El sábado Fabio Quartararo terminó la tanda de calificación del Gran Premio de Aragón con gestos de contrariedad. En un Motorland nada propicio, donde el campeón no ha había logrado subir al podio, perdía entre tres y cuatro décimas solo en el último parcial. Condujo la Yamaha hasta la sexta posición, insuficiente con su inmediato rival, Francesco Bagnaia, partiendo desde la pole. “Tengo ganas de que venga Marc Márquez para que me ayude en la pelea con las Ducati”, comentaba Quartararo, acusando la falta de potencia de su Yamaha con respecto a las máquinas italianas en un trazado de Alcañiz que agudiza las diferencias de motor.

Lejos de ayudar, el retorno de Márquez 112 días después de retirarse temporalmente para afrontar la cuarta intervención de su brazo derecho fue un desastre para Quartararo. Cuando apenas se habían consumido unos metros de la carrera, rodando todavía en la primera vuelta, Márquez había logrado escalar desde la decimotercera pintura hasta la sexta plaza. Agresivo y brillante. Pero en la curva 3, Márquez sufrió un susto; su moto dio un trallazo, generó el efecto acordeón y Quartararo, que rodaba pegado a rueda, no tuvo margen de reacción. El francés colisionó contra el colín de Márquez y sufrió una fuerte caída. “Se me ha ido de atrás y he tenido que cortar gas”, explicó el de Cervera. “Marc tuvo un susto, yo tenía mejor tracción y le golpeé por detrás”, confirmó el de Niza.

Seguido, en la curva 7, Márquez activó el holeshot y al descender la parte trasera de su Honda, esta tocó con una pieza incrustada de la Yamaha de Quartararo. El fragmento de la moto del francés estaba encajado entre el colín y el neumático. Al activar el dispositivo para rebajar la parte trasera de la Honda, se bloqueó la rueda de atrás y descontroló al catalán, que se vio embestido de nuevo, esta vez por Takaaki Nakagami, quien también se fue al suelo. De inmediato, Márquez se vio obligado a abandonar. Cosas del destino, en su retorno y de forma involuntaria dejó el Mundial al rojo vivo.

No se había completado un solo giro y Quartararo asistía al peor de los augurios. Sumó su segunda caída del curso viendo además cómo Pecco Bagnaia lideraba la carrera para estrechar las diferencias en el campeonato. Para colmo de la mala fortuna, el francés sufriría una segunda caída. Al ser transportado desde el punto de su caída hasta el garaje, sufrió un accidente subido a la moto del comisario que le desplazaba por el vial. Su pecho quedó totalmente arañado. “Me caí dos veces en dos minutos; no fue mi día”, lamentó Fabio.

Peor que el daño físico del francés fue el golpe en el Mundial, donde Bagnaia, merced a su segundo puesto, se quedó a solamente 10 puntos de distancia, en lugar de a 30, con cinco carreras por disputarse. Pecco perdió la ocasión de ser el tercer piloto que logra cinco triunfos consecutivos en MotoGP tras Valentino Rossi y Marc Márquez; si bien, el italiano ha recortado 81 puntos en las últimas cinco citas a Quartararo, que encuentra mayores motivos para sentirse amenazado cuando todo apuntaba a un placentero desenlace para El Diablo.

Bagnaia se intuía como claro favorito rodando en cabeza con medio segundo de ventaja al completar las cinco primeras vueltas. Pero Enea Bastianini quiso poner a prueba la premisa del director de carrera de Ducati, Davide Tardozzi, quien aseguró antes de amanecer la carrera: “No hay estrategia de equipo”. En el noveno giro, el futuro compañero de Bagnaia en el equipo oficial de la marca de Borgo Panigale se alzó en cabeza. El vértigo de abrir camino condujo Bastianini a pasarse de frenada y en esa misma vuelta devolvió el liderato a Bagnaia. Pecco aprovechó el margen y rodó cómodo unos cuantos kilómetros. Porque a tres vueltas del final, el fulgurante Bastianini recuperó el rebufo de Bagnaia. La Bestia rodaba como una prolongación del líder.

Los corazones se encogieron en Ducati. El piloto satélite retaba al oficial, que se juega la corona. Era un duelo anticipado, el que traerá 2023, cuando ambos monten como titulares. Bastianini, cuyo apodo evoca al riesgo, rebasó en el último giro con una limpieza absoluta a Bagnaia. “Venía asumiendo demasiados riesgos en las últimas vueltas y Enea tenía más tracción”, dijo Pecco, que cedió irremisible ante un Bastianini impecable, un piloto radical, rápido y tenaz, que conjuga cuatro caídas con cuatro triunfos y cuyo pero es la regularidad.

“La única alegría que me llevo es haber visto ganar a Bastianini”, confesó por su parte Quartararo. Con estos logros, Ducati sentenció el Campeonato del Mundo de Constructores.

Detrás, Aleix Espargaró adelantó a Brad Binder a dos giros del final para firmar el tercer lugar, su sexto podio del año. El catalán cobra opciones de campeón; figura a 17 puntos del líder gracias al desafortunado papel de Marc Márquez.

motogp

Gran Premio de Aragón

1. Enea Bastianini (Ducati)41:35,4620

2. Francesco Bagnaia (Ducati)a 0,042

3. Aleix Espargaró (Aprilia)a 6,139

Campeonato del Mundo

1. Fabio Quartararo (Yamaha) 211

2. Francesco Bagnaia (Ducati) 201

3. Aleix Espargaró (Aprilia) 194

moto2

Gran Premio de Aragón

1. Pedro Acosta (Kalex)39:35,3370

2. Aron Canet (Kalex)a 2,612

3. Augusto Fernández (Kalex)a 3,799

Campeonato del Mundo

1. Augusto Fernández (Kalex) 214

2. Ai Ogura (Kalex) 207

3. Aron Canet (Kalex) 177

moto3

Gran Premio de Aragón

1. Izan Guevara (GasGas)37:29,9440

2. Ayumu Sasaki (Husqvarna)a 0,957

3. Daniel Holgado (KTM)a 6,536

Campeonato del Mundo

1. Izan Guevara (GasGas) 229

2. Sergio García (GasGas) 196

3. Dennis Foggia (Honda) 171