En el deporte no todos los éxitos se cuentan en forma de títulos y trofeos, sino que hay mucho más allá con muchos sacrificios que pocas veces salen a la luz de forma pública. El Club Deportivo Zuzenak es el mejor valedor de este ejemplo, ya que además de lograr sus objetivos deportivos, realiza una gran labor que vale más que cualquier salvación o título deportivo.

Uno de sus grandes logros es la incansable labor con la cantera y el lograr que la gente sienta amor y pasión por el baloncesto en silla de rueda. Y es que, sin ilusión ni entrega, no se lograría nada sobre la cancha. Esa pasión, unida al buen ambiente que se respira dentro del equipo, continúa dando sus frutos y por segunda vez en la historia de este club, tres jugadoras de la casa van a acudir con la selección española femenina a una exhibición de baloncesto en silla de ruedas por el aniversario de los Juegos Paralímpicos que tendrá lugar en Tokio (Japón) del 21 al 25 de agosto.

La gran novedad de esta convocatoria es, sin duda alguna, Laura Ugarte, quien se estrena en la lista de la selección junto a sus dos compañeras, en la que también están Agurtzane Egiluz y Naiara Rodríguez. “Es una satisfacción increíble y estoy muy contenta de poder ir con mis compañeras, pero aún soy bastante nueva en este mundo y estoy un poco a la expectativa”, comenta la recién convocada. Eso sí, la alavesa admite que sus dos compañeras le han trasladado el mismo mensaje de forma clara y rotunda, “que lo disfrute, que vaya tranquila, pero que en especial, que me haga feliz”.

A pesar del poco tiempo que lleva Laura en el club, ya ha calado muy hondo y es muy querida dentro del equipo. Y es que esta alavesa de 27 años proviene de Ozaeta, pero ya es considerada por parte de todos como una vitoriana en adopción. “La contamos como una gasteiztarra”, recalca Agurtzane.

Los inicios de Laura en el club fueron a finales del curso anterior. “Comencé a finales del año pasado, a raíz de una lesión medular y fue un poco de rebote, ya que quería comenzar a hacer actividades, relacionarme y salir un poco de todo eso que me había pasado”, añade la alavesa.

De cara al futuro, Laura quiere seguir aprendiendo porque “este año ha sido como una primera toma de contacto. Yo nunca había tocado un balón y menos en silla. Entonces, ha sido todo ir viendo y aprendiendo a la vez. Ahora espero que para el año que viene pueda subir el nivel y así todas juntas demos la talla”. En cuanto a su presencia en la selección y su futuro en ella, la jugadora admite que ha hablado con Agurtzane sobre Tokio. “Si se puede, claro que me gustaría vivir una experiencia así. Agurtzane ya nos ha comentado que fue algo increíble y precioso, pero también duro. Yo no me quiero poner objetivos, pero sí quiero luchar y trabajar. Luego si llega la oportunidad, sería algo increíble”. La de Ozaeta tiene claro que ha aprendido mucho de sus compañeras e insiste en ese mensaje. “Yo quiero disfrutar y si puedo aprender mientras tanto, genial. Yo me esforzaré para rendir al máximo, pero en especial quiero pasarlo bien”.

Egiluz, la veterana

Una de las grandes artífices de que el Fundación Vital Zuzenak continúe creciendo y mejorando en su cantera es sin duda alguna, Agurtzane. La vitoriana es toda una veterana de este deporte y hace bien poquito pudo vivir en primera persona la experiencia de los Juegos Paralímpicos. “Siempre ilusiona que cuenten contigo y estoy muy feliz, y ya no solo por mí, sino por el hecho de que sigan contando con Naiara y que también hayan pensado en Laura para que entre en dinámica de selección. Es una oportunidad muy buena para ella y además es una chica que vale muchísimo y aunque lleve poco tiempo jugando ya ha demostrado todo lo que vale”, argumenta la vitoriana.

