bilbao - El juez concursal ha dado su visto bueno a la compra de Vicrila por parte de Gestiber. El sello del juez era el último trámite necesario para que la operación terminara de concretarse, con lo que la gestora madrileña tiene ya plenas garantías para relanzar un proyecto en el que asegura invertirá más de 14 millones de euros en cuatro años. La mayoría del comité y de la plantilla está conforme con la entrada de este nuevo inversor tras varios intentos por parte de otras empresas que acabaron frustrándose. Gestiber hará importantes ajustes salariales pero mantendrá prácticamente la totalidad de los 300 puestos de trabajo de la compañía de Lamiako -habrá media docena de salidas en dirección-.

El histórica fábrica de vasos de vidrio ve por fin luz al final de un largo túnel. Vicrila entró en concurso de acreedores en septiembre del año pasado fuertemente endeudada aunque manteniendo una importante cuota de mercado en el Estado español que pronto llamó la atención de media docena de fondos de inversión. La francesa ARC sonaba en principio como la más interesada en recuperar el control de la planta de Lamiako, aunque las tentativas más serias llegaron de manos de los fondos Cambium y Sainberg. La oferta del primero fue rechazada por la plantilla mientras que Sainberg acabó dando marcha atrás cuando la adquisición se daba por hecha.

Finalmente será Gestiber la compañía que se haga con la fabrica después de que el juez haya autorizado la compra esta misma semana, según informó ayer a este periódico Iñaki Icaza, de LSB-USO. En el auto del juez se valora que la oferta de Gestiber cuenta con el visto bueno de la administración concursal, de parte de los acreedores -Seguridad Social, Hacienda y Fogasa- y sobre todo de la mayoría de los trabajadores, que aprobaron la operación en asamblea hace unas semanas. No está conforme la banca, que ha presentado alegaciones ante la pérdida que sufrirá con la operación. En todo caso, y pese a reconocer que la cantidad que recuperarán los acreedores es escasa -unos 8,5 millones de una deuda superior a 30 millones-, el juez indica en su escrito que la única alternativa para mantener la actividad es la entrada de Gestiber.

En los últimos días dos de las empresas que se mantenían en la puja, Cambium y Glassify, habían formalizado una oferta conjunta para hacerse con la fábrica o al menos poder prolongar el plazo para seguir optando a ello, que en este caso el juez no ha tenido en cuenta. De nuevo aquí el mantenimiento del empleo y la posición de la plantilla han sido determinantes en la elección de Gestiber.

Como es habitual en este tipo de procesos, se abre un plazo de cinco días para presentar alegaciones que empezarán a contar cuando la decisión judicial se comunique a todos los acreedores. Esto ocurrirá como tarde el 1 de septiembre, si bien Gestiber tiene autorización ya para acudir al notario a formalizar la adquisición de la empresa. Aun así, la firma con sede en Madrid dejará pasar el mes de agosto y no será hasta el comienzo de septiembre cuando se rubrique la operación.

En realidad se trata casi de un trámite puesto que Gestiber hace semanas que puso un aval y firmó un contrato de arrendamiento para tomar el control directo de la planta. Una muestra de compromiso que terminó de convencer a la plantilla, que por su parte ha aceptado aplicarse ya el plan social solicitado por la empresa, con una rebaja salarial del 20% y un aumento anual de 56 horas de trabajo. Además, a cambio de la paga extra de verano los trabajadores han aceptado no cobrar la nómina de julio para evitar mayores complicaciones de tesorería.

“muy ilusionados” La dirección de Gestiber ha visitado las instalaciones y ha analizado las posibilidades de devolver a Vicrila a números positivos. “Están muy ilusionados con el proyecto”, señaló Icaza, que no oculta su satisfacción por el hecho de que la operación vaya a concretarse. Tanto LSB-USO como CCOO, ATV y CUC respaldan la entrada de Gestiber, mientras que ELA, LAB y UGT no comparten el proyecto.

La sociedad madrileña anuncia una inversión de 14,5 millones de euros en cuatro años, más de 6 en doce meses, orientada al apartado productivo incluyendo una nueva línea de copas. Además, Icaza confía en que la posición y experiencia de Gestiber -controla la comercialización de productos del fabricante de menaje de cocina Vitrinor- contribuirán a dar un empujón a Vicrila en el competitivo mercado del vidrio de mesa.