MADRID - La interconexión eléctrica submarina entre Euskadi y Francia quemará una nueva etapa en septiembre cuando los gobiernos español y francés inicien de forma escalonada la tramitación del proyecto. Son los tiempos que maneja Red Eléctrica de España (REE), que ya está en disposición de poner en marcha la primera fase del cable -la tramitación-, pero que aguarda a que su homóloga francesa llegue a esa situación para activar el protocolo y lanzar definitivamente una iniciativa que verá la luz previsiblemente en 2025.
La directora general de Transporte de REE, Eva Pagán, explicó ayer a este diario en Madrid el cronograma oficioso que maneja el operador del sistema eléctrico peninsular.
Al tratarse de una infraestructura que afecta a dos países, la legislación europea obliga a iniciar la tramitación a ambos lados de la frontera con dos meses como máximo de diferencia. La Comisión Europea aprobó el mes pasado una partida presupuestaria de algo más de seis millones de euros para los estudios previos. Mariano Rajoy y François Hollande se comprometieron también en febrero a impulsar la línea de alta tensión que unirá Bilbao y Burdeos.
Sin embargo, habrá que esperar al resultado de las próximas elecciones francesas para que el Gobierno galo dé el impulso definitivo al proyecto. Ninguno de los candidatos se ha posicionado en contra del cable submarino, pero si el nuevo Ejecutivo es muy rupturista -una victoria de Marine Le pen sería el escenario más adverso- podría, cuando menos, retrasarlo.
En esa tesitura, en el mejor de los casos, la tramitación conjunta se realizaría en septiembre y a partir de ahí se iniciaría un periodo de en torno a tres años para la aprobación del impacto medioambiental. Ese ciclo se solapará con los dos años aproximadamente que tardará en fabricarse el cable, que tendrá una longitud de 250 kilómetros. La instalación requerirá otros dos años, mes arriba mes abajo. No se prevé alcanzar antes del año 2019 la fase de evaluación medioambiental, de modo que en el mejor de los casos la línea entraría en servicio en el año 2015. En ese caso, la conexión se pondría en marcha con nueve años de retraso. La inversión rondará los 2.000 millones.
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millones de euros invertirá Red Eléctrica Española (REE) en proyectos que afectan a Euskadi. Se destinarán 11,3 millones a la electrificación del tramo ferroviario de alta velocidad Venta de Baños-Burgos-Gasteiz. También se acometerán las obras por valor de 23,8 millones del desfasador Arkale, en Oiartzun. Un transformador que permitirá equilibrar los flujos este-oeste en la muga entre España y Francia.