Gasteiz - Cuestionado por la delicada situación de las acerías, el líder de ELA, Adolfo Muñoz, Txiki, comienza criticando la presencia de cargos políticos “cercanos a los gobiernos” en la movilización unitaria en defensa de la industria celebrada en Bilbao el día 23 de abril. “Se denunciaba la falta de política industrial de los gobiernos. Buscaban una foto que no se merecían”, asegura el sindicalista en vísperas del Primero de Mayo. Para ELA la responsabilidad de los cierres y de los ERE es de las propias multinacionales pero también de los gobiernos de Madrid y de Gasteiz, que “aceptan todos sus chantajes”.

“Resulta lamentable que en Europa no se haya tomado ninguna iniciativa para impedir el dumping de determinados países. Dicho eso, Arcelor produce acero en China. En el cierre de la planta de Zumarraga no hay razones económicas ni productivas que lo justifiquen”, señala el secretario general de ELA, que hoy celebra actos en Bilbao e Iruñea. “La globalización facilita el chantaje permanente de las multinacionales. Eligen en qué países invierten y en cuáles deslocalizan. Lo hacen con total libertad, sin importarles el empleo ni el arraigo social. Hay que cambiar las reglas, pero las cosas no van por ahí. Europa negocia con EEUU el TTIP para darles más poder”, censura Muñoz.

El sindicalista alavés carga con dureza contra el Gobierno de Iñigo Urkullu. “Se limita a apoyar ese trato fiscal privilegiado y a trasladar la responsabilidad a Europa, por el dumping, y a Madrid, por las tarifas eléctricas. Trata de evitar que se hable de la reducción del gasto en I+D+ i, del papel de Kutxabank, de la venta de acciones que tenía el Gobierno en empresas tractoras o del destino y eficacia de la política de subvenciones”, reprocha.

Y critica también el escaso apoyo del Ejecutivo español. “Su política industrial se concreta en reformas laborales que facilitan la precariedad y los despidos y un trato fiscal privilegiado. Ese modelo supone un fracaso social”, asevera Muñoz.

Además de la pérdida de empleo en el sector industrial, hoy estará presente en el discurso de los distintos líderes sindicales la propuesta sobre un nuevo modelo laboral de Confebask, en el que las centrales ven una amenaza a la organización colectiva. “Choca con todo aquello que favorece unas sociedades más justas y cohesionadas. Todo se subordina a la competitividad, a las reglas del mercado y a la obtención del máximo beneficio privado”, afirma Muñoz. “A Confebask le estorban los convenios, le basta con la ley. Le estorban los sindicatos, porque quiere una relación individual empresario-trabajador”, apunta.

Ese es uno de los puntos críticos del documento elaborado por la patronal, el planteamiento de una interlocución directa con el trabajador. “Es difícil encontrar una posición más reaccionaria. Tras recibir el regalo de dos reformas laborales brutales, Confebask quiere superar el obstáculo sindical. Nos quiere a los trabajadores de uno en uno”, añade.

“Estas demandas son apoyadas por el Gobierno de Gasteiz. Da por buenas las reformas laborales aplicándolas en el sector público. Financia a Confebask con el dinero de todos y le reconoce una representación de la que carece. Confebask y el Gobierno no quieren trabajadores organizados”, dice el líder de ELA. “No es casualidad que el lehendakari afirme que solo su Gobierno y Confebask están en la realidad. Nunca los gobiernos nos dieron menos y nunca han estado tan de la mano de la patronal”.

Para terminar, defiende el papel de su sindicato, “ocuparse de la defensa del trabajo digno y la justicia social”, y asegura que “estamos un poco hartos de la campaña de estigmatización contra ELA por parte de quienes con sus políticas ortodoxamente neoliberales impiden cualquier acuerdo”. “Esta situación reclama al movimiento sindical que refuerce su organización y llame al mundo del trabajo a organizarse”, sentencia.