- Sin tacos. Sin esparadrapo. La elección de material de la final del Campeonato de Parejas del domingo en el frontón Bizkaia de Bilbao se desarrolló ayer con relativa tranquilidad, salvo por ese detalle. De los cuatro pelotaris, únicamente Julen Martija protegió su derecha para comprobar el bote, el recorrido y la salida de las pelotas presentadas en la liturgia previa a la cita por la txapela. El resto de los contendientes, Jokin Altuna, Unai Laso y Ander Imaz, optaron por no vestir sus manos. Los de Baiko Pilota reflexionan que "hemos hecho un entrenamiento antes y por ello hemos optado por no ponernos tacos". El delantero de Amezketa, entretanto, ya que tiene previsto hacer una sesión hoy mismo, tomó la misma decisión.
"El lunes realizamos un ensayo fuerte y tenemos previsto completar nuestra última sesión mañana -por hoy-. Simplemente por esa razón me he puesto solo yo los tacos", desgrana el guardaespaldas de Etxeberri. Por su parte, Altuna III admite que el cambio de calendario en las elecciones, del jueves al miércoles, cuestión que se mantendrá en los próximos campeonatos, afecta a la preparación de una cita de gran importancia. "Cambia mucho el plan de trabajo. Generalmente, al ser los jueves, solíamos hacer entrenamientos fuertes el lunes y el martes para después ir bajando un poco el ritmo. Ahora, en cambio, vamos a optar por ejercitar en frontón también los jueves. Julen se ha puesto taco en la derecha para comprobar las pelotas y nos amoldamos un poco a la situación", especifica el actual campeón del Manomanista y el Cuatro y Medio. Los de Aspe se vieron acompañados de Apezetxea en el apartado de cueros y seleccionaron tres de 104,3 (número 1), 105,1 (2) y 104,8 gramos (3).
Altuna III reconoce que las seis en liza son "pelotas bastante parecidas". "El material es muy similar al que hemos visto en todo el Parejas. Nosotros hemos preferido las que no son muy vivas, para hacer daño. Son bonitas", concreta el pelotari de Amezketa, quien aprovecha para destacar que "nosotros elegimos según nuestro gusto y las que nos entran bien en la mano. Siempre según nuestras sensaciones". Es decir, sin entrar en valorar otros conceptos, como podría ser el rival. "Laso e Imaz han tardado más tiempo en elegir que nosotros. Nos han gustado las seis. Son todas parecidas y había de todo tipo: unas que van más por arriba y otras por abajo. Eso sí, todas están dentro del límite", agrega Jokin.
Asimismo, el amezketarra felicita a Alustiza por "el material". "Me gusta que haya una preselección pensada para el escenario de la final y no para los contendientes", dice el campeón. De hecho, de sus diez finales, solamente ha disputado la del Cuatro y Medio de 2016 -se desniveló 22-21 para Oinatz Bengoetxea- con el sistema antiguo; es decir, en el que los intendentes presentaban los lotes de pelotas sabiendo ya quiénes iban a ser los aspirantes a la txapela. La medida se instauró en el Manomanista de 2017 y desde entonces se han atajado las polémicas. Los lotes fueron apartados en la preselección por los intendentes de las empresas, José Ángel Balanza Gorostiza y Jon Apezetxea, y el responsable de la Liga de Empresas, Martín Alustiza, en la semana del 21 de febrero. Hace más de un mes.
En el bando contrario, Unai Laso y Ander Imaz hubieran preferido unos lotes algo más vivos. La intención: evitar al delantero de Aspe y sus tremendas cualidades en los cuadros alegres. Tardaron más que sus rivales en la búsqueda de las pelotas óptimas y se acabaron decantando por tres de 104,7 (4), 104,1 (5) y 104,1 gramos (6). De hecho, el delantero de Bizkarreta-Gerendiain afirma que "el material ha sido un poco más bajo de lo que hemos tenido en anteriores partidos, pero veremos cómo se comporta el domingo, porque cambian mucho de la elección a la final". "Había bastante parecido entre los lotes propuestos", especifica el zaguero de Oiartzun. "Es un día grande y hay que elegir bien. Alguna de las nuestras es algo más viva y dos de las suyas son más bajas", certifica el delantero navarro, quien apostilla que "necesitamos pelotas vivas para evitar que entre Jokin. Ellos han optado por dos más bajas para endurecer el compromiso".
El navarro y el guipuzcoano acudieron a la cancha también sin tacos. La explicación, clara: "Hemos entrenado antes de la elección", cuenta Imaz. Al saltar a la cancha, rodeados de medios de comunicación, una nube de fotógrafos y la expectación de una contienda de tamaña trascendencia, los de Baiko ya habían pasado por la ducha y se habían "enfriado". No querían exprimir sus manos. El debutante en la final evoca que en "anteriores partidos" ya lo habían hecho. "En algunos partidos del Parejas, José Ángel Balanza Gorostiza nos estuvo echando las pelotas y nos quedamos a gusto", describe Ander. De este modo, el técnico riojano sirve de guía para sus pupilos.
"Estamos tranquilos", reseña Imaz. La procesión va por dentro. "Nuestro trabajo ya está hecho. Ahora nos queda disfrutar de lo que viene por delante", afirma el guipuzcoano. "La clave estará en salir centrados. La txapela es jugosa. Ellos serían favoritos porque Jokin tiene mucha experiencia en este tipo de partidos. De todos modos, cuanto menos entre en juego Altuna será una buena señal para nuestros intereses. El inicio será importante. Estamos preparados para un partido duro. Somos capaces de aguantar", recita el zaguero. Laso lo confirma y añade que "tendré que rematar y estar valiente". No le va a temblar el pulso.
Enfrente, Jokin y Julen Martija se reafirman en que la llave estará en la "tensión" competitiva. "Es fundamental salir a la cancha calientes y con las ideas claras. Tenemos que estar enchufados", analiza de Sakana. Tiene experiencia, pero "el público lo cambia todo". 3.000 espectadores aprietan las tuercas a cualquiera.
Apunta a llenazo. El frontón Bizkaia de Bilbao apunta el domingo a un nuevo llenazo en su catálogo de citas importantes. De cara al enfrentamiento por la txapela del Campeonato de Parejas entre Altuna III-Martija y Laso-Imaz apenas quedaban ayer menos de 80 entradas a la venta. Es decir, ya hay vendido un 97% de las 3.000 asientos de la cancha vizcaína. Todos los tiques están localizados en la zona de butaca de cancha, la parte más cara (110 euros). Nueve de ellos estarían situados cerca del frontis, en los tres primeros cuadros de la cancha, mientras que el resto se encuadraría en la parte más cercana al rebote, del ocho y medio hacia atrás.