Madrid - El euríbor a un año -el indicador que más se utiliza en España para calcular la cuota de las hipotecas- cierra diciembre con una nueva bajada que lo situará en torno al -0,190%, lo que se traduce en un ahorro medio de unos 60 euros anuales para quienes tengan que revisar las cuotas de sus hipotecas.

A falta de que el Banco de España lo confirme en los próximos días, diciembre será el vigésimo tercer mes consecutivo que este indicador se mantiene en terreno negativo. Durante los diecinueve días hábiles que ha tenido el mes, el Euríbor ha oscilado entre el máximo del -0,186% del último día y el mínimo del -0,194% que registró el lunes de la semana pasada.

La evolución del indicador depende de las subidas o bajadas de tipos que aprueba el Banco Central Europeo (BCE), que lleva desde marzo de 2016 sin moverlos del mínimo histórico del 0% y que, según anunció tras su reunión a mediados de este mes, piensa mantenerlos para “facilitar” la financiación y en espera de que la inflación suba hasta acercarse al objetivo del 2 %. Además, el organismo justificó la necesidad de mantener los estímulos monetarios en la zona del euro y confirmó que seguirá comprando deuda pública y privada al menos hasta septiembre, por lo que los expertos prevén que no suba los tipos antes de primavera o verano de 2019.

Según el analista de XTB Rodrigo García, el Euríbor, por lo tanto, no parece dar síntomas de repuntar a corto plazo, y tras cerrar un año completo a la baja se espera que continúe esta tendencia en 2018. En consecuencia, los mayores beneficiados de esta situación seguirán siendo aquellos que cuenten con una hipoteca o planeen tenerla, para quienes el escenario “más probable” es que la financiación continúe siendo cada vez más barata los próximos meses.

Hace ya más de un año y medio, en febrero de 2016, el Euríbor cerró por primera vez en su historia un mes con signo negativo y desde entonces ha seguido evolucionando a la baja.

Con el indicador en tasas negativas desde hace tantos meses, la banca ha optado además por subir el diferencial que aplica o introducir una cláusula “cero” en las hipotecas a tipo variable, que establece que el indicador nunca podrá bajar del 0%, al tiempo que se ha incrementado la venta de hipotecas a tipo fijo. - Efe