó con el 65% de los asalariados vascos dentro de un convenio renovado, en 2009 fueron ya el 54% y, a partir de ahí y hasta 2017, menos del 40%.
cambio de tono En solo dos años el dibujo ha cogido un color distinto. Algunos convenios de peso siguen bloqueados, pero las cifras dan cuenta de unas negociaciones más dinámicas. ¿Cómo se explica este cambio? Desde luego no puede decirse que las relaciones entre la mayoría sindical y la patronal vasca hayan entrado en una fase de distensión -sin ir más lejos, la huelga del pasado 30 de enero tenía entre sus objetivos presionar a Confebask para mejorar las condiciones de trabajo-. Aun así, tanto ELA como LAB están entrando a la firma de importantes convenios de sector, en algunos casos, eso sí, tras largos conflictos.
Más allá de las distintas interpretaciones sobre este último factor, parece lógico pensar que el contexto económico de crecimiento da pie a los empresarios a trasladar a las mesas mejores contenidos. El informe del CRL recoge un incremento salarial medio en los convenios de 2019 del 2,25%, aunque en este caso la media se sujeta por los acuerdos de ámbito estatal que afectan a trabajadores vascos. La subida media, teniendo en cuenta también los convenios firmados en años anteriores con vigencia en 2019, se queda en el listón del 2%, en todo caso cerca de un punto por encima del incremento de los precios.
Sobre los puntos más polémicos de la última reforma de Mariano Rajoy, como la limitación a un año de la ultraactividad o el nuevo sistema de arbitraje en caso de conflicto, en líneas generales en Euskadi se están pactando fórmulas para evitar o al menos limitar sus efectos. En el reciente convenio del Metal de Bizkaia incluso se aportan contenidos novedosos que van más allá de una negociación clásica como el blindaje del empleo en algunas contratas o medidas para fomentar la igualdad de género.
Este acuerdo, que firmaron CCOO, LAB y UGT pero no ELA, explica parte de la subida en el número de trabajadores con convenio, aunque ha habido más. A los 50.000 metalúrgicos vizcainos hay que sumar otros 9.000 empleados de la enseñanza concertada. Si en el caso del Metal la parte más cruda del conflicto duró seis meses -con diez jornadas efectivas de huelga-, los profesores de la red concertada mantuvieron el pulso durante cerca de dos años con hasta 29 días de paro. Además, en 2019 se produjo la firma del acuerdo para los 5.000 trabajadores de ikastolas de la CAV y se alcanzó un punto de encuentro, entre otros sectores, en el comercio de alimentación de Gipuzkoa, con otras 5.000 personas.
A estos grandes pactos se suman otros de menor incidencia, tanto a nivel sectorial como de empresa, destacando de nuevo la aportación de la negociación colectiva de ámbito estatal, que sigue penetrando en Euskadi. Así, el año cerró con 369.624 trabajadores vascos con su convenio actualizado, 100.000 más que el año anterior y 150.000 más que en diciembre de 2017. Este mayor alcance de las subidas salariales empuja al alza el sueldo medio y explica los buenos datos recaudatorios de las tres haciendas de la CAV. Aun así, la negociación colectiva tiene mucho margen de mejora empezando por el Metal de Gipuzkoa, en el que algunos sindicatos ya plantean aplicar la fórmula utilizada en Bizkaia.
Condiciones renovadas. El año pasado terminó con 369.624 trabajadores con sus condiciones actualizadas, el 61,1% de todos los asalariados vascos protegidos por la negociación colectiva, un total de 605.000. Ese porcentaje, el más alto desde 2008, baja siempre con la entrada del nuevo año al finalizar una parte de los convenios, para ir remontando a medida que avanza el ejercicio.
Convenios pendientes. En Euskadi hay otros 140.000 trabajadores que, pese al arreón del año pasado, siguen sin ver sus condiciones puestas al día. No tienen mejoras salariales aunque el articulado del convenio sigue teniendo valor por efecto de la ultraactividad. En esta situación se encontraba, por orden judicial, el convenio del Metal de Bizkaia 2008-2011, firmado por CCOO y UGT, hasta la renovación acordada recientemente para el periodo 2019-2021.
Acuerdos decaídos. Por último queda otro tercer grupo de trabajadores, cerca de 90.000, con su convenio decaído por efecto de la última reforma laboral, es decir, lleva tantos años sin renovar que su articulado ya no tiene valor. Aquí entrarían los trabajadores del Metal de Gipuzkoa, más de 50.000.
2,25%
Es la subida media pactada en los convenios renovados a lo largo de 2019, destacando los mayores incrementos de los acuerdos de ámbito estatal. Sumando el efecto de los convenios ya firmados con vigencia en 2019 la subida media queda en el 2%, casi un punto por encima del IPC.
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Si bien el ritmo de la negociación colectiva lo marcan los convenios de sector, por ser de mayor cobertura, el año pasado tuvieron afección en Euskadi casi 250 nuevos acuerdos de empresa, 49 de ellos a nivel estatal.