La NBA, antaño una liga reservada exclusivamente para los jugadores estadounidenses, se ha europeizado con el avance de los años y el protagonismo del talento procedente del Viejo Continente es cada vez mayor. Que el francés Victor Wembanyama fuera la primera elección del pasado draft de 2023 y que cuatro de los últimos cinco trofeos MVP se los haya llevado un jugador europeo (dos del serbio Nikola Jokic y dos del griego Giannis Antetokounmpo) es buena muestra de esta tendencia en una liga en la que también acaparan titulares Luka Doncic (Eslovenia) o Domantas Sabonis (Lituania).

Este incremento de europeos en los últimos años, sin embargo, ha ido de la mano de una caída en el cupo de jugadores españoles. Si en la temporada 2016-17 llegaron a coincidir hasta diez representantes españoles en la mejor liga del mundo (Pau y Marc Gasol, Ricky Rubio, José Manuel Calderón, Willy y Juancho Hernangómez, Álex Abrines, Sergio Rodríguez, Serge Ibaka y Nikola Mirotic, once si contamos al recientemente nacionalizado Lorenzo Brown), en la actual campaña sólo Santi Aldama puede presumir de contar con un contrato garantizado en la NBA.

El regreso a la Euroliga de Ricky Rubio (Barcelona), Ibaka (Bayern), Willy Hernangómez (Barcelona) y Juancho Hernangómez (Panathinaikos) ha dejado a Aldama, jugador de los Memphis Grizzlies, como único representante del baloncesto español en la liga norteamericana, ya que Usman Garuba, que cuenta con un contrato dual con los Golden State Warriors, sólo ha disputado seis minutos en toda la temporada repartidos en dos encuentros y no entra en los planes de Steve Kerr.

Mejor le van las cosas a Aldama, que en su tercera campaña en la NBA está siendo una pieza capital en los Grizzlies, donde se está destapando a sus 23 años como un gran anotador con 10,4 puntos y 5,5 rebotes de media que presagian una larga trayectoria en la competición. Sin embargo, la solitaria presencia del ala-pívot resulta escasa para un país que ha exportado numerosas estrellas a Estados Unidos desde el aterrizaje de Pau Gasol en 2001.

ESPERANZA PARA EL FUTURO

Es evidente que la generación dorada del baloncesto español está dando sus últimos coletazos, por lo que la responsabilidad recae ahora en las jóvenes promesas que están llamando a la puerta de la NBA. En ese sentido y atendiendo a las últimas predicciones para el draft de 2024 que ha publicado la cadena estadounidense ESPN esta semana, la mayor esperanza en estos momentos es el ala-pívot murciano de 18 años Izan Almansa, a quien le sitúan en el puesto 25 de la primera ronda.

Poco después aparece una figura más conocida en el baloncesto europeo como Juan Núñez, canterano del Real Madrid actualmente en las filas del Ratiopharm Ulm y que ya sabe lo que es jugar con la selección española. El base madrileño de 19 años tiene un futuro brillante por delante y las predicciones lo sitúan en la elección número 28 de la primera ronda.

Ellos dos son ahora mismo las dos grandes esperanzas del baloncesto español para repoblar la NBA, ya que el mallorquín Baba Miller, que milita en los Florida State Seminoles de la NCAA, lo tiene más complicado, pues es necesario retroceder hasta el puesto 50 de la segunda ronda para encontrarlo en las predicciones.

La mayor decepción, en cualquier caso, está siendo el pívot Aday Mara, que tras brillar la pasada campaña en el Casademont Zaragoza y firmar un contrato millonario con UCLA para jugar en la NCAA en una salida no exenta de polémica, apenas está teniendo oportunidades de mostrar su talento y ha caído en picado desde el puesto 13 de la primera ronda en el que lo situaban a principio de temporada a quedarse actualmente fuera del draft. Por lo tanto, es posible que opte por no inscribirse para esperar a tener mayor protagonismo el curso siguiente y optar a un puesto mejor.