Hace pocos días tuve la oportunidad de ver las carreras de montaña o de "Trail" como se llaman ahora desde otro punto de vista. La idea como siempre era la de correrla y contar desde dentro, como llevo haciendo ya 4 años, lo vivido en la misma.

El día anterior a la prueba ya con todo preparado recibí una propuesta por parte de Richard, uno de los culpables junto con Emilio y "Ruido", de la celebración de esta carrera. Resulta que tenían un problema con los escobas. Los escobas son, para todo aquel que no lo sepa, los encargados de ir al final de la carrera. Esto supone ir con el ultimo corredor y además de controlar los tiempos de corte de la prueba, van quitando las balizas o marcas que seguimos los corredores y que sirven para marcar el recorrido. Un labor fundamental y de la que la gente no se acuerda. La propuesta era formar parte de ellos y sobre todo, teniendo en cuenta que van recogiendo marcas, ir yo con el ultimo corredor para de esa manera que ellos fueran algo más tranquilos en su cometido.

Obviamente le dije que sí y al día siguiente a las nueve de la mañana, previa recogida de dorsal estaba preparado en la línea de salida. En dicha recogida de dorsal se encuentran más voluntarios. Allí había por lo menos ocho personas encargadas de buscar en la lista al corredor, entregarle el dorsal y una bolsa con regalos varios, indicar donde está la línea de salida y en este caso, al disponer de consigna, recoger la mochila de los participantes para una vez terminada la carrera dársela en meta y facilitar la ducha posterior. Una labor necesaria y muchas veces, lo damos por algo normal, no debidamente reconocida.

Dj, la speaker y cronometraje comprobando que todo esta OK Iraia

Al acercarme a la línea de salida empiezan los nervios. Yo hace tiempo que no me pongo nervioso, pero ya que habían depositado los organizadores su confianza en mí no quería fallarles, así que era importante controlar los ritmos y sobre todo guardar fuerzas. Alli más voluntarios indicando la salida y como no el encargado de poner música para dar ambiente y la "speaker". Esta persona es la encargada de estar animando continuamente en los momentos previos al inicio y también la responsable de con sus vítores de que cada uno de los participantes tengan su reconocimiento en la llegada.

La carrera a punto de comenzar Paul Sánchez

Salida rápida como no podía ser menos en estas carreras, da lo mismo la distancia, los primeros siempre salen como alma que les lleva el diablo. Después de atravesar las calles de Ermua, nos adentramos en la primera subida, la ascensión a Urko. En esa subida ya me voy quedando atrás y coincido unos metros con Paula. Paula es una chica con la que coincidí y conocí este pasado veranos en la marcha de Bilbao-Frías. Va poco a poco pero no me cabía duda que lo iba a hacer bien es su terreno, no en vano es de allí. Así fue y me alegro mucho por ello. Seguro que coincidimos en más. ZORIONAK. Con quien sí que hago casi toda la subida es con otro Ermuarra. Se trata de Ander y esta apuntado como muchas veces pasa esto en las carreras, por un calentón en una noche de fiesta. En su caso es joven pero hay que tener cuidado ya que no es la mejor manera. Una maratón de montaña merece mucho respeto y con este desnivel y calor esta aún más. Me cuenta que es su primera carrera de estas características, que no llega muy bien pero que a cabezón no le gana nadie. Al final de la subida le dejo marchar para quedarme con los pocos que venían más despacio. felicidades Ander porque sé que lo lograste.

La cima de Urko al paso de los últimos participantes Gonzalo

Ya he coronado y me quedo a esperar a los últimos que vienen un poco más tarde. Las vistas son impresionantes. Faltan de llegar los dos escobas junto con José Antonio que cierra la carrera, pero yo comienzo a bajar tras Marian una chica que no las tiene todas consigo en llegar a meta. hago con ello buena parte de la bajada, pero llega un momento que superamos a una pareja y me quedo con ellos para seguir haciendo mi labor de cierre escoba.

Escobas del primer tramo

Escobas del primer tramo Iraia

Concluye la bajada y llegamos todos juntos, excepto los escobas al primer Avituallamiento en el puerto de Trabakua. Es de elogiar el cariño con el que te tratan cuando llegas. Todo sonrisas, todo ayuda, todo animos, esta gente hace grande las carreras. No queda nadie excepto los escobas del primer tramo por detrás así que avituallamos y salgo con José Antonio que va ultimo y el segundo grupo de escobas.

Voluntarios en el avituallamiento de Trabakua Emilio

Noto que no voy fino ya que no es mi ritmo, tengo que correr algo y no ir tanto tiempo andando para soltar las piernas y relajar la musculatura. pero bueno me he comprometido a ir aquí y a gusto que voy. La subida a Zengotitagana es durísima. Voy todo el rato esperando a Jose pero le cuesta mucho. Además del desnivel hace bastante calor. Finalmente llegamos arriba y tenemos nuestra recompensa, que vistas.

Vistas desde Zengotitagana Gonzalo

Hablo con José y me dice que va muy justo, que tire para adelante pero que ya sabe que no va a cumplir los tiempos de corte, así que en mi labor de escoba le dejo y me voy a buscar a los siguientes corredores para intentar que lleguen al corte de Aixola. Toca un tramo duro pero espectacular. El correr por las laderas del monte Oiz es algo impresionante ya que si tienes la suerte de tener un día como el que ha salido para la carrera es un disfrute total para todos los sentidos.

Spiderabel en pleno esfuerzo en las faldas de Oiz Emilio

Voy apretando pero me sacan mucho los de delante. Corono Oiz entre ánimos de los muchos allí presentes y me lanzo como alma que no lleva el diablo a intentar cazar a los siguientes corredores. Por el camino me llama el jefe de los escobas para decirme si voy a llegar al corte con los últimos y le dijo que estoy a punto de cogerlos y que haré todo lo posible porque sea así. Finalmente casi en el segundo avituallamiento les doy caza. Se trata de Patri y Patxi, una pareja encantadora con los que "correré" hasta Aixola.

Patxi y Patri en plena subida

Patxi y Patri en plena subida Mikel Madarieta

La verdad es que es otro avituallamiento de lujo, tanto por la gente que allí estaba, todos a una dispuestos a ayudar, como por el propio avituallamiento en sí. De todo y en cantidades abundantes. Muchas veces pasa que en carreras cuando llegamos los del final no hay de todo, bien sea por poca previsión de la organización, bien porque los voluntarios no han tenido en cuenta la gente que falta o bien por el egoísmo de los propios corredores, cogiendo muchas veces más de lo necesario. Este no fue el caso.

El tema es que salgo con esta encantadora pareja con la que compartí entre risas, anécdotas y muchos ánimos de Patxi a Patri los ocho kilómetros que nos separaban del siguiente avituallamiento. Terreno muy corrible pero que yo lo hice al ritmo de mis compañeros de tramo. Casi llegando me llama de nuevo Alberto, el jefe de escobas, para decirme que si llegamos. Le comento que no corren pero que lo están dando todo, que lo tengan en cuenta para no cortarles.

Finalmente llegamos al avituallamiento del embalse donde aparecemos tres minutos por encima del corte. Pero allí fieles a su palabra están Alberto y Alex, el último grupo de escobas, que les dejan avituallar y salen con ellos para Egoarbitza, la última subida de la carrera.

Gran grupo de voluntarios en el embalse de Aixola Gonzalo

Allí, en el embalse acabo mi carrera, no subí con Alberto y Alex, ni con Patri y Patxi (finalmente se retirarían, que pena). Mis piernas, seguramente por tantos cambios de ritmo estaban secas, no había más. Me faltaba poco para no acalambrarme. Así que decidí esperar a alguien de la marcha con la que hacer los últimos 5 kilómetros hasta meta. No haría los 42 kilómetros pero si 35 que tampoco está mal. Por supuesto otro genial avituallamiento encima aderezado por el buen rollo que había entre todos los voluntarios. Sabedores que la gente llegaba, tanto de la marcha como de la carrera, muy justa eran todo sonrisas y ánimos. no podemos más que darles la gracias por todo ello, no saben, o si, lo importante que es para nosotros.

Con Bere en los momentos finales de carrera Bere

Me junte con Bere, una mexicana, afincada en Amurrio desde hace tiempo, a la que ya conocía de alguna marcha. Este próximo fin de semana estaré con ella en la Gorobel (previa de la misma en unos días, por cierto). Es todo sonrisas, buen rollo y montañera de las que no se rinde. Bravo Bere, buena marcha, te veo el domingo.

Llegamos juntos a meta donde estaba todo Ermua en la calle para recibirnos, que bonita llegada, con campana y todo para tañer al cruzar la línea de llegada.

Aquí llego la de lo mejor, un buen avituallamiento final con paella incluida

Menuda paella más buena en meta Emilio

Finalmente la conclusión no puede ser mejor, a pesar de no haber podido completar la carrera. Creo, que mi labor, en mi humilde opinión esta cumplida, así que me doy por satisfecho. La organización con los arriba del todo citados, Emilio, Ruido y Richard junto con todos los voluntarios incluidos, desde la gente de consigna, recogida de dorsales, avituallamientos de carrera y meta, marcadores de recorrido, escobas, gente posicionada en los cruces, cronometradores, animación, y seguro que alguno me dejo fue de nota muy muy alta.

Richard podéis sentiros muy orgullosos de no solo poner a Ermua en el mundo de las carreras de Trail, sino de haberlo hecho en una de las mejores posiciones posibles. Da gusto venir a carreras donde te tratan como en casa y sobre todo por igual al primero y al último. El año que viene volveré para poder morder esa medalla como haces tu con todo merecimiento junto con Laura, tu mujer. Gracias Por todo, mientras tanto corréis conmigo???

Richard y Laura, Gracias por todo Paul Sanchez