Al mismo tiempo, tanto la veterana como Naiara tienen muy claro el mensaje para Laura y para cualquier persona que esté empezando en este deporte. “Hay que disfrutar porque en el momento que no te ilusionas es hora de dejarlo o parar. Al final si trabajas con ilusión, los resultados llegarán solos”, sostienen. Por otro lado, Rodríguez, quien vuelve a repetir en la selección, también se muestra muy ilusionada respecto a la selección, ya que entra de nuevo en la convocatoria. “Cada vez que me llaman, me hace mucha ilusión y ahora más que nos vamos a Tokio a competir. Cada día me hace más ilusión”.

El hecho de que por segunda vez en la historia el Zuzenak consiga llevar tres jugadoras a la selección es algo a valorar, en especial, de cara al buen trabajo del club. “Que desde Gasteiz, que somos una ciudad pequeña, podamos aportar tanto a la selección, hace ver el gran trabajo que se hace desde el club. Una vez ya pudimos estar Miren Lanzagorta, Beatriz Zudaire y yo y fue algo precioso”, evoca Agurtzane.

Naiara también se muestra muy orgullosa de que el Zuzenak pueda aportar tres jugadoras a la selección. “Y es que ya somos tres chicas de Vitoria en la selección y además tenemos una muy buena relación. Es más, solemos quedar juntas para ir a entrenar y vamos siempre con todas las pilas cargadas para seguir compitiendo”, subraya.

De cara a su papel en la selección, Agurtzane comenta su situación personal, la cual no es fácil, pero ella siempre saca tiempo de donde no lo hay para dar el 100%. “Llevo trabajando desde enero, ya que después de terminar mis estudios, tuve que empezar a trabajar y ya no dispongo de tanto tiempo. Aun así, me estoy preparando al 100% para la concentración que tenemos en agosto y también para el Mundial que tenemos en noviembre”. Un Mundial al que también quiere acudir Naiara porque su objetivo radica en “llegar en mi máximo nivel para poder competir siempre, tanto en la selección como en el Zuzenak”.

Agurtzane es el ejemplo a seguir y ya no solo por parte de Naiara y Laura, sino que lo es para todo el Zuzenak. Todo son elogios hacia ella y así lo demuestran sus compañeras. “Es un ejemplo a seguir, es una pasada cómo controla todo el juego y siempre te está animando y te dice cómo mejorar”, afirma Laura.

Sabor de boca amargo

Por otro lado, Agurtzane no se muerde la lengua al hablar del equipo y el final de temporada en el que se logró la permanencia en la última jornada. A pesar de ello, finalmente se optó por ceder la plaza para jugar en Primera División. “Fue una decisión dura y consensuada y aunque nos dio pena, porque nos habíamos ganado deportivamente estar en División de Honor, al final por temas personales y por otras razones era necesario dar un paso hacia atrás para coger impulso. Ahora, tenemos a jóvenes en la cantera que vienen muy fuertes y con ganas y hay que ir poco a poco. Al final, competir en una liga profesionalizada cuando no eres profesional y tienes que combinar tu trabajo y estudio con el baloncesto hace que sea muy difícil”, remarca.

Por su parte, Naiara comparte la opinión de su compañera. “Conseguimos nuestro objetivo en la liga, que era mantener la categoría, pero luego creo que era necesario dar un pasito para atrás, para poder luego dar dos hacía adelante y volver a División de Honor con más fuerzas y con gente renovada. Yo estoy contenta con el equipo y con todo lo que hemos conseguido”. Respecto a su papel en la temporada recién concluida, Naiara afirma que “he vuelto con más fuerzas que nunca de ese parón que tuve que hacer para que me operaran de nuevo. Ahora estoy muy contenta y con muchas ganas de seguir compitiendo y estoy deseando que empiece ya la siguiente temporada”.

Eso sí, Agurtzane tiene un mensaje de optimismo para todos esos jóvenes que llegan pisando fuerte. “Lo que tienen que hacer es trabajar y hacerlo con ganas. Todos los que estamos y practicamos este deporte lo hacemos porque nos gusta y apasiona y nunca hay que perder esa ilusión. Además, que somos buena gente”. Una última frase que bien corrobora Laura. “Yo, que quizá sea de las que menos tiempo llevo, le doy toda la razón. Estoy encantada con la gente y los amigos. El Zuzenak es como una familia”, concluye.