Madrid. El consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, anunció ayer que la entidad ofrecerá a partir del 1 de agosto un periodo de carencia de tres años a los titulares de una hipoteca que pierdan su empleo, de forma que sólo tendrán que hacer frente a los intereses que genere el préstamo.
Sáenz hizo este anuncio en la presentación de los resultados obtenidos por el banco en el primer semestre de 2011, cuando ganó 3.501 millones de euros, el 21,2% menos que un año antes, debido a la dotación de un fondo extraordinario de 620 millones en el Reino Unido. Para Sáenz, esta medida ayudará a mejorar la percepción que tiene la sociedad sobre la actuación de bancos y cajas en la crisis, algo a lo que "somos sensibles", reconoció. La entidad ofrecerá este periodo de carencia, que afectará al pago del capital principal, a sus clientes particulares o autónomos que tengan una hipoteca con el banco para una vivienda habitual y que se hayan quedado en paro o hayan perdido más del 25% de sus ingresos. "Creemos que será un alivio importante" para estas personas, dijo Sáenz, que puso como ejemplo que una hipoteca de 125.000 euros, a devolver en 25 años y con un interés equivalente al euribor más 0,70 puntos, que pagaría una letra de casi 600 euros, con esta "moratoria" vería reducida la cuota a 300 euros, dijo. Los tres años de carencia, periodo en el que sólo se pagarían intereses, se acumularían al final del préstamo, explicó Sáenz.
3.501 millones de ganancias El Banco Santander obtuvo un beneficio neto atribuido de 3.501 millones de euros en el primer semestre del año, cifra un 21,2% inferior a la del mismo periodo de 2010, que fue de 4.445 millones de euros, según informó la entidad a la CNMV. El banco que preside Emilio Botín explicó que este resultado incluye la creación de un fondo de 620 millones de euros para la cobertura de eventuales reclamaciones que pudieran producirse por la venta de seguros de protección de pagos en Reino Unido. Sin dicha provisión, el beneficio semestral de la entidad se habría situado en 4.121 millones de euros, un 7% menos. Los ingresos del banco se incrementaron un 6% en el semestre, mientras que el segundo trimestre del ejercicio lograron superar por primera vez los 11.000 millones de euros, procedentes casi a partes iguales de los mercados emergentes (5.700 millones de euros) y los ya maduros (5.500 millones de euros).