- El dominio de Mercedes esta temporada no tiene límite y en Imola (Italia) no fue diferente, al menos en la calificación para el Gran Premio de Emilia Romaña que supondrá, salvo hecatombe de las flechas de plata, su séptimo mundial de constructores consecutivo, algo que ningún otro equipo ha podido lograr hasta la fecha. La escudería alemana, que está lejos todavía del palmarés de Ferrari -dieciséis campeonatos- cuenta con una renta de 209 puntos respecto a Red Bull y le basta que uno de sus pilotos, Valtteri Bottas o Lewis Hamilton, acabe entre los cuatro primeros. Ambos copan las primeras posiciones de la parrilla, sí que solo un desastre en la carrera de Imola les impedirá celebrarlo este domingo.
El coronavirus y los cambios en el Mundial posibilitaron recuperar un circuito clásico, hecho a la vieja usanza, en donde la categoría reina no competía desde 2006. Para complicarlo un poco más, el programa de la competición se redujo. Fueron eliminadas las dos prácticas del viernes y solo hubo una sesión libre hora y media antes de la calificación. Esa modificación respecto a lo habitual no alteró la normalidad esta temporada. Bottas fue mejor que su compañero de equipo, Hamilton, en las tres sesiones de la calificación y se llevó la pole por una décima. Segundo en la clasificación de pilotos, el finlandés cerró su participación con una gran vuelta, apurando su Mercedes en las primeras y las últimas curvas del circuito para acabar por delante de su compañero de equipo, que le aventaja en 77 puntos en la general.
Detrás de ellos, el Red Bull de Max Verstappen, que ya ha convertido en habitual eso de verse en las primeras posiciones, al igual que al Alpha Tauri de Pierre Gasly, quien volvió a destacar en la calificación con su cuarto puesto en la semana en la que ha renovado su contrato para 2021. Daniel Riccardo, noveno en Portugal, logró situar su Renault en la quinta plaza. Presionado para ganarse la plaza en 2021 en Red Bull, Albon, firmó un sexto puesto en la parrilla, por delante del Ferrari de Charles Leclerc, que no estuvo tan fino como en el anterior gran premio, aunque bastante más que su compañero de equipo, Sebastian Vettel, eliminado una vez más en la Q2.
Los pilotos asumen que en la carrera de hoy, que se disputará a 63 vueltas, será complicado adelantar. Dispondrán de una zona de DRS antes de la primera curva tras la recta de meta que se ha alargado desde la anterior visita de la F1, en 2006, al haberse suprimido una chicane. De hecho, Imola es estrecho y los límites de pista serán, como en Portugal, un quebradero de cabeza. En la sesión libres les costó muchas vueltas eliminadas y, aunque luego se ampliaron en la tanda de calificación, también costaron tiempos. Los pilotos que los superen tres veces en carrera, serán sancionados.