Al Fuenlabrada, que ganaba al Deportivo en el minuto 84 y le valía el empate, se le escapó (2-1) el 'playoff' de penalti y en el descuento en un escenario, Riazor, habituado a esos finales dramáticos que ahora celebra el Elche, sexto clasificado.
Una mano de José Fran que castigó el colegiado tras revistar la acción en el monitor del VAR, condenó a los madrileños, que afrontaron el partido con lo justo y se les hizo eterno.
La victoria que apeó al equipo de Sandoval de la promoción de ascenso apenas le sirve al Deportivo, que adelanta en la clasificación al Numancia pero sigue necesitando que prosperen sus recursos ante LaLiga y, sobre todo, la Federación Española, para seguir en LaLiga SmartBank.
Dieciocho días después, la Segunda División, pendiente aún de un incierto 'playoff', volvió a escena con el partido de la polémica, que ha llenado muchas páginas desde entonces por todo lo que ha supuesto su aplazamiento.
LaLiga y la Federación Española abrieron sus respectivos expedientes sobre su suspensión e incluso la justicia ordinaria investiga si se produjo algún delito en el viaje del Fuenlabrada a Galicia el 20 de julio con casos de coronavirus en la expedición.
Aunque se seguirá jugando en los despachos, donde el Deportivo pelea por quedarse en el fútbol profesional, el partido al fin pudo disputarse en el terreno de juego. Sobre el césped, un Deportivo que nada se jugaba. Los resultados de aquella última jornada del campeonato que estaba prevista en horario unificado le condenaron a Segunda B a expensas de lo que se decidan las distintas instancias deportivas.
Sí tenía un objetivo claro el Fuenlabrada, que necesitaba al menos un punto para finalizar la fase regular en la sexta plaza y sacar el ansiado billete a la promoción de ascenso. El equipo de Sandoval llegó al partido con lo justo, con trece jugadores en total y solo siete fichas de la primera plantilla. Esos siete jugadores tenían que disputar los noventa minutos porque una lesión, sustitución o expulsión abriría la puerta a una denuncia por alineación indebida que le costaría perder el partido 3-0.
El Elche, provisionalmente sexto, estaba pendiente de Riazor, donde el Fuenlabrada, a pesar de estar mermado por las bajas que le obligaron a alinear a un portero del filial y a recomponer la defensa con centrocampistas, logró pronto, a los once minutos, que se le pusiera el choque de cara con una falta que convirtió Pathé Ciss tras recoger el rechazo de Jovanovic.
Los fuenlabreños controlaron el encuentro ante un Deportivo previsible, pero perdonaron el segundo tanto antes de la media hora. Tras un error de Mujaid, Jeisson apuró demasiado el mano a mano con el debutante Jovanovic y un mal control tumbó ese ataque en el que le acompañaba, además, Caye Quintana.
El conjunto coruñés apenas inquietó a su rival hasta el descanso. Solo un disparo de Borja Valle obligó a intervenir a Ruvira, que también se estrenaba en el arco. Después del paso por el vestuario, el encuentro se le hizo largo al equipo madrileño, que solo podía hacer dos cambios. El Deportivo avanzó metros y rozó varias veces el gol. Ruvira sacó a córner un disparo de Aketxe, a Sabin Merino le sobraron unos centímetros en un remate de cabeza y Borja Valle perdonó también con la testa en un saque de esquina.
Los blanquiazules acertaron a seis minutos para el final, casi sin querer, con un centro de Aketxe que despejó de puños el portero del Fuenlabrada y rebotó en Beauvue. El de Guadalupe anotó así su primer gol con el Dépor, al que llegó en el mercado invernal.
A los fuenlabreños, muy cansados, les costó mantener el empate, que les servía. Ya en el descuento, el colegiado, a instancias del VAR, señaló penalti por un mano de José Fran en el área y Beauvue, que no dejó a Aketxe ejecutar la pena máxima, anotó desde los once metros para darle el triunfo al Deportivo y el billete del 'playoff' al Elche.