Vitoria. El plazo se agota y las posibilidades de salvación son ya casi inexistentes. Por más que el escenario sea tan dramático, parte de la plantilla de Arregui continúa agarrándose a un clavo ardiendo. Exigen un "gesto" por parte de la empresa, "un paso adelante para sentarse a negociar", y por eso ayer parte del comité se personó en el Preco aún sabiendo que la dirección no acudiría al acto de conciliación, tal y como notificó el pasado miércoles. "Es un gesto inequívovo de que queremos arreglar esto", señaló en la entrada un sindicalista. Pero la empresa no está por la labor. Dio por concluido el periodo de consultas sin acuerdo el 18 de junio y no ha movido ficha desde entonces. En su hoja de ruta, marcado en rojo, está el 31 de julio, fecha en la que vence el plazo impuesto para el cierre de las plantas de Vitoria y Urbina y el consecuente despido de otros 200 trabajadores.
- Multimedia
- Servicios
- Participación