¿Pesa tomar el relevo a una figura como la de Julio Roca?
–Sí, sí. De primeras uno piensa que en dejar las cosas como están es suficiente, que ya es difícil. Su labor a lo largo de todos estos años ha estado ahí. Es complicado mejorarlo, por eso a veces las cosas manteniéndolas si están bien, creo que puede ser un buen objetivo.
¿Entiende el cansancio que haya podido tener Julio Roca durante estos más de 30 años en el club para solicitar un cambio?
–Claro que sí. Al final todo cansa y ya en estos dos meses te das cuenta de que hay que hablar con mucha gente, mover muchos hilos, hacer muchos números, a nivel deportivo hay que gestionar viajes y hacerte con jugadores... Son un montón de cosas. Está también la labor de la cantera, mantener estas instalaciones y atender a toda la gente que pasa por ellas.
¿De que cifras hablamos? ¿Qué superficie tienen estas instalaciones y cuántas personas pueden llegar a pasar por aquí a diario?
–Son más de 3.000 metros cuadrados entre las oficinas, gimnasios, salas de estiramientos y la cancha polideportiva. Y entre personas con discapacidad, la actividad física adaptada al embarazo y los deportistas que tenemos, 650 personas sí que utilizarán esta instalación.
"Esto es un relevo generacional y yo no me veo aquí muchos años. De hecho, no me veía ya antes de presidente. Es que es algo impensable"
¿Se ve tanto tiempo al frente del Zuzenak o no cree que vaya a tener un mandato tan largo, ya que eso es algo tan solo al alcance de tipos como Julio?
–De eso no tengo ni una duda. Esto es para tipos duros, duros como Julio. Esto es un relevo generacional y yo no me veo aquí muchos años. De hecho, no me veía ya antes de presidente. Es que es algo impensable. Pero bueno, han depositado la confianza en mí y de momento vamos a empezar a trabajar. No se puede decir ni que voy a estar 20 años, ni más tiempo ni menos. A ver lo que va sucediendo durante este tiempo. Lo que veo me gusta, es un club que está muy bien organizado, que está ya rodado, que Rubén e Itxaso lo tienen todo controlado y resulta todo más sencillo.
Después de haber sido voluntario, ¿se siente cómodo en su nuevo cargo?
–Sí. No he entrado en un sitio en el que es todo nuevo para mí. Y si algo me llamaba la atención es el buen ambiente que creo que tienen y el buen trabajo que han hecho. No me he metido a ciegas a un proyecto en el que no sabes si está saneado o si tiene problemas. No, eso no.
¿Por qué se embarcó en esta aventura?
–Me han animado mucho para que diera el paso desde hace tiempo. Empezaron diciéndomelo a lo loco y al principio te lo tomas a broma, pero va cogiendo forma y acabas aceptando. Creo que si estás a gusto hay que implicarse un poco más. No siempre surgen estas oportunidades. Luego el tiempo dirá si lo hacemos bien, si valemos o si hay que volver a cambiar. No creo que mi presencia aquí sea definitiva ni fundamental. Para nada.