bilbao - FMD es una de las sales más veteranas de Euskadi. Esta firma metalúrgica de Basauri nació a comienzos de los años ochenta con otro nombre pero ya con la forma de sociedad laboral y aunque ha sufrido diversos cambios para adaptarse al mercado mantiene la filosofía de sus orígenes basada en la implicación de los trabajadores. Actualmente cuenta con 60 empleados de los que más de la mitad son socios, un alto nivel de participación que ha permitido a FMD sortear la crisis sin tomar medidas traumáticas severas.

Kepa Olivares, director financiero de la empresa de Basauri, explica que en los últimos años han sentido la “angustia” de ver desplomarse las ventas “en vertical”, señala en referencia al año 2009, el ejercicio en el que peor lo pasaron. Como la mayoría de empresas del sector del metal han tenido que amoldar la producción a la caída de la demanda, aunque como indica Olivares las medidas se han tomado “siempre poniendo toda la información encima de la mesa y consultando todo con los trabajadores”.

En el peor momento se llegó a poner en marcha un ERE de suspensión temporal en el que se vio implicada toda la plantilla, tanto socios como trabajadores no socios, aunque a partir de 2010 la producción se recuperó, en parte gracias al tirón de las ventas exteriores, incluso FMD absorbió a otras pequeñas compañías del sector.

La crisis se ha esquivado sin despidos colectivos aunque sí se han realizado “cuatro o cinco” rescisiones de contrato “puntuales” para amoldar la plantilla a las nuevas necesidades. Y es que el camino para salir de la crisis ha sido complejo y ha obligado a la factoría de piezas de metal duro a especializar su producto para ganar nuevos clientes.

El futuro pinta bien para una sociedad laboral de 34 socios y una plantilla total de 60 personas, cifras muy por encima de la media de tamaño en el ámbito de las sales que dan cuenta del recorrido ascendente que ha transitado desde que se pusiera en marcha con 18 socios.

Olivares recuerda en este sentido que, por su filosofía y a pesar de que es suficiente con que esté en manos de la plantilla el 51% del capital, las sociedades laborales siempre intentan que todos sus empleados se conviertan en socios. “Es la mejor manera de implicarse con el proyecto”, indica el director financiero de FMD, en la que hay que aportar un capital de 40.00 euros.

La nueva ley estatal del sector favorece este tránsito de los trabajadores a la parte empresarial, como recuerda Olivares, que confía en que la nueva regulación dé un empujón a este proceso también en la firma basauritarra. “No todo el mundo quiere ser socio, hay quien prefiere comprarse un coche y cobrar a fin de mes y no tener complicaciones. Está claro que hacerse socio conlleva un riesgo, pero nosotros siempre decimos que es invertir en un puesto de trabajo”, asevera. - A. Legasa