PASAIA. Un camionero autónomo guipuzcoano inició ayer una huelga de hambre dentro de su vehículo de trabajo en las instalaciones del Puerto de Pasaia (Gipuzkoa) para denunciar su despido de Cámara S.A., por, "formalizar un escrito en el que denunciaba maltratos psicológicos, acoso e insultos" por parte de un cargador de chatarra.
En una rueda de prensa en Pasaia, este trabajador, Mikel Berekoetxea, acompañado de la portavoz del sindicato vasco de transportistas autónomos HIRU, Estitxu Ugalde, explicó hoy que su huelga viene motivada por "las actitudes poco correctas, peligrosas, malas maneras y muy poco respeto" que padecen los camioneros que trabajan en el puerto pasaitarra.
Según relató, la "gota que colmó el vaso" fue el acontecimiento ocurrido el 26 de marzo, cuando se disponía a cargar su camión de chatarra y recibió "muy mal trato, insultos, poco respeto e incluso acoso" por parte de un cargador de chatarra.
Ante estos hechos, Berekoetxea formalizó un escrito para denunciar "el trato recibido", tras lo cual llamó al Coordinador de Tráfico interno de camiones del Puerto, quien le advirtió que, de seguir con su denuncia, el jefe de operaciones de la empresa Cámara S.A. "no cargaría su camión" y que tendría que "irse del puerto".
El camionero se puso en contacto con HIRU con el fin de "exigir respeto para el colectivo de transportistas autónomos y que cesen los insultos y las amenazas de las empresas", indicó. Por su parte, Ugalde reconoció que esta situación "no es una excepción" y "se repite en varios departamentos del Puerto", pero "los trabajadores tienen miedo de perder su trabajo si denuncian estos maltratos".
Además, anunció que Berekoetxea permanecerá en huelga de hambre dentro de su camión hasta que "todos los trabajadores del Puerto se sensibilicen con la causa y entiendan que somos personas" para, así, "fomentar las relaciones humanas y el respeto entre iguales".
Asimismo, explicó que HIRU pretende reunir a "todos los agentes competentes del puerto" para "crear un organismo que recoja, denuncie, y canalice estas actitudes poco cívicas", ya que "la solución a estos problemas no pueden ser las amenazas de las empresas".
En este sentido, consideró que la Diputación de Gipuzkoa, el Gobierno vasco, el Gobierno central, Osalan y Adegi "deben mover ficha" y "establecer un protocolo para que estas situaciones no se repitan ni en el colectivo de transportistas ni en ningún otro".
A su juicio, "este tipo de presiones psicológicas, insultos y malas maneras" son admitidas por los trabajadores "por el miedo a perder su empleo", pero "son inadmisibles para cualquier persona".