El presidente de LaLiga, Javier Tebas, consideró que el beso que le propinó Luis Rubiales, por entonces presidente de la RFEF, a la delantera de la selección Jenni Hermoso, ha provocado "el mayor daño reputacional de la historia al fútbol español", y, tras remarcar que en una relación jefe-subordinado "nunca se entiende el consentimiento" en este tipo de acciones, dejó claro que, aunque no sea "delito", es "inmoral y muy grave" y que por ello cree que debe haber "la sanción más dura posible" para el dirigente, actualmente suspendido por FIFA.
"Creo que a nivel de fútbol español es el daño reputacional mayor que hemos tenido en la historia, y a nivel de país también. Puedo decir que hay más en noticias digitales, más de 130.000 noticias digitales que llevamos con el tema de Rubiales en el mundo y todas en un sentido, en periódicos conservadores y no conservadores. Eso indica que el tema es muy grave", señaló Tebas durante su comparecencia en la 'Olé Sports Summits Leaders' en Argentina.
El dirigente recalcó "un tema muy importante". "Más allá del acoso sexual o no, que como abogado entiendo bien la figura, es inconcebible, impresentable y bochornoso que un jefe a una empleada pueda pedirle, cogiéndole la cabeza, que le dé un pico. Y, diga lo que diga la empleada, porque es su jefe el que está ahí, es que no tiene tiempo de reacción", detalló.
Además, criticó que Rubiales "intente todavía justificar diciendo que tiene consentimiento". "En el ámbito de la subordinación jefe-empleado nunca se entiende el consentimiento, nunca en acciones de ese tipo. Otra cosa es que llevasen meses de novios, cosa que no era así. Y eso lo tiene que saber el señor Rubiales, pero claro, no sólo es eso, tiene que saber que no puede coger a una jugadora (Athenea del Castillo) como un saco de patatas, no puede coger a la Reina de un hombro como si fuese de juerga, y ya no digo el espectáculo de tocarse los genitales en un palco", subrayó.
"La punta del iceberg"
Para Tebas, lo sucedido "es la punta del iceberg en la conducta y la forma de entender la vida, incluso de entender las mujeres" del ahora suspendido presidente de la RFEF. "Le conozco desde hace muchísimos años y si me preguntas si me sorprendió, yo te digo no", replicó.
En este sentido, el presidente de LaLiga cree que Rubiales no dimite "por el glamour del fútbol". "Ya no sólo el tema económico, es que es muy difícil a la gente apartarse de él. El ser presidente de una asociación de fútbol de tu país te abre muchas puertas, te hace muchos reconocimientos y estás en palcos llenos de autoridades de muchos. Por eso no voy a ninguno porque no me gusta nada ese glamour y no me quiero 'infectar'", remarcó.
"Pero eso es muy difícil, que alguien lo pueda dejar y alguien que viene, y con esto no quiero decir, de presidir el sindicato de futbolistas. Y creo que no dimite porque piensa que no hizo nada malo, eso es lo peor todavía. Cuando alguien piensa que no ha hecho nada malo y todavía no se ha dado cuenta que más de 120.000 noticias en el mundo critican la acción del beso", explicó. "No sé si era delito (el beso), pero es una cosa inmoral y muy grave que requiere su sanción en el ámbito deportivo, en mi opinión lo más dura posible", sentenció